martes, 9 de junio de 2009

Una Historia de Amor ( 3ra.Parte )

“UN VIAJE DE MIL MILLAS, EMPIEZA POR UN PASO”

Gustavo: “Yo recuerdo que cuando empezábamos nosotros a transitar este camino, cuando empezamos a salir de Río Cuarto, con una idea que en un momento ni siquiera sabíamos lo que iba a pasar, sólo nos interesaba trabajar y sentirnos mejor nosotros y ayudar a otros papás de Río Cuarto, la primera charla que dimos afuera comencé con unas breves frases del poeta peruano César Vallejo que decía: "Son las crepitaciones de un pan que en la puerta del horno se nos quema".

“Estábamos frente a muchos papás, muy dolidos que todavía no conocían de Renacer, y nosotros hablábamos y decíamos que nosotros somos más que nuestras emociones, que existía en nosotros una dimensión que nos permitía trascender todo esto, la gente nos miraba como si estuviéramos locos. 

Y después cuando salíamos teníamos que conversar con los papás y decirles que, verdaderamente, lo que nosotros decíamos lo sentíamos, que nosotros podíamos levantarnos por encima de nuestras emociones, que una cosa era lo que nos había pasado y otra cosa, muy distinta, era lo que cada uno de nosotros decidía hacer con aquello que nos había pasado.

Lo graficábamos diciendo "Yo perdí un hijo, pero si yo me destruyo, no puedo echarle la culpa a Nicolás, porque la decisión de destruirme es mía, así como es mía la decisión de caminar por la vida con la frente en alto".

Esto generaba interminables discusiones, porque había papás que no creían en esto, que no lo conocían, que insistían, pero a mí me duele, pero yo siento bronca, pero yo tengo rabia, que me venís a hablar vos del espíritu, ¿quién cree en el espíritu? el espíritu no existe, lo que existe es mi dolor.

Nos escuchaban decir somos más que nuestras emociones, somos capaces de levantarnos por encima de ellas, somos capaces de trascenderlas; Víctor Frankl nos ha enseñado que el hombre que se levanta por encima de su dolor para ayudar a un hermano que sufre, trasciende como ser humano y en ese trascender, el hombre se encuentra a sí mismo. 

Y no se entendía la trascendencia y volvíamos a discutir con el dolor, con la ira, con la rabia y buscábamos mil maneras distintas, después de cada reunión, un ejemplo, una metáfora, que fuera más firme, que tuviese más valor, para demostrar eso.

Nos costó mucho tiempo y nos costó sacrificio, nos costó discusiones, nos costó enojos con algunos hermanos de Renacer también; hubo gente que se enojó con nosotros porque nos decían: la gente no va entender ese mensaje, los papás que sufren y están dolidos no van a entender ese mensaje, ¿cómo les van a entender que tienen que caminar con la frente alta, cuando están desechos?

Y nosotros decíamos: se puede. Se puede y queríamos que nos vieran a nosotros como se puede.

Fueron diez años de caminatas, una vez sacamos la cuenta y creo que habíamos hechos más de ciento veinticinco mil kilómetros yendo a distintos lugares, hubo un año que viajamos dos veces por mes dos mil kilómetros por mes, y terminamos el año, un 29 de diciembre en Peguajó, regresando a Río Cuarto el treinta de diciembre, y lo hicimos con ganas y lo hicimos con gusto, pero siempre nos quedaba la idea de que no había llegado el mensaje, de la manera que nosotros queríamos, pero no obstante seguimos.”

“Y no podíamos llorar, porque ¿cómo íbamos a ayudar a otra persona si nosotros mismos estábamos llorando? Eso fue lo que la vida demandó de nosotros, nosotros cumplimos con esa tarea, pero nuestra hija no pudo, no tuvo una red de apoyo como estos chicos han mostrado, por eso me emocionó mucho a mí, yo lloré no con lágrimas de tristeza, sino con lágrimas de emoción; hacía mucho tiempo que no lloraba, me tocó mucho, me conmovió mucho hoy los hermanos.” 

