miércoles, 15 de julio de 2009

Una Puerta Abierta a la Dimensión Espiritual

Para Víctor Frankl la libertad del individuo se manifiesta a partir de su dimensión espiritual y sostiene que ni la situación psicofísica ni la posición social son decisivas en la posición en que se halla una persona, sino que lo decisivo radica en la persona espiritual, en las actitudes personales que cada uno adopta frente a las circunstancias que se le presentan en la vida.

Descartes ha dicho que “pocos errores contribuyen tanto a alejar a los espíritus débiles del camino recto de la verdad, como el que sostiene que el alma de los animales es de la misma naturaleza que la nuestra y, por consiguiente, que no tenemos nada que temer ni esperar después de esta vida, lo mismo que las moscas o las hormigas."

Sin embargo ¿No fue acaso, la lógica cartesiana la que condujo de la mano a la ciencia, para "erigirnos en dueños y señores de la naturaleza", como lo expresa el mismo Descartes, y luego sumergirnos en el materialismo deshumanizante, falto de espiritualidad que inunda hoy al mundo?

Así sucedió pese a que para el propio Descartes el alma racional humana no puede haber sido sacada de la fuerza de la materia, "No basta, que el alma racional habite en el cuerpo humano como un piloto en su navío, sino que es necesario que esté unida íntimamente a él para tener sentimientos y pasiones y formar así el hombre verdadero", dijo. 

¿Qué sucedió para que la ciencia, cuya base es la metodología cartesiana, haya negado la dimensión espiritual del ser humano, cuando Descartes, como creador del método que es cimiento del pensamiento científico occidental, dice que “si se conoce la diferencia que separa, al alma racional humana de la irracional de los animales, pueden comprenderse mejor las razones que prueban que la nuestra es de naturaleza completamente independiente del cuerpo, y, por lo tanto, no está sujeta a morir con él" y "no habiendo otras causas que la destruyan, naturalmente, llega uno a creer que es inmortal."? 

Antoine de Saint-Exupéry dice: "En algún lugar del camino, hemos desviado el rumbo. Falta algo elemental, imposible de definir. La sensación de percibirnos a nosotros mismos como seres humanos se va tornando cada vez menos frecuente. Hemos perdido algo que era una de nuestras misteriosas prerrogativas." 

Muchas son las voces que, como la de Elizabeth Kubler Ross, se han levantado y se levantan hoy proclamando la necesidad de un despertar a la espiritualidad.

Como la de Alexander Yakovlev, al decir: "Cuando consideramos el presente y el futuro, nos resulta inevitable concluir que la crisis más grande que hoy enfrentamos, se halla en el plano de los ideales espirituales".

O la de Daisaku Ikeda "Hoy, en los años posteriores a la guerra fría, vivimos en un "un gran interregno de la filosofía: esta es una época caracterizada por la ausencia de filosofías capaces de guiar a la humanidad."

O la de Alexis Carrel, cuando dice: "En realidad nuestra ignorancia es profunda. Casi todas las preguntas que se plantean quienes estudian a los seres humanos permanecen sin respuesta. En nuestro mundo interior hay inmensas regiones aun desconocidas."

O la de Víctor Frankl al decir: "Nuestro corazón ha sido bombardeado."

O la de Arnold Toynbee: "Nuestros conocimientos verificables, no nos suministran la información y la guía que necesitamos para vivir como seres humanos." 

O Herman Hesse "La luz que estás buscando ya habita en tu corazón."

O Mahatma Gandhi: "Tienen que ponerse de pie contra todo el mundo, aunque al ponerse de pie, se den cuenta de que están solos. Tienen que mirar al mundo de frente, en la cara, aunque cuando lo hagan se den cuenta de que el mundo los mira con ojos inyectados en sangre. No teman. Confíen en ese algo diminuto que habita en su corazón." 

O Leo Buscaglia: "Quiero conducirte de vuelta a ti mismo, a lo que tú eres, ¿crees que podrías trazar un puente hacia ti mismo? ésta puede ser la mayor aventura de tu vida. Y hay miles de cosas para hacer, para tocar, para sentir y cada una de ellas hará de nosotros un ser humano diferente." 

O Blas Pascal: "El corazón tiene razones, que la razón ignora." 

O la de Deepak Chopra: "Si oyes la palabra "te amo" y tu corazón comienza a palpitar, se ha producido una metamorfosis asombrosa." "Una emoción en la mente de otra persona, se ha transformado en molécula de adrenalina que corre por tu torrente sanguíneo."

