domingo, 1 de marzo de 2009

Lo que Implica la Esencia de Renacer

 La historia de Renacer es la historia de un cambio posible conseguido por miles de personas de múltiples comunidades en tres continentes, cimentado en un nuevo y sólido fundamento filosófico antropológico y una moral, de la responsabilidad y de la libertad, sustentado en la dimensión espiritual, atributo específicamente humano.

  Desde el momento de su creación hemos trabajado con aquello que es universal a nosotros, lo que es esencial a todos los padres que pierden hijos, que es el sufrimiento que esa pérdida nos ocasiona y no las emociones o sentimientos que ese sufrimiento produce.

  Este mensaje no es un mensaje común, en él está el recuerdo y la memoria de nuestros hijos, en este mensaje está implícita la Esencia de Renacer.

  En consecuencia, necesitamos trabajar firme en la Esencia de Renacer; es necesario que la conozcamos y nos mantengamos dentro de ella, es preciso hacer un esfuerzo por conocer el significado de los grupos en su esencia, porque el mejor antídoto para todo tipo de dificultades es un conocimiento preciso de la Esencia de Renacer, así como discurrir en esta familia con honestidad moral e intelectual.

Cabe preguntarnos pues, ¿Cuál es la Esencia de Renacer?

  Inmediatamente surge la expresión de Víctor Frankl “El hombre que se levanta por encima de su dolor para ayudar a un hermano que sufre, trasciende como ser humano”

  Lo cual nos trae otra interrogante: ¿cómo es posible ayudar a un hermano que sufre por encima del propio dolor?

  Aquí aparece la primera característica de la Esencia de Renacer, ayuda entre pares, es decir, entre quienes sufren por la misma causa, y no quieren seguir viviendo de la manera en que lo están haciendo.

  ¿Ayudar a qué?  

  Ayudar a enfrentar el dolor, aprender de esta realidad que nos toca vivir, otorgar al sufrimiento un sentido y en ese proceso, dar un nuevo significado a la vida.

  ¿Cómo enfrentar el dolor? 

  Mostrando a quien se acerca, en primer término, que no está solo.

  Mostrando que todos llegamos al grupo con la misma desorientación en que se encuentra él o ella hoy, que no hubo psicólogo ni siquiatra ni pastilla que pudieran ayudarnos.

  Mostrando que es posible.

  Mostrando que Renacer es un grupo de ayuda mutua de padres que enfrentan la muerte de sus hijos con la frente en alto.

  Mostrando que Renacer es esperanza, pues detrás de una tragedia hay mucho por descubrir.

  Mostrando que la vida nos ha enfrentado a una situación que no podemos resolver quedándonos en el pasado, en un pasado que no podemos modificar.

  Mostrando que tenemos la capacidad de oponernos a aquellas emociones y sentimientos que nos condicionan.

  Mostrando que en vez de sumirnos en el dolor, por amor a nuestros hijos, el que se fue y los que nos quedan, podemos aprender de esta realidad que nos toca vivir.

  ¿Aprender qué de esta realidad?

  Darnos cuenta, quizás por vez primera, que al enfrentarnos a situaciones límites, somos seres envueltos en nuestro propio devenir, que la historia ya realizada no puede ser cambiada, que no tiene sentido continuar rumiando eternamente sobre ese pasado, y que la salida existencial yace por delante nuestro, en lo que aún queda por realizar de nuestro futuro.  

  Que una cosa es lo que nos ha pasado y otra cosa, y muy distinta, es lo que cada uno de nosotros decide hacer con aquello que nos ha sucedido.

  Que los por qué no tienen respuesta.

  Que no estamos en el mundo con más derechos que antes, sino con más responsabilidad frente a los otros hijos que nos recuerdan que estamos de este lado de la vida y nos reclaman, frente a nuestra pareja, frente a la comunidad que está mirando qué mensaje estamos dando ¿que la muerte todo lo puede? ¿que la muerte nos destruye? ¿que nuestros hijos están siendo nuestro verdugos?