“Durante estos años hemos estado recorriendo muchos lugares invitando a los padres a que piensen en lo que viene después, no en lo que ya pasó, porque eso no se puede cambiar.

Que piensen en los maravillosos caminos que pueden abrirse a partir de ese momento y que nosotros, como muchos de los padres que están aquí presentes hemos transitado. Ese camino luminoso, ese camino que siempre Alicia lo dice con palabras más lindas que yo.”

Alicia: “Yo recién acusé recibo que Renacer había cruzado el Atlántico, cuando en un seminario intensivo que ofrecimos en Barcelona, el papá que nos presentó que es francés, pero vive en España hace muchos años, casado con una española, dijo: porque “nozzotros” aquí en “Renazzer”... ese Renacer sonó muy distinto yo me dije, es cierto, Renacer cruzó el océano, estamos en otro continente, ¡qué poderoso que tiene que ser el mensaje para que haya cruzado el océano Atlántico!

Y hoy los papá de Renacer España, los que pudieron venir e hicieron el esfuerzo de cruzarlo, están aquí con nosotros con estos maravillosos 45 grados a la sombra con que nos esperó Uruguay.”

SEGÚN PASAN LOS AÑOS


Gustavo:“Los primeros años que fueron años duros y difíciles, tuvimos muchas dificultades y tuvimos problemas y tuvimos enemigos; tuvimos problemas de afuera y tuvimos problemas de a dentro […] y queremos contarlo, porque para muchos de ustedes Renacer era una cosa ya hecha que estaba cuando vinieron, entraron, los ayudaron, los abrazaron, pero se preguntaron ¿cómo nació Renacer? ¿cómo se originó? ¿qué dificultades tuvo que pasar? ¿cómo creció? ¿cómo llegó a ser lo que es ahora?

“Cuando, aparecieron los grupos de Moldes y de San Luis, nosotros ya sabíamos que Renacer iba a expandirse, pero todavía no estábamos preparados porque lo que sabíamos nosotros era que el grupo trabajaba y tenía una tarea muy esperanzadora una acción muy poderosa y terminábamos siempre cada reunión con un mensaje de alegría y esperanza.  

Eso lo podíamos hacer nosotros, pero de allí a que pudiera hacerlo otra persona no lo sabíamos.

Cuando apareció la necesidad de que Renacer creciera, aparece la necesidad de un modelo, un modelo que sustentara filosóficamente, existencialmente, esta tarea de ayuda mutua, para que otras personas y otros grupos pudieran utilizar en otros lugares sin nuestra presencia, para que Renacer no fuera un grupo de dos personas iluminadas.”

“Entonces cuando aparece la necesidad de un modelo, ese modelo se llama Víctor Frankl y su pensamiento, la logoterapia y el análisis existencial.

Este es tanto un modelo para ayudar a personas que buscan un sentido al sufrimiento o a una tragedia que le toque vivir.”

“Víctor Frankl nos dijo muchas cosas que nosotros fuimos adoptando en la metodología de trabajo y entonces permitió que esta experiencia de Renacer pudiera ser repetida en otros lugares, sin que estuviéramos nosotros, que el mensaje, en sí mismo, es lo suficientemente poderoso para que solo se plantara como lo hizo, cruzando fronteras, cruzando el océano sin que necesariamente estuviéramos nosotros. 

“En 1990 vino Víctor Frankl a la Argentina, nosotros fuimos y Alicia tiene oportunidad de conversar con él y Víctor Frankl le autografió un libro y entonces nos vinculamos con gente de la Logoterapia que nos invitaron a dar una charla sobre lo que estábamos haciendo en un congreso en San Luis.

