sábado, 20 de marzo de 2010

Huerta Grande 2008 - Reunión de Hermanos

Modera: Aldo

Aldo: Ahora vamos a recibir a los hermanos que nos acompañan.

Nosotros, en determinado momento, nos dimos cuenta que de los hijos que se fueron teníamos muchas cosas que aprender y muchos de nosotros nos olvidamos de los hijos que quedaban y desconocíamos un montón de cosas de su manera de sentir, pero ahora ellos, que eran nuestros alumnos, de pronto, pasaron a ser nuestros maestros.

Por eso yo les pido a los padres que escuchemos con muchísima atención la charla de estos chicos que hoy, son fundamentalmente nuestros maestros.

Después iremos a preguntas y respuestas, pero todo está basado en lo que podemos aprender de ellos, porque así como aprendimos de los que no están, debemos aprovechar este momento para aprender de los que están.

(En este momento suben al estrado unos cuarenta hermanos de todas las edades)

.

Aldo: Ramón, cuando quieras.

Ramón: ¿Se escucha bien? el micrófono no muerde…, pensábamos que mordía, pero no muerde…, estamos bien…

Bueno, antes que nada, les doy la bienvenida, agradezco que hayan venido al taller de los hermanos y le pedimos a los papás que salieron, si quieren volver a escucharnos, les agradecemos y si no nos quieren escuchar, bueno, ellos se lo pierden. (aplausos)

También invitamos a los padres que están en el fondo, que si se quieren arrimar, que vengan, porque para nosotros es más fácil así, porque si no parece que somos muchos y el miedo acá… es total…, entonces…vamos manejándonos así, para que sea una reunión más bien familiar… para que no sea tan… tan tensa…

Bueno: tema hermanos, gran tema; ustedes pueden ver la gran diferencia que hay de edades entre todos los hermanos, diferencia de edad, pero EL MISMO PROBLEMA…

Tenemos mayores, adolescentes y pequeños, tenemos diferencia de edades pero tenemos el mismo problema ¿cuál es?

Muchas veces, a nosotros los más grandes se nos dificulta tratar de establecer una conversación con nuestros padres porque los vemos realmente mal, porque es difícil tratar de establecer una conversación con los padres cuando nosotros nos damos cuenta que los padres no están preparados para tener una conversación con nosotros.

Los mayores, tratamos de una manera u otra, de buscar tener un diálogo con nuestros padres; los que son menores, bueno, se les dificulta un poquito más, entonces, lo importante de esta reunión es que cada uno de nosotros dé su testimonio o su experiencia.

Esta es una reunión con total libertad de expresión, el hermano que quiera hablar, habla y el hermano que no, no habla.

En el caso mío, yo soy hermano de Beatriz y hermano de Marcelo; Beatriz hace ocho años que partió, fue un momento traumático en la familia. Porque nosotros tenemos una cultura que empieza con que primero parten los abuelos, ¿no?, siempre nos enseñaron así, al menos en casa era así, parten los abuelos…después parten los tíos viejos… y después, los hermanos nos empezamos a preocupar a ver cómo está papá y cómo está mamá y tenemos nuestras charlas, porque con Beatriz teníamos nuestras charlas: “¿vos cómo lo ves a papá?” y “¿cómo la ves a mamá?”

Pero un día resultó que la que partió fue Beatriz… entonces, en ese momento, yo dije: “esto no era lo que nos habían contado, aquí hay algo que está mal”, ¿cómo hacer? ¿cómo hacer para recomponer eso? nos habían dicho una cosa y nos pasó otra totalmente diferente.

En mi caso, yo estuve un año sin saber que existía Renacer, hasta que por intermedio de una amiga de la familia nos da una dirección y yo llevo a mis padres a Renacer.

Mis papás fueron a dos reuniones, en la primera reunión yo los estuve acompañando y cuando nos vamos me dicen: “mirá que hay un grupo de hermanos”, ¡mirá que bien! pero yo no tenía la menor idea para qué se juntaban.