"Este misterio desafía los más complejos conocimientos de la biología, la medicina, la sicología, la química y la física, pero es de importancia vital."

Por eso Chopra, en "La Curación Cuántica", refiriéndose a las experiencias del Dr.Simonton dice: "Aún si el paciente del doctor Simonton fuera único en su género, su caso logra estremecer nuestra concepción de cómo el cuerpo se cura a sí mismo, porque aquí vemos a la naturaleza descubrir una forma de combatir la muerte, de una manera que ningún médico había siquiera intentado."

Y Agrega: 

"En los orígenes de la medicina occidental, Hipócrates afirmó: "un paciente que se halle mortalmente enfermo puede recuperarse si cree que su médico es bueno."

"No podemos excluir completamente el espíritu en la conexión mente-cuerpo. Decir que el cuerpo se cura a sí mismo solamente mediante el empleo de compuesto químicos equivale a decir que un automóvil cambia de velocidades solamente mediante la transmisión, evidentemente necesita un conductor que sepa lo que está haciendo.”

“Si bien la medicina ha pasado varios siglos tratando de sostener la idea de que el cuerpo se conduce solo, como una máquina auto motivada, aquí también debe haber un conductor." 

Ciertamente que existe un mundo manifiesto, perceptible a los sentidos, objeto de la ciencia de base cartesiana, el mundo mineral, el mundo vegetal y el mundo animal, en una palabra el mundo objetivo.

¿Existe también un mundo subjetivo? ¿Existe un mundo latente, oculto a la percepción de los sentidos, sólo perceptible por la intuición y el poder "irreflexo" de la mente?

"Lo más noble del ser humano, dice Víctor Frankl, no puede ser reflexionado y por lo tanto la verdad no puede ser expresada."

Gustavo Berti agrega: "Es nuestra dimensión espiritual la que nos conecta, a través de la intuición, con la esencia misma de las cosas."

"El misterio de la vida, dice Daisaku Ikeda, se debe a la dificultad de percibir la naturaleza de las cosas y los fenómenos, tal como ellos son."

Por ser tan complicado, fue que la humanidad se perdió en ese laberinto como dijo Antoine de Saint-Exupéry: "En algún lugar del camino, hemos desviado el rumbo. Falta algo elemental, imposible de definir."

La definición de la partida de nuestros hijos como “EL CAMBIO EXISTENCIAL QUE NOS ABRE LA PUERTA A LA DIMENSION ESPIRITUAL, pues nos enfrenta a la disyuntiva ineludible y libérrima de elegir ser mejores personas, pudiendo por este camino sentirnos lúcidos y trasparentes, ver al mundo como es, llegar a la verdad de frente, donde cesan todas las turbulencias y se logra la paz interna”, tal como fue definida la partida de nuestros hijos en Huerta Grande en octubre 2003, fue un paso de gigante para la comprensión de la crisis existencial sufrida por quienes hemos perdido prematuramente a seres tan queridos. 

Como padres, madres o hermanos que enfrentamos una pérdida irreparable, en vez de sentirnos sumergidos en un doloroso proceso de duelo, hemos descubierto que podemos percibir la partida de nuestros hijos y hermanos, como una situación límite, como un cambio existencial que nos abre la puerta a la dimensión espiritual como seres humanos, puerta que había estado en nosotros latente, como larvada, posibilitando, ahora, un cambio positivo en nuestras vidas, para en homenaje a esos hijos y a esos hermanos, ser mejores personas.

Renacer ha dado un gran paso frente a la humanidad y cada uno de nosotros ha adquirido la responsabilidad de recordar a nuestros seres queridos a través del amor renunciando al dolor profundo.

Y de la misma manera que hemos de constituirnos, mediante nuestras actitudes, en faro en el seno de nuestras familias, debemos reafirmar un Renacer, partiendo de la horizontalidad, sin estructuras condicionantes, mostrando actitudes positivas, sin imponer valores, y así iluminar con luz propia, la oscura noche de la humanidad que hoy transita los caminos del odio y el egoísmo.

Tarea difícil para cada uno de nosotros, la de ser un faro frente a un barco a la deriva, pero sepamos, como dijo Gustavo, que “un faro, a la vez que ilumina, no puede separar la luz de sí mismo.”



Ana y Enrique



De Renacer Congreso – Montevideo, Uruguay. “Por la Esencia de Renacer”

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