domingo, 9 de agosto de 2009

Partidas Inesperadas

Frases del libro “Muertes Inesperadas” – Eduardo H. Grecco

“La muerte inesperada no da espacio para saldar cuentas pendientes, decir adioses, limar rencores o dar un abrazo más. Muchas veces hace nacer, en los que quedamos vivos, sentimientos de bronca, indignación e impotencia que se aceptan sólo con resignación. Uno se ve obligado a aprender de golpe, y todo junto, algo para lo cual aún no estaba preparado.”

“La muerte inesperada de alguien amado nos desgarra el corazón y nos arranca parte de nuestra alma.”
“Sabemos que morir es un viaje, tanto para el que se va como para los que quedamos. Pero se trata de recorridos por continentes diferentes. Salidas sin aviso previo que truncan los proyectos que teníamos para realizar con el otro y nos enfrentan con la pérdida, la soledad y el desapego.”
”¿Se puede estar preparado, alguna vez, para recibir, aceptar, asimilar y trasmutar esta vivencia en crecimiento, aprendizaje y sabiduría interior? No creo que nadie pueda llegar a estarlo totalmente, pero sí puede conseguir llevar el proceso del duelo de una manera que lo haga arribar a un buen puerto y hacer que lo vivido no haya sido en vano.”
”En toda relación hay amor y apego. El amor es entrega, libertad, crecimiento; el apego es dependencia. Cuando alguien amado muere entra en crisis el apego.”
“Sentimos, entonces, que hay algo que perdemos y es porque, en gran medida, fundamos nuestra felicidad en depender de otra persona. Olvidamos que somos seres libres que debemos realizar nuestra vida sin interferencias y sin estar atados a ilusiones y temores.”
“Apego significa miedo a perder a quien me ama, me protege y de quien, en cierta medida, dependo. Porque si se va o muere siento que me quedo desamparado, a la intemperie de la vida.”
”El sentimiento de orfandad se funda en una respuesta ante la experiencia de la muerte de alguien amado: estoy solo.
Se trata de la soledad que nace de un profundo sentimiento de inseguridad y de sentirse víctima de la injusticia de la vida. Soledad que coloca a la persona en un lugar de impotencia y que hace nacer en ella el deseo de ser rescatada, es decir, de establecer una nueva dependencia, cuando en realidad la tarea que debería enfrentar es elaborar el dolor y la decepción y abrirse paso por sí misma, confiando en las fuerzas que atesora su alma.”
“Hacernos cargo de nuestra vida no significa negarse a aceptar ayuda. Por el contrario, muchas veces, en esta situación de la vida, un libro, una persona, representan la “cita” que transforma el encuentro casual en una experiencia transformadora. Experiencia que nos ayuda a desplazar modelos de dependencia y sustituirlos por otros de solidaridad, ayuda mutua y desapego.”
“Este sentimiento de orfandad está relacionado con una fuerte pérdida de autoestima, un sentimiento de no merecer, de no valer nada que puede conducir a fortificar la depresión y/o a hacer nacer una vivencia subjetiva dolorosa y perturbadora: sensación de vacío, inutilidad de la vida, desrealización del mundo, desasosiego crónico, desesperanza, hastío, infelicidad y la incapacidad para tolerar y superar la experiencia de soledad.”
“Si nos perdonamos, podemos perdonar y ser perdonados.”
“Estar triste es un trabajo del alma, una oportunidad para separarse, para desasirse y poder continuar el camino de la vida, dando gracias a lo perdido por lo que significó su existencia, para nosotros, y por lo que nos enseñó.”
“El apego se cura con amor y amor es aceptar al otro tal como es, haga lo que haga, aun morirse sin ‘avisarme’.”
“Tanto el dolor como el sufrimiento son dos maneras de explorar la intimidad y de empujar al sujeto hacia la madurez y la perfección.”

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