A la otra reunión voy con mis padres, dejo a mis padres en la reunión con los papás y voy a la reunión de los hermanos, me siento y empiezo a escuchar a los hermanos y dije: “bueno, esto era lo que yo precisaba” un grupo de hermanos.

¿Cuál era la razón? la razón era muy sencilla, era que ellos hablaban de lo que yo precisaba hablar, decir, contar… todo lo que me pasaba de hacía un año atrás y que no tenía con quien conversarlo.

Me hizo muy bien y seguí participando, mis padres dejaron de ir a Renacer, yo seguí y hace siete años que pertenezco al grupo de hermanos.

Como dije, me hizo muy bien, fue un proceso donde aprendí muchas cosas de los demás hermanos, aprendí muchas cosas de los padres también, discutía con algún padre, mejor dicho, intercambiaba opiniones y me fue muy valioso, aprendí mucho como acabo de decir, he tenido, oportunidad de ir a algunos encuentros, también he compartido con muchos padres.

Ésta va a ser la tónica de este encuentro. Ahora los hermanos van a tomar la palabra y después vamos a ver alguna pregunta que nosotros vamos a contestar, más o menos vamos a manejarlo así.

Primero hablan los locatarios.

Gustavo: Bueno, yo soy Gustavo hijo de Estela, yo perdí dos hermanos; a Esteban lo perdí hace 20 años, yo era muy chico y a partir de ese momento, mi hogar cambió de un día para el otro, lamentablemente, mi mamá tardó ocho años en poder encontrar el grupo Renacer, entonces, durante esos ocho años, fue un verdadero infierno en mi casa.

Mi mamá encuentra el grupo Renacer, gracias a Dios que lo encontró, está ahí, de pie, muy bien, pero no es así el caso de mi padre, mi padre optó por otro camino que no es el de Renacer.

Hace cinco meses falleció Andrés mi otro hermano, con su mujer y dejaron a Clarita mi sobrina de tres años.

Lo que yo tengo que decirles, es que cuando falleció mi primer hermano, parecería que para mi papá fallecieron todos los hijos.

No se había dado cuenta que todavía le quedaban dos hijos, lamentablemente falleció otro, pero él todavía está con el primero y se quedó con eso, con la primera muerte, la de Esteban de hace veinte años sin importarle o sin tener en cuenta, que la vida continuaba y que tenía un montón de “porqués” para seguir viviendo, sin importarle que me tiene a mí para seguir… ahora está mi sobrina…tiene nietos…

El problema que tenemos nosotros, cuando pasan estas cosas, no lo tengo con mi madre porque está en Renacer.

Yo tengo dos problemas, tengo, el problema que se murieron mis dos hermanos y también tengo el problema de mi papá, pues él tiene la excusa perfecta para estar tirado en una cama… total… a él se le murieron dos hijos.

A mí se me murieron dos hermanos y también tengo que cuidar de mi papá, así que yo dejé de ser hijo de un padre que perdió hijos y ahora yo soy el padre de mi padre, porque yo tengo que cuidarlo, vigilarle, que no haga ninguna macana.

Cuando se muere un hijo, la vida continúa… bueno, se me está complicando… gracias…

(aplausos)

Emilce: Soy Emilce hermana de María Fernanda de la provincia de San Juan, de Renacer San Juan, quiero hablarles un poquito de que es lo que siente un hermano cuando se va otro hermano.

Uno siente que su vida cambia, tienes dolor doble, se va tu hermano, tus papás están mal, no puedes llorar, a veces, porque tus papás están llorando, no sabes que hacer… sientes impotencia… rabia…

El lazo que hay con un hermano es inigualable; todos dicen que uno no está preparado para ver partir a los padres, pero tampoco para ver partir a un hermano que, supuestamente, es el que te va a acompañar durante mucho tiempo.

Entonces, lo que yo quiero decirles a ustedes, es que cuando ustedes estén mal, nos demuestren que están mal, así nosotros también podemos compartir ese dolor, porque muchas veces nosotros nos censuramos a nosotros mismos por hacerlos sufrir a ustedes, nosotros también sufrimos.