Dos meses después se inauguró el primer grupo en Buenos Aires, en setiembre de 1990 se forma en San Luis, en noviembre en Mar del Plata, y en diciembre del 90 en el lugar que hoy es Puerto Madero, que entonces no existía, en una salita con 800 grados de calor un 15 de diciembre, un ventilador en una salita de tres por tres vidriada con un calor espantoso éramos seis personas y nosotros dos, allí damos una charla sobre Renacer y ahí empieza Renacer en Capital Federal.

Al año siguiente viajamos cinco veces a Capital Federal para apoyar el grupo.”

“En 1992 se hace el primer encuentro nacional de los grupos Renacer en Río Cuarto, entonces éramos 14 grupos: Río Cuarto, Moldes, Villa Mercedes, Mar del Plata y 10 grupos de la Provincia de Buenos Aires.

En 1993 estuvimos en el programa de Mirtha Legrand y a partir de ahí empezó a haber llamados de gente que quería formar grupos y nosotros viajamos en cuatro años de 1993 a 1997 haciendo más de 120.000 kilómetros.

Dos fines de semana al mes íbamos a algún lugar y muchos de ustedes se deben acordar de irnos el sábado a la mañana, el sábado a la tarde teníamos una charla, el sábado a la noche una cena, el domingo a la mañana un desayuno de trabajo donde hablábamos de los problemas de los grupos, el domingo a la tarde volvíamos y el lunes a la mañana a trabajar.”

“En 1995 dimos una charla en San Pedro, Provincia de Buenos Aires, cuando terminamos la charla, un señor se acerca a nosotros y nos dice: “ustedes no han nombrado a Jesús en su charla, ustedes tienen que trabajar por Jesús y tienen que trabajar para Jesús” y nosotros le dijimos: no.

Ese hombre era un sacerdote y se llamaba Mateo Bautista, ustedes lo conocerán; nosotros dijimos no, porque los grupos son ecuménicos -universales, abiertos-, nosotros no somos religiosos y no nos corresponde a nosotros llevar la voz de la religión, la voz de la religión la lleva usted, nosotros llevamos la voz de los padres  

Y allí vino un conflicto.

Nosotros venimos diciendo desde hace mucho tiempo que los grupos no pueden imponer valores a los padres, pero ustedes hoy nos escucharon hablar de un valor fundamental para nosotros que es la RESPONSABILIDAD, la responsabilidad por nuestra propia vida.

Entonces ustedes podrán decirnos, ¿cómo? ustedes nos dicen que los grupos no imponen valores, pero ustedes hablan de la responsabilidad en un tono tan enérgico que hasta parece impositivo. 

Veamos, la responsabilidad tiene una característica, es un valor neutro porque todos los hombres somos responsables por nuestros actos, por lo que hacemos, pero después cada uno tiene que elegir ante quien es responsable, si es responsable ante Jesús, si es responsable ante Mahoma, si es responsable ante Buda, si es responsable ante su hijo, si es responsable ante la sociedad o si es responsable ante sí mismo, pero Renacer jamás le va a decir a un papá ante quien tienen que ser responsable; hasta ahí llega, jamás hemos impuesto un valor.”

“Al mismo tiempo que sucedía esto, se desprendió de Renacer el grupo de Mar del Plata, porque Mar del Plata nos pedía a nosotros que en todos los grupos se enseñara, se dieran clases de Logoterapia, y nosotros les dijimos: no, porque hacer eso sería imponer un valor, por un lado y por otro lado, ustedes escucharon hoy a Alicia, que cuando ella le dio gracias a Frankl, Frankl le dijo: “no; gracias a ustedes, porque ustedes son la Logoterapia”.

Si ustedes leen los libros de Frankl, él dice que la Logoterapia no es nada más que el leguaje del hombre común y corriente que lucha por encontrar sentido a su existencia, traducido al idioma médico.  

“Que les vamos a enseñar a los papás, nos dijo Frankl, si ellos nos están enseñando a nosotros, si ustedes son la Logoterapia, ustedes son quienes nos enseñan con su coraje, con su actitud, con su voluntad de vivir y con su decirle sí a la vida, ¿cómo les voy a enseñar yo a ustedes”

“Nos resistimos a que alguien le diga a un papá este libro no se puede leer, porque no estamos de acuerdo con ese libro y no lo vamos a decir nunca, porque, como dije, Renacer acompaña a los papás y a las mamás hasta que cada uno comprenda que vivir su vida tal como le es dada es su propia responsabilidad.