  Aprender una nueva manera de comunicación que parta desde lo mejor de cada uno hacia lo mejor del otro y, en ese proceso, ver al otro como aquel para quién yo soy el otro. 

  ¿Otorgar al sufrimiento un sentido?  

  Captar que el sufrimiento es un fenómeno específicamente humano, despersonalizarlo y no centrarlo en el propio sufrimiento.

  Entonces el objetivo no será no sufrir sino no sufrir en vano.  

  Darnos cuenta que nuestra vida ha sufrido una conmoción existencial, que nos ha cambiado para siempre, que ya no seremos las mismas personas, que tenemos que optar y que somos libres para hacerlo y siempre responsables de la opción que adoptemos.

  Y en ese camino cambiar los “por qué” por “para qué”.

  Cuando las circunstancias no pueden ser cambiadas, el sufrimiento le da un sentido nuevo a nuestras vidas, frente a nosotros mismos, frente a nuestros hijos, frente a la comunidad, frente a la vida, frente a la muerte, frente a Dios o como cada uno lo sienta.

  Y a partir de ahí, vivir nuestra vida tratando de aceptarla tal como es, vivirla con coraje, no escapándose de ella, no ocultándose de ella, enfrentándola con valentía.

  Como dice Elisabeth Lukas “Las grandes cosas de la existencia sólo le son dadas a los seres que saben orar y la mejor manera de aprender a hacerlo es por medio del sufrimiento.”

  ¿Dar un nuevo significado a la vida?

  Nos dice Frankl: “Si se quiere definir al hombre, habría que definirlo como el ser que hasta puede liberarse de aquello que lo determina.” 

  La muerte de un hijo debe servir como una plataforma de despegue, como una plataforma de despegue espiritual, una plataforma donde asentarnos, para crecer y ser personas distintas.  

  Nada hace al hombre más capaz de superar su sufrimiento, como la experiencia vivida de tener una misión especial en esta vida.

  Estos caminos confluyen en uno sólo, como quizás en ninguna otra ocasión en la vida: el ser sufriente a quién ayudar se vuelve la tarea a cumplir.

  Después, a nivel individual, al despertar en cada uno a la solidaridad, vendrán otras ayudas, la que se dispensa a todo ser que afectado por la adversidad, sufre como ser humano.

  Pero, la esencia de Renacer no se agota en la ayuda a un hermano que sufre, sino que empieza por la ayuda a un hermano que sufre… se ahonda en la ayuda a un hermano que sufre… y también termina allí, pero, en el camino, la esencia de Renacer implica un cauce, implica el funcionamiento del grupo, implica una tarea dentro de cada grupo, implica una transformación interior, implica una actitud, implica una conducta; implica descubrir, implica comprender, implica una filosofía, implica despertar a la espiritualidad... y más… responsabilidad, libertad para elegir, un imperativo ético, una revolución cultural, una actitud moral, considerar a las emociones y sentimientos la parte reducida del ser humano, considerar al sufrimiento como un fenómeno patrimonio de la humanidad, comprobar que el dolor no es para siempre, un desafío, una segunda oportunidad, respetar las creencias… y más…

  Y tantas otras cosas que se van grabando en la mente y penetran en la conciencia de cada uno como el agua mansa que fertiliza los campos, en razón de escucharlo una y mil veces, hasta que un día se despierta a que esa es la realidad de la vida, como tan claramente fue dicho en Huerta Grande 2008; “encontrar sentido a esta tragedia; y cuando se le encuentra sentido, lo más maravilloso de esto es que nuestros hijos no se van en vano, es que su partida no es estéril, es que este sufrimiento es germen, es tierra fértil en este corazón, para que crezcan nuevas raíces, una nueva planta, planto un nuevo árbol cuyas ramas lleguen al cielo.”

  Se abre así una puerta para reflexionar sobre cada uno de estos aspectos de “Lo que implica la Esencia de Renacer”, en base al mensaje de Renacer integrado a través de los conceptos vertidos en los veinte años transcurridos de su historia.



 Gustavo y Alicia Berti

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