Entonces, nos encontramos con un doble dolor, el haber perdido, en cierta manera, a nuestros padres, porque nunca más van a ser los mismos, y haber perdido a nuestro hermano.

Yo he sufrido mucho, he pasado por momentos muy difíciles; mi hermana falleció cuando yo cursaba el primer año de mi carrera y me encontré en las mesas examinadoras sin poder rendir, no sabía que hacer porque estaba mi hermana fallecida y yo con un gran dolor, tenía que rendir exámenes y me decidí y fui con la foto de mi hermana a rendir examen y hoy estoy terminando mi carrera. (aplausos)

Lo que les pido es que hablen con nosotros, hay que hablar; los hermanos necesitamos hablar de nuestros hermanos; nuestros hermanos han estado con nosotros y son parte de nosotros, hoy y siempre, y yo a lo largo de mi duelo, hoy ya a casi tres años de que a mi hermana no la tengo, he aprendido no ha vivir sin ella, sino a vivir con ella de otra manera, la llevo a todas partes en mi corazón. (aplausos)

Beatriz: Yo soy Beatriz, la mamá de Milagros, la hermana de Norma y la tía de Magalí, les llamará la atención porque les digo esto, yo ante todo, soy mamá, pero también soy hermana; a Ramón lo he conocido en el Uruguay compartiendo también como hermana.

Yo transité los dos caminos del duelo, por un lado como mamá en Renacer, y por el otro lado como hermana en Renacer.

Hoy agradezco a Renacer por volverme a poner de pie porque yo, circunstancialmente, también tengo este dolor de hermana, que comparto hoy con todos los hermanos y hoy vivo homenajeando a Norma desde otro lugar; Norma está conmigo, diciéndome presente.

Lo que hice en este camino, es volver a reconstruir la familia, la familia que en un momento había perdido; mi hermana tiene dos hijos, pero esos hijos se habían apartado de la tía y hoy tengo esta dulce y hermosa alegría de compartir su nieto que me volvió a tender la vida, la vida que elegí, esta vida que todos decimos que se puede, pese a que muchos dijimos, en algún momento, que nos queríamos morir, pero siempre elegí la vida, reconstruí la familia de mi hermana y ahora, a través de este hermoso nieto, que tengo, con gran alegría, esto es lo que pude hacer en este camino como hermana de Norma gracias a Renacer. (aplausos)

De San Juan: Yo voy a hablar muy cortito y muy precisa porque me pongo… a lo largo de todas las reuniones, hemos escuchado que han llegado a Renacer a buscar, entre sus pares, ese bálsamo, esa ayuda, ese salvavidas… tengan en cuenta que nosotros hemos perdido a ese par que ustedes están buscando en Renacer… es un par de nosotros es uno más… si ustedes tienen un dolor inmenso, nosotros también… después de la muerte de mi hermano no volvimos nunca a ser los mismos, pero sacamos muchas cosas positivas, una de ellas es… al encontrarnos… o despedirnos… podemos darnos… darnos… un beso… y saber que estamos el uno con el otro… Nada más… ah, una cosita más, tenemos un reclamo, queremos pertenecer al grupo; San Juan no tiene grupo de hermanos, queremos nosotros, participar de este grupo, así es que piénsenlo. (aplausos)

Ramón: Vemos las caras como están ustedes y como estamos nosotros; no es nuestra intención que ustedes estén así en este momento, pero es lo que a nosotros nos pasa, acá no hay nada raro, ustedes ven que nosotros decimos por lo que hemos realmente pasado, esto es lo que le pasa a cada uno de los hermanos que han hablado.

No es un reclamo, es lo que nos pasa, es lo que nos pasa todos los días, es lo que nos pasa los trescientos sesenta y cinco días del año, es decir, es ver como nosotros hemos perdido a nuestro hermano o hermana, a la compañera de juegos, a la compañera de cuarto, porque cuando yo nací Beatriz ya estaba, cuando yo di mis primeros pasos la persona que estaba para que yo no me cayera era Beatriz, la primera pelea en la escuela cuando venía mal la cosa, la primera que me salía a defender era Beatriz, entonces, Beatriz existió, es nuestra hermana, como los hermanos de Gustavo, como los hermanos de ella, como los hermanos de todos los que están acá, y como todos los hijos que han partido.

