jueves, 27 de agosto de 2009

Para Victoria


Esta poesía fue escrita por Adolfo, abuelo de Victoria el 31 de agosto de 2006, cuando cumplió su primer añito.


Para Victoria

Hay una niña pequeña que al despertar por las mañanas, 
me mira con sus ojitos traviesos, 
yo tomo sus manos,
la beso en la mejilla, 
a veces me rechaza, otras me sonrie.

Luego beso sus manos,
acaricio su pelo,
me voy pensando que día a día, 
su luz me da calor,
su pelo me perfuma, 
su risa me emociona, 
su ángel me acompaña,
para que yo también pueda sonreir.

Al regreso por las tardes, 
cuando no esta dormida,
me espera con sus ojitos alegres,
vuelvo a tomar sus manos,
esta vez no me rechaza,
la abrazo, 
me sonrie con ternura, 
no podré jamás decir 
cuanto quiero a esa niña

Este mundo en el que vivimos,
tiene necesidad de belleza como la tuya,
pues la belleza, como la verdad, 
pone alegría en mi corazón, 
es el fruto precioso, que resiste el tiempo.
Gracias por ser como eres.

Pequeña Victoria,
eres como una joya, 
eres como una luz,
eres como una flor que perfuma.

Pequeña Victoria, 
eres como un ángel, 
que ríe, que llora,
que usas, para que te entiendan,
tus ojos, tus manos,
tu risa, tu belleza,
tu calor, toda tu ternura.

Siempre te amaré. Tu abuelo Adolfo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Deja aquí tu comentario o tu testimonio