Gustavo y Alicia: “Cuando se habían cumplido 12 años del nacimiento de Renacer, ya se había extendido a cuatro países en nuestro continente y recientemente ha cruzado el Océano Atlántico para comenzar en Barcelona y otras ciudades de España. 

Esto implica un crecimiento vertiginoso y ciertamente mayor a cuanto pudiera pensarse, sino, si quiera, soñarse. 

De ese crecimiento hemos sido responsables todos nosotros, en mayor o menor medida, debido fundamentalmente a la actitud con que hemos enfrentado un destino adverso, demostrando así, a nuestras familias, a nuestros amigos a nosotros mismos y a la sociedad entera que es posible sufrir con dignidad y, a partir de Renacer, levantarnos por sobre nuestro dolor, para ayudar al hermano que sufre. 

Renacer ha crecido de esta manera tan explosiva, no por la difusión periodística que cada uno haya podido darle, tampoco por un azar del destino o por una circunstancia fortuita, sino que lo ha hecho por tener un mensaje tan poderoso que ha derribado barreras sociales, culturales y geográficas. 

Mensaje del cual todos nosotros, aun sin darnos cuenta, hemos sido y somos portadores, pero que, al mismo tiempo, y por el hecho de ser portadores de ese mensaje, que nuestros hijos nos han dejado, nos añade una responsabilidad extra en nuestras vidas, cual es la de llevarlo con dignidad y honestidad.”

Gustavo: hemos cambiado a través de los años el concepto que la sociedad y la cultura tiene de los padres que pierden hijos, es un cambio cultural y hemos tenido que vencer a las estructuras, las estructuras médicas que no creían, las estructuras de las obras sociales que no confiaban en nosotros, las estructuras religiosas que decían ¿cómo esas personas que no son religiosos van a hablar de la vida? y ¿cómo van a hablar de la muerte? ese es un tema que nos corresponde a nosotros.

Tuvimos que desafiar a todas las estructuras para que ustedes estén hoy acá y, sin embargo, en algunos lugares Renacer tiene estructura, eso lo hemos protestado, hemos dicho que eso no debe ser así y creemos que para los grupos que se formen en el futuro, el peor enemigo de los grupos va a ser la estructuración.

Nosotros, precisamente, estamos hoy acá porque hemos sido libres para venir.

Estas cosas las hemos dicho durante muchos años y muchas personas se han enojado, yo lo sé y yo lo lamento, pero estas críticas que yo hago no es para desvalorizar el trabajo que se ha hecho, no es con ánimo peyorativo, sino que tiene que ser hecha en algún momento porque esto es parte de la historia de Renacer.”

“Aparece así el poder del hombre sobre el hombre y esto es algo que tiene que ver con la historia de Renacer, porque tuvo que ver con los personalismos que han sido tan difíciles y son tan perjudiciales para los grupos y todavía lo siguen siendo.”


EL MENSAJE

Alicia: “Los objetivos de Renacer son claros:

Enfrentar el dolor, aprender de él, darle un sentido y en ese proceso, encontrarle un significado a la vida.

Esos son los únicos objetivos; alcanzar la paz y la serenidad, elaborar el odio y la ira, etcétera, etcétera, todos esos no son objetivos de Renacer, digamos, eso es parte quizás de la metodología de algunos grupos al funcionar, pero no es, ciertamente, el objetivo no constituyen los objetivos de Renacer.

Los objetivos, claramente, son éstos: enfrentar el dolor, aprender de él, darle un sentido y en ese proceso, encontrar un nuevo significado a la vida.