Estamos todos en la misma, acá no se salva uno, acá estamos todos en la misma, o nos salvamos todos en la familia o no se salva nadie.

Esto es lo que nosotros queremos, que piensen, que recapaciten, que si ven que sus hijos están mal, si ven que hay problemas, si era un excelente estudiante, si hay algo, hablarles, tratar como padres tratar de llegarles, de buscar, porque nosotros nunca les vamos a ir a decir lo que nos pasa, porque nosotros los vemos como están, porque ustedes no se pueden ver, pero nosotros sí los vemos, nosotros sabemos como se levantan, nosotros sabemos como se acuestan, nosotros sabemos si comen o si no comen.

En el caso mío, que yo tengo a mis padres a veinte kilómetros de mi casa, suena mi teléfono y yo no sé si me están llamando de la empresa, yo no sé si me está llamando mi hija desde mi casa, o si me está llamando mi madre o mi padre, porque cualquiera de los dos hizo cualquier desastre.

Ustedes fíjense, esto es sencillo, esto es bien sencillo, nosotros no les estamos pasando factura, como decimos nosotros en el Uruguay, nosotros lo que queremos es tratar de lograr un ámbito, algo a donde podamos llegar a volver a formar esa familia que teníamos antes que nuestros hermanos partieran.

Somos concientes de que no va a ser al misma familia, porque no va ser la misma familia, a revés, va a ser mejor familia de la que teníamos, porque nuestro amor es incondicional hacia nuestros hermanos, entonces, va a ser una familia más fuerte, va a ser una familia más unida, va a ser una familia a donde nos podemos apoyar el uno en el otro, va a ser una familia a donde yo pueda ir y decirle a mi madre, hoy te vengo a visitar y hoy vengo con una ganas terribles de decirte que te quiero, que te amo, que te necesito para seguir viviendo… (aplausos)

¿Por qué digo esto? porque la vida sigue, la vida no se queda detenida en el momento que partieron nuestros hermanos, entonces, como familia, que es lo que tenemos que tratar de rescatar con las armas que nos da Renacer, es tratar de ser cada día mejores, por nuestros hermanos, por nuestros padres, por nosotros mismos, tenemos que tratar de vivir con la cabeza bien levantadita y con mucha dignidad por nuestros hermanos. Gracias. (aplausos)

Ahora tenemos una hermana más, que va a dar su testimonio y si no va a hablar ninguno más de los hermanitos… ¿a ver? sí, tenemos dos hermanitos más y después que nos hagan algunas preguntas como para poder contestar.

María Eugenia: Me llamo María Eugenia, soy de Tucumán y perdí a dos hermanos cuando tenía 10 años, para mí fue una gran pérdida porque mi hermana era mi hermana mayor con la que compartía mi pieza, que me enseñaba a ser una chica seria y mi hermano varón, mayor que yo, y con él hacíamos todas la travesuras.

Cuando fallecieron mis hermanos mi mamá se enteró de Renacer y ella empezó a ir al grupo y yo estaba feliz porque en ese mes que no fue al grupo, entre el accidente y que empezó a ir, yo la veía muy deprimida, hasta que empezó a ir a Renacer yo notaba un gran cambio en ella, yo no participaba en ninguna reunión, ningún vínculo, ningún asado, hasta un año nuevo en el cual conocí a todos los padres y conocí a muchos chicos de mi edad que estaban viviendo lo mismo.

Nosotros no tenemos en Tucumán grupo Renacer de hermanos, pero al ver que había otros chicos de mi misma edad, un poco más grandes o un poco más chicos, uno se sentía mejor porque yo decía no soy la única que estoy viviendo esto, y así, después de ocho años, empecé a darme cuenta de que todos estos chicos de Renacer, todos mis amigos, los hijos de los otros miembros del grupo, se convirtieron en mis hermanos pequeños y en mis hermanos mayores.

