lunes, 17 de noviembre de 2008

El duelo (segunda parte)

Continuación del artículo del Médico Psiquiatra Luis Jorge Gamboa Albornoz donde describe las diferentes etapas del proceso del duelo

TIPOS DE DUELO

ANTICIPADO: precedido con tiempo y pleno conocimiento de la situación, permite prepararse anímicamente.
RETARDADO: es un duelo inhibido o reprimido. Se puede tener una reacción emotiva en el momento de la perdida, pero no va en proporción con el significado de la perdida de un ser querido. El pesar se manifiesta con cierta exageración más adelante cuando la perdida es reactivada por una perdida menor.
CRONICO: Es un pesar inusitadamente intenso que no diminuye con el tiempo y, por lo tanto, se transforma en una manera de ser.
EMERGENTE: El sufrimiento aparece por etapas, fechas o circunstancias.
PATOLÓGICO: El duelo anormal puede presentarse de diversas maneras, que va desde el retraso del duelo, o la ausencia de este, hasta un duelo muy intenso y prolongado.
NEGADO: Es la ausencia de la expresión del duelo en el momento de la perdida.
EXTRAORDINARIO: Ocasionado por situaciones críticas de la muerte; aborto, suicidio, homicidio, tortura, cuerpos sin aparecer, guerras, etc.
SALUDABLE O POSITIVO: Te planteas el gran desafío de reincorporarte al mundo a partir de una nueva identidad, de un nuevo conocimiento de nosotros mismos, en el cual no esta incluido nuestro ser querido fallecido, lo que no significa que vayamos a olvidarlo.

ES POSIBLE VOLVER A LA VIDA, VOLVER A AMAR, Y VOLVER A SONREÍR.

Recomendaciones para un duelo sano
LLORAR: es humano y es una reacción normal ante la muerte de un ser amado.
HABLAR: es una forma de desahogarse y compartir nuestros sentimientos y nuestros estados de animo.
CONVERSAR CON OTROS PADRES: acercarse a un grupo de ayuda mutua puede aliviar en gran medida nuestro dolor, al escuchar a otros padres como sobreviven, es una esperanza.
RECONOCER LA PERDIDA: admitir la perdida nos permitirá avanzar en la aceptación.
ESCRIBIR LO QUE SE SIENTE: nos permite esclarecer nuestros propios sentimientos y las emociones.
CULTIVAR EL AFECTO Y EL AMOR MUTUO EN LA PAREJA: mantener comunicación con el cónyuge.
PRESTAR ATENCIÓN Y CONSOLAR A NUESTROS HIJOS: ellos también elaboran su propio duelo, no los olvidemos.
RESPETAR EL DOLOR DEL CÓNYUGE: Se debe evitar la crítica ante el dolor de nuestra pareja.
CONSULTAR A UN PROFESIONAL: Asistir con un Psicólogo para recibir orientación y consejo.
EVITAR TOMAR RESPONSABILIDADES O DECISIONES IMPORTANTES: Aplazar las decisiones importantes como cambiar de casa, vender las cosas o cambiar de trabajo.

DUELO EN PAREJA
Luego de la dramática pérdida de un hijo, cada uno de los padres asume su propio dolor y la relación de pareja no ocupa un primer término.
Existe una gran variedad de patrones de comportamiento frente a la perdida de un hijo y todos son validos.
Por lo general son las mujeres las que expresan sus sentimientos mas abiertamente y lloran en forma mas frecuente.
En cambio los hombres inhiben el dolor y no muestran sus sentimientos.
Según La sociedad y nuestra cultura “El hombre comparte lo que hace, no lo que siente”, aunque por dentro sienta rabia, frustración, impotencia, culpabilidad y sentimiento de fracaso como protector.
Es frecuente que se produzcan tensiones y conflictos en la vida de pareja como:
No coincidir con la forma como el otro vive su perdida
Culpar a la pareja
Falta de sincronización en las etapas del duelo

DUELO EN NIÑOS Y ADOLECENTES
Podemos pensar que los niños no comprendan lo que es la muerte, pero son perfectamente sensibles a los cambios que se producen en la casa y a la ausencia del contacto físico con la persona fallecida.
La reacción casi inmediata de un niño al enterarse de la muerte de un ser querido gira en torno a tres preguntas: ¿la cause yo?, ¿me puede ocurrir a mi, a papá o a mamá?, ¿quien cuidará de mi?.
Se debe dar respuesta a estas preguntas según el nivel de entendimiento de cada niño.
Un niño puede fantasear que él tiene relación con la muerte del ser querido o puede pensar que la muerte es “contagiosa”.
Algunos síntomas significativos que se manifiestan en la conducta de los niños son:
Cansancio o hiperactividad ,Sentido de vulnerabilidad, miedo por su seguridad y por sus seres mas queridos.,Problemas de atención y memorización, falta de sueño y apetito.
A los niños siempre hay que hablarles con la verdad y tratar de responder de la mejor manera a todas las preguntas o dudas que pudieran tener.
Y en el caso de que uno o más síntomas permanezcan de manera prolongada, solicitar ayuda profesional para valorar la situación y facilitar la aceptación de la muerte.

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