Dos años; veinticuatro meses; noventa y seis semanas; setecientos treinta días; diecisiete mil quinientas veinte horas; un millón cincuenta y un mil doscientos minutos; sesenta y tres millones setenta y dos mil segundos.
Cuanto y tan poco tiempo. Tan lejos y tan cerca. Cuanto amor y cuanto dolor. Cuanta desesperanza y cuanta esperanza. Cuantas sonrisas y cuantas lágrimas. Cuanta luz y cuanta oscuridad. ¡ Qué camino tan sinuoso! y a pesar de eso cada día que pasa más cerca tuyo estoy. Y mi alma se reconforta. porque aunque sé que no sé el día de nuestro encuentro, sé que tú me estás esperando.
Dedicado a mi hijo Juan Pablo, quien con la luz de su amor ilumina mi camino.
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