Yo solamente quiero decirles que quiero mucho a toda la gente de Renacer y a todos mis hermanos y le quiero agradecer a mi mamá que luego de que ella perdió a dos hijos, me dejó continuar con mi vida, porque ella no se encerró en que “tú eres la única hija que me queda”, “te necesito”, “no quiero que te vayas”, ella me dejó ir, de intercambio, un año a Estado Unidos, donde ella no supo nada de mí por casi un año y hoy quiero agradecerle que haya sido tan fuerte de aguantarse todo eso. (aplausos)

Quiero decirles a todos que cuando muere un hijo, no tienen que parar sus vidas ni tienen que poner una pared o un muro y no dejar que los otros hijos hagan nada, porque tengan miedo de que les pase algo y perder otro hijo.

Yo diría que todos los padres sean más abiertos en ese tema de no impedirles a los hijos, de no pensar sólo en “yo fui el que perdí un hijo”, tienen que pensar que nosotros perdimos un hermano y perdimos a través de eso, muchas libertades y también tienen que ponerse a pensar que, aunque ustedes no lo vean, nos duele mucho que siempre nos digan “tu hermano hacía esto o aquello”… que se den cuenta que todos somos diferentes, de que no vamos a cometer ni nos van a pasar las mismas cosas y eso es lo que quería decir. Muchas gracias. (aplausos)

Federico: Nosotros somos Federico y Sofía y hace seis años perdimos una hermana, ella mucho tiempo no estuvo, pero yo estuve durante seis años y durante esos seis años comprendí que estar con un hermano es lo que hay que valorar, porque a un hermano se lo quiere mucho y por más que no esté ahora lo tenemos en el corazón porque lo queremos mucho. (aplausos)

Julián: Soy Julián de Santa Fe de un grupo Renacer de hermanos; no tengo mucho que decir, pero quiero agradecer a Renacer porque ayudaron mucho a mis viejos, soy hermano de Damián, que hace tres años partió y hasta que empezaron en Renacer también mis viejos, era una guerra en mi casa, como que nos mirábamos y nos matábamos, quiero agradecer. (aplausos)

Nicolás: Soy de Tucumán, perdí a mi hermana hace ocho años y la verdad es que ella tenía seis meses cuando partió, mucho tiempo no pudimos compartir, pero creo que con dos días bastan para saber que a tu hermana no la ves más.

Fue muy difícil porque era muy chica, extrañar tantas cosas… el momento que por ahí entre las hermanas y mamá bañándola y planear cosas que de un día para el otro se acaban, se te acaban todos los planes, es difícil aceptarlo, pero gracias a Dios tengo una familia enorme y muy linda que logró superarlo.

En Tucumán no hay grupo de hermanos pero hablar con mi mamá después que vuelve de las reuniones me ayudó bastante, siempre me guía por el camino del bien y me acompaña en todo momento.

También como dijo Agustina, creo que los padres no se tienen que quedar en que, por miedo a algo, no dejen vivir bastantes cosas a su único hijo, creo que tienen que dejar que el hermano que perdieron lo va a acompañar y cuidar que nada le pase y que va a estar bien lo que hagan.

Creo que eso es lo que tienen que pensar antes de decir que no a algo, que es necesario vivir la niñez, la adolescencia y un montón de etapas de la vida, creo que siempre van a estar acompañándonos a nuestro lado, aunque no esté con nosotros ahora, va a estar en el corazón, a nuestro lado guiándonos siempre, eso siempre lo pensé y lo voy a seguir pensando. Muchas gracias. (aplausos)

Matías: Buenas tardes a todos, soy Matías de Paraná, hermano de Julián.

