lunes, 1 de marzo de 2010

LOS GRUPOS NO PUEDEN IMPONER VALORES A LOS PADRES

Fragmento de la charla de Alicia y Gustavo Berti en el Encuentro de Huerta Grande – Octubre 2003. Aporte de Renacer Congreso – Montevideo – Uruguay.


“En 1995 dimos una charla en San Pedro, Provincia de Buenos Aires, cuando terminamos la charla, un señor se acerca a nosotros y nos dice: “ustedes no han nombrado a Jesús en su charla, ustedes tienen que trabajar por Jesús y tienen que trabajar para Jesús” y nosotros le dijimos: no.
Ese hombre era un sacerdote y se llamaba Mateo Bautista, ustedes lo conocerán; nosotros dijimos no, porque los grupos son ecuménicos -universales, abiertos-, nosotros no somos religiosos y no nos corresponde a nosotros llevar la voz de la religión, la voz de la religión la lleva usted, nosotros llevamos la voz de los padres
Y allí vino un conflicto.
Nosotros venimos diciendo desde hace mucho tiempo que los grupos no pueden imponer valores a los padres, pero ustedes hoy nos escucharon hablar de un valor fundamental para nosotros que es la RESPONSABILIDAD, la responsabilidad por nuestra propia vida.
Entonces ustedes podrán decirnos, ¿cómo? ustedes nos dicen que los grupos no imponen valores, pero ustedes hablan de la responsabilidad en un tono tan enérgico que hasta parece impositivo.


Veamos, la responsabilidad tiene una característica, es un valor neutro porque todos los hombres somos responsables por nuestros actos, por lo que hacemos, pero después cada uno tiene que elegir ante quien es responsable, si es responsable ante Jesús, si es responsable ante Mahoma, si es responsable ante Buda, si es responsable ante su hijo, si es responsable ante la sociedad o si es responsable ante sí mismo, pero Renacer jamás le va a decir a un papá ante quien tienen que ser responsable; hasta ahí llega, jamás hemos impuesto un valor.
Desde el primer día hemos respetado y fomentado la libertad de cada una de las personas que forman parte de Renacer y jamás hemos impuesto un valor.
Mateo Bautista nos pidió que impongamos un valor a los padres, que impusiéramos a Jesús como valor; nosotros no rechazamos a Jesús, pero no podemos imponerlo como valor, porque podría haber venido un budista y decirnos bueno, nosotros queremos que pongan a Buda como valor y la respuesta hubiese sido la misma, como si hubiese venido un mahometano y nos hubiese pedido que pusiéramos a Mahoma como valor, nuestra respuesta hubiera sido la misma, no; nosotros acompañamos a los papás hasta su responsabilidad, ante quien sea el papá responsable es de cada uno, en absoluta libertad.
Ustedes saben que Renacer ha sido siempre así, ¿no es cierto?
Todos: Sí.
Todos ustedes lo han experimentado sin embargo han venido las críticas. (Yo escuché decir en Tacuarembó por Radio Zorrilla de San Martín, al Sr. cura Mateo Bautista que éramos “espiritistas” -nota de quien transcribe esta versión grabada- ).
Durante mucho tiempo los papás nos preguntaban ¿qué pasa con Mateo Bautista? y nosotros no teníamos una respuesta concreta para darles y entonces les decíamos, bueno, cada uno de ustedes saque su propia conclusión.
La lucha vino porque nosotros nos resistimos a imponer valores a las personas en los grupos y este hombre quería que nosotros le impusiéramos un valor.
Al mismo tiempo que sucedía esto, se desprendió de Renacer el grupo de Mar del Plata, porque Mar del Plata nos pedía a nosotros que en todos los grupos se enseñara, se dieran clases de Logoterapia, y nosotros les dijimos: no, porque hacer eso sería imponer un valor, por un lado y por otro lado, ustedes escucharon hoy a Moñi, que cuando ella le dio gracias a Frankl, Frankl le dijo: “no; gracias a ustedes, porque ustedes son la Logoterapia”.
Si ustedes leen los libros de Frankl, él dice que la Logoterapia no es nada más que el leguaje del hombre común y corriente que lucha por encontrar sentido a su existencia, traducido al idioma médico.
“Que les vamos a enseñar a los papás, nos dijo Frankl, si ellos nos están enseñando a nosotros, si ustedes son la Logoterapia, ustedes son quienes nos enseñan con su coraje, con su actitud, con su voluntad de vivir y con su decirle sí a la vida, ¿cómo les voy a enseñar yo a ustedes”
¿Se dan cuenta?
Entonces, como les decía, en Mar del Plata nos pidieron de nuevo que impusiéramos un valor, pero ese valor ya no era Jesucristo, ese valor era la Logoterapia, entonces ante la negativa de imponer valores, otro grupo se separó.
Los ataques vinieron de afuera y de adentro, vinieron al mismo tiempo y por la misma razón.
Y recién ahora nosotros podemos decirles a ustedes por qué sucedió eso, nos faltaban piezas del rompecabezas.”

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