Todos sabemos que la vida cambió; cambió para siempre. Vamos a rescatar del pasado cosas positivas y todo lo que nos sirva para enfrentarnos a este presente y construir un presente pleno y proyectarnos a un futuro pleno. 

Esos son los únicos objetivos.”

“Nosotros siempre decimos, fue una inspiración, ese mensaje fue dictado, ese mensaje no surgió de nosotros, por eso decimos que no es obra nuestra, esto es obra de los hijos.

En la medida que llevemos el mensaje con amor, con convencimiento, con mucho respeto por cada uno de los papás, eso es Renacer.

Recordemos siempre, por qué estamos en Renacer, y si bien estamos por nuestros hijos, cuando estamos allí nos damos cuenta que entramos porque no queremos seguir viviendo como estábamos viviendo.”

Gustavo: “Lo que decimos nosotros implica nada más que la manera en que Alicia y yo vemos a Renacer y a todos los lugares a donde nos invitan vamos a llevar la manera como nosotros lo vemos, pero también saben ustedes que no les decimos que tienen hacer esto así o asá. 

Nosotros, simplemente, mostramos. Mostramos el camino que nosotros hemos transitado y en el que nosotros creemos y después queda para cada uno tomarlo o no.” 

Lo que nosotros volcamos en las charlas a donde nos invitan, es la experiencia que hemos recogido de ustedes, algunas son nuestras, pero nosotros nos hemos enriquecido enormemente y hemos aprendido al compartir conversaciones con otros papás que nos han contado de la manera como han salido adelante y así hemos ido aprendiendo en estos años.” 

“Las necesidades de la vida ya estaban, estaban antes de nosotros y nosotros lo único que hicimos fue descubrirlo, fue quitarle el velo, fue desocultarlo, fue sacarlo a la luz, pero en ese aspecto todos somos creadores, todos nosotros somos creadores de Renacer porque cada uno, en su medida, va sacando a la luz este mensaje y lo lleva a otros lados.

Recordemos el ejemplo de Miguel Ángel, que cuando terminó el Moisés y le preguntaron ¿Cómo había hecho semejante belleza? él dijo: “estaba hecho, yo sólo le quité el mármol que sobraba”.

¿Nosotros qué hemos hecho? Le hemos quitado el polvo hemos sacado algo que ya estaba; que era la necesidad que los padres que perdían hijos no se murieran con sus hijos, para que, de esa manera, no transformáramos a nuestros hijos en nuestros verdugos. 

Eso es lo que nosotros hicimos, simplemente quitamos el dolor a la experiencia de la muerte de un hijo, aflorando el amor al hijo.”

“Ese mensaje no nació de un día para otro, nació del sí que ustedes nos dieron cuando nosotros arriesgábamos una idea, cuando nosotros nos animábamos a decir que la muerte de un hijo debía servir como una plataforma de despegue, como una plataforma de despegue espiritual, una plataforma donde asentarnos, crecer y ser personas distintas; porque nosotros lo experimentábamos, pero no sabíamos si ustedes podían hacerlo y nos animábamos a seguir y ustedes con su respuesta nos decían sigan así.

De manera que este mensaje no es de Alicia y Gustavo, este es un mensaje de todos nosotros, inclusive no es de nosotros, es un mensaje que viene de nuestros hijos, a través nuestro, y se dirige a la vida.”

“Asumamos el desafío y la aventura de ser una nueva persona y elijamos en ese camino entre lo mejor y lo peor, porque podemos decidir, podemos elegir, no somos bebés recién nacidos, comenzamos una nueva vida pero ya con experiencia, ya podemos decir que es el bien, ya podemos decir que es el mal, ya podemos decir que es lo que queremos ser, entonces, a través de esa transformación interior, como dijo Alicia, y como dicen todos ustedes, la muerte de un hijo no va a ser en vano, esos hijos van a ser estrellas fugaces que llegaron a nuestras vidas, nos tocaron, se fueron pero nos transformaron, nos tocaron para cambiarnos, son pocas las veces en que la vida nos da segundas oportunidades.” 


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