Quiero agradecerle a todo el grupo Renacer, a todos los padres que ayudaron a los míos a superarse o están ayudándolos a superarse de tan lamentable pérdida y realmente le agradezco a mis padres por la fortaleza que tienen en querer estar bien por ellos mismos por el hijo que partió. Gracias (aplausos)

Gustavo: Yo quisiera decir una cosita más que hoy me quedó.

Nosotros comprendemos el dolor de los padres, lo imaginamos, es un dolor terrible, pero no hay un medidor del dolor para ver quien sufre más o quien sufre menos, como ustedes sufren la pérdida de un hijo al máximo, nosotros sufrimos la pérdida de nuestro hermano al máximo también, entonces, no queremos que caigan todas las responsabilidades en nosotros porque nosotros tenemos dos problemas, la pérdida de nuestro hermano y cuidar de nuestros padres y hay algunos padres que la hacen fácil, quedan tirados y dicen “a mí se me murió un hijo”, entonces, nosotros tenemos que tomar el rol de padres, de nuestros propios padres, entonces, ésta es la conclusión que más o menos quería decir. (aplausos)

Como conclusión final lo que nosotros queremos decir es que nosotros hemos perdido nuestros hermanos y son los únicos que les quedan a nuestro padres, ustedes, o esa que por nosotros estén bien y adelante. (aplausos)

Aldo: Vamos a hacer lo siguiente: todo el que quiera hacer una pregunta que levante la mano y nosotros le vamos a ir acercando el micrófono y tienen que hacer preguntas breves y concretas a cualquiera de los panelistas.

Pregunta: No es una pregunta. Quiero decirle a los hermanos que todo lo que han dicho ustedes se lo agradezco, en nombre de todos los padres, especialmente en lo que me pasa a mí, yo en siete años que perdí a Sebastián descuidé a mi hija. Yo de acá me voy lista para abrirme totalmente a mi hija y seguir adelante. Muchas gracias.

Pregunta: Yo soy Jorge de San Justo, mi hija falleció hace 28 años y no existía Renacer, por supuesto y el tratamiento que recibió de sus papás mi otra hija, fue un retraimiento de nuestra parte, cosa que todavía hoy nos sigue reprochando a su mamá y a mí, a pesar de tener cuarenta años, estar casada y nos dio nietos.

Yo quiero preguntarle a los mayores, ustedes están más cerca mío, yo tengo setenta y dos años ¿qué puedo hacer para que ese reproche se calme? y explicarle a nuestra hija que fue un momento en que nosotros no le rendimos a ella todo lo que se merecía por la falta de la otra hija menor, que no fue voluntario, sino que fue propio del momento y de los hechos.

En aquella época, por una cuestión generacional, los papás, hablo de los hombres, teníamos mucho menos relación con nuestras hijas, se lo dejábamos todo un poco a las mamás, por una cuestión de femineidad, así que yo tengo un escudo aparente, que me puede servir para escudarme, pero mi señora, Marta, la mamá que está acá al lado mío, ella no tiene ninguna respuesta para su hija para poder explicarle que no fue su voluntad dejarla a un lado, sino que hubo un árbol que le tapó el bosque.

No sé si alguno de ustedes, de los papás mayores, sobre todo, tiene alguna respuesta para darme para hacerle llegar a mi hija, y decirle que ya su reproche, si bien no carece de validez, tiene mucho menos importancia en este momento.

Muchas gracias igual, por lo que me digan.

Ramón: Bueno, lo que yo te puedo decir es que, sí, está enojada, está muy enojada sí.

Está enojada porque ella vivió una situación mal, está enojada, tiene bronca, como yo la tenía con mi padre, es así, no vamos a mentir, yo con mis padres tenía bronca, porque yo veía que yo hacía todo y que ellos en el momento que estaban no me daban nada, te lo quiero explicar de esa manera.

Bueno, yo creo que lo que tendrías que hacer, que tú dices que tienes un bosque, bueno, tienes que empezar a sacar las ramas, cortá las ramas y va aparecer la claridad y la vas a poder ver.

Después de eso lo que tienen que abrir los dos, los dos, es abrir el corazón y decirle, mirá me equivoqué, acepto mi responsabilidad, me equivoqué, te pido perdón.

Llegado el momento te va a entender, no lo hiciste por maldad, nadie hace esto por maldad, son situaciones de la vida, la vida nos pone en este camino, que no es sencillo y que nadie tiene las soluciones, porque yo no tengo la solución, ninguno de los que están acá tenemos soluciones.

Nosotros ¿qué hacemos?

Hablamos con el corazón, abrimos nuestro corazón, decimos lo que pensamos yo creo que lo que ustedes tienen que hacer es eso, decirle… ¿tienes nietos?

Jorge: sí, dos nietos

Ramón: Y bueno, dos nietos, y bueno, mirá hacé un asado el domingo y la invitas a que venga a comer con los nietos y en esa reunión le dices, estando los nietos presentes, que sepan que los abuelos no hicieron eso por mal, sino porque no sabían y otra cosa yo no te puedo decir.

Abrí tu corazón y sé sincero; el perdón va a venir solo. (aplausos)

Pregunta: Hola chicos, yo soy una mamá de Paraguay yo más que pregunta quisiera comprometerlos porque allá los jóvenes, nuestros hijos, los hermanos que quedan, no tienen un grupo Renacer, entonces, quiero preguntarles ¿están ustedes en condiciones de comunicarse con nuestros hijos en Paraguay?

Ramón: Claro, sí.

Hay cosas lógicas, lo que pasa es que es medio difícil lo que nos planteas, te explico porqué, acá por lo que ves, la diferencia de edades es amplia, en mi caso, yo la única manera que podría comunicarme con los chicos de Paraguay es que fuera a Paraguay, ¿sabes por qué? en mi caso soy de la vieja guardia, a la computadora la sé apagar y la sé prender, entonces, las que me manejan la computadora son mis hijas.

Creo que hay que plantearlo a los hermanos y creo que vamos a poder ir a Paraguay, me imagino que Paraguay puede hacer un encuentro y vamos a llegar, no sabemos como, pero vamos a ir. (aplausos)

Pregunta: Yo les quiero preguntar, porque hace siete meses que un hijo mío se quitó la vida, me quedó otro que vive en Usuaia, tiene veintisiete años y yo viajo a verlo, quiero sacar el tema pero no me lo permite, o sea, el día que le dije que su hermano se quitó la vida, mi hijo me dijo, mamá tengo una bronca muy grande contra él, no me hables del tema.

Entonces ¿quisiera saber cómo puedo llegar a él? para poder hablar con él sobre el tema. Y más que todo para como que él pueda sacar afuera.

Él está en Río Grande está muy abocado a su profesión y no desahoga ese dolor, que quizá yo, tal vez, lo pueda expresar porque pertenezco al grupo Renacer y hablo mucho sobre el tema y también espiritualmente trato de hacer muchas cosas para poder enriquecerme interiormente, pero ¿cómo poder ayudar a mi hijo?

Respuesta: Es difícil porque no todos los hermanos somos iguales, en mi caso tengo otra hermana que tampoco habla de mi hermano que ha partido, entonces, hay ocasiones que cada uno de nosotros los hermanos, tenemos nuestra forma de vivir ese duelo, yo creo que hace falta tiempo, a algunos hermanos nos hace falta más tiempo, unos somos más expresivos que otros, otros nos comunicamos más fácilmente, a todos nos duele por igual, pero yo creo que hay que dejarlo que el tiempo haga que él haga su duelo y en ese momento te va a decir mamá hoy hablamos de mi hermano. (aplausos)

Pregunta: Hace seis años que perdí a uno de mis hijos y mi hijo mayor se alejó de nosotros, vivió en casa hasta que hace poquito, la semana pasada, se mudó, pero se mudó sin hablarnos casi, es como que se encerró en sí mismo y también escapó, es como que nosotros dejamos de ser sus padres, pero nosotros no entendemos el porqué, pues nosotros seguimos brindándonos a ellos.

Me gustaría si alguno de ustedes me pudiera dar su experiencia porque yo también soy mamá y soy hermana, yo perdí dos hermanas y me acerqué más que nunca a mis padres, siempre estuve cercana, pero me duele mucho, nos duele mucho con mi esposo, que no podamos hablar sobre ningún tema con mi hijo. Gracias.

Beatriz: Le voy a tratar de responder, mi hermana tiene dos hijos, cuando perdió uno, su otro hijo quiso “recuperar”, entre comillas, la familia que había perdido y se acercó a formar una pareja, su hogar se había destruido porque no tenía a mi hermana que era su mamá.

Él quiso reparar su hogar en otra familia y se fue. Y pasó mucho para poder hacerle entender que esa era otra familia que él estaba formando, porque él formaba una nueva familia y no podía dejar la familia que él tenía que, realmente, era su mamá.

Entonces se fue alejando y por eso dije que tuve que volver a reconstruir la familia, que también se había alejado de mí.

Pregunta: Yo quiero decirles a los hermanos lo siguiente: nosotros en San Justo, el último jueves de cada mes, hacemos una reunión abierta donde participan hermanos amigos, y todas aquellas personas que siendo o no de Renacer, pueden participar.

El reclamo que hacen ustedes están en todo su derecho, yo tengo una hija de 27 años que está bastante cerrada también, pero está la otra cosa, visto el tema desde otro lado, ustedes como hermanos van a superarlo quizá en dos años o tres años, pero nosotros como padres, nosotros como papá o mamá, seguramente, la muerte de ese hijo la vamos a llevar hasta la muerte. No lo tomen a mal, gracias.

Emilce: Yo te pregunto a vos ¿cómo sabes que nosotros vamos a superar la muerte de nuestros hermanos? (aplausos)

Ramón: En mi caso, planifiqué una vida junto a mis hermanos, junto a Beatriz y a Marcelo, a mi me puede volver a pasar, que yo pierda a mi hermano y el tiempo me va a hacer que yo pierda a mi madre y a mi padre, yo tengo 44 años, eso me puede pasar mañana o me puede pasar pasado mañana yo puedo llegar a los 48 años, sin madre, padre y sin hermano y yo voy a quedar solo en el mundo, ¿que te parece?

Aldo: No vamos a dialogar. Por favor vamos a hacer preguntas y respuestas, por favor. A veces las respuestas no son las que nosotros esperamos, pero en definitiva son las respuestas.

Pedro: Perdón que me voy a meter yo, creo que no podemos entrar en la competencia de quien sufre más. (aplausos)

Lo triste de esto es que los hermanos están mal y los papás están mal, lo que estamos advirtiendo acá es que Renacer es un mensaje de esperanza para todos, así que no midamos ni comparemos, lo hacemos sin querer, pero todos sufrimos y todos tenemos la posibilidad de ser felices nuevamente.

Aldo: Hagamos lo que siempre Gustavo y Alicia nos advierte, tratando de encontrar en el otro lo mejor que el otro tiene y tratar de dar cada uno de nosotros lo mejor que nosotros tenemos.

Los chicos están dando su testimonio desde su lugar y debemos de respetar esa manera de pensar, pero fundamentalmente lo que quiero aclarar es lo que dijo Ramón anteriormente, jamás hicieron un reclamo, nos están diciendo como ellos se sienten.

Vamos a seguir con preguntas cortitas porque ya se nos está terminando el tiempo y también con respuestas cortitas, que sean preguntas, sólo preguntas, simplemente, no intervenciones testimoniales.

Bueno, si no hay más preguntas, vamos a pasar a la charla de Alicia y Gustavo.

Ramón: Por último, lo único que nosotros pretendimos es haber hecho una reunión de amor, nada más.

* * * * *

Nota: Hay algunas intervenciones imposibles de captar y fragmentos que han sido imposibles de desgrabar, aun escuchando varias versiones grabadas, por lo cual se pide comprensión por la falta de algún fragmento o alguna intervención.

27 de setiembre de 2008


Gentileza de Enrique Conde - Renacer Congreso - Montevideo - Uruguay

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