domingo, 9 de mayo de 2010

UN CAMINO A RECORRER

Renacer es un encuentro existencial de seres sufrientes que confluyen en un objetivo común:

trascender el sufrimiento.

A veces, cuando sólo se conocen aspectos parciales de un movimiento, se juzga al mismo desde un ángulo parcial; se nos ocurre destacar algunos aspectos esenciales de lo que es Renacer extraído de expresiones de sus creadores:

Concepto filosófico del hombre.

El modelo de hombre y de mundo que nos ofrece Víctor Frankl desde la Logoterapia y el Análisis Existencial se enfrenta al paradigma vigente. Este modelo considera al hombre como un ser bio-psico-espiritual, sin dejar de ser una unidad dentro de la multiplicidad de dimensiones; consciente, responsable y siempre orientado a algo o alguien más allá de él mismo; integrado a una sociedad como persona única e irrepetible, aportando su unicidad para el desarrollo de esa comunidad en una tarea solidaria; comprometido existencialmente en la búsqueda de valores y sentidos que esperan ser realizados por él, con una fe teísta y una filosofía existencial que lo lleva a un optimismo trágico y lo reconoce libre y consciente, inserto en un mundo de responsabilidad, siendo ya suya la decisión sobre el ante qué o quién se hace responsable, ya sea su propia conciencia, la vida, la sociedad, Dios, o por último aquellos seres que lo han precedido en el viaje evolutivo que llamamos muerte. Y este nuevo hombre se encuentra inserto en un mundo de valores y sentidos, que hace suyos sólo con no escapar a las preguntas que la vida misma va haciéndole según pasan los años; un mundo en el que ese hombre afirma su existir ya sea creando, amando y, cuando el tiempo llega, sufriendo si es necesario, pero asumiendo una actitud que lo haga digno de ser hombre. (En Importancia de los paradigmas en la ayuda mutua)

Simplemente muestra.

Lo que decimos nosotros implica nada más que la manera en que Alicia y yo vemos a Renacer y a todos los lugares a donde nos invitan vamos a llevar la manera como nosotros lo vemos, pero también saben ustedes que no les decimos tienen que hacer esto así o asá.

Nosotros, simplemente, mostramos. Mostramos el camino que nosotros hemos transitado y en el que nosotros creemos y después queda para cada uno tomarlo o no. (En Montevideo febrero 2001)

Renacer acompaña.

Nos resistimos a que alguien le diga a un papá este libro no se puede leer, porque no estamos de acuerdo con ese libro y no lo vamos a decir nunca, porque, como dije, Renacer acompaña a los papás y a las mamás hasta que cada uno comprenda que vivir su vida tal como le es dada es su propia responsabilidad. (En Encuentro en Huerta Grande Octubre de 2003)

La responsabilidad tiene una característica, es un valor neutro porque todos los hombres somos responsables por nuestros actos, por lo que hacemos, pero después cada uno tiene que elegir ante quien es responsable, pero Renacer jamás le va a decir a un papá ante quien tienen que ser responsable; hasta ahí llega, jamás hemos impuesto un valor.

Desde el primer día hemos respetado y fomentado la libertad de cada una de las personas que forman parte de Renacer y jamás hemos impuesto un valor. (En Encuentro en huerta Grande Octubre 2203)

No impone valores.

Los grupos no pueden imponer valores a sus integrantes, a lo sumo pueden capacitarlos para reconocer los valores que existen en la vida y acompañarlos en el proceso de elección subsiguiente. Y en este decir “acompañarlos” está implícito el hecho irrefutable que los valores no pueden ser enseñados, sólo pueden ser vividos de una manera tal que otros deseen tomarlos como propios. (En Un homenaje de amor a nuestros hijos. Mayo de 1996)

Llevamos el mensaje como lo vemos nosotros, pero ustedes también saben que decimos que los grupos no pueden imponer valores, los grupos lo único que pueden hacer es mostrar, mostrar a través del ejemplo. Y que cada uno tome o no, ejemplo de algo que vale, pero no podemos imponer valores. (En Montevideo febrero de 2001)

No fomenta la catarsis.

La pura catarsis, con su implícito egocentrismo, equivale a lo radicalmente opuesto al concepto de Ayuda Mutua.

Luego de trabajar los primeros tiempos en Renacer con la idea que los padres debían pasar por una etapa de catarsis, porque seguramente ésta les traería más tranquilidad y estabilidad para considerar lo que el grupo proponía, pronto nos dimos cuenta de que no era así.

Revivir la realidad dolorosa en todos sus detalles, no ha probado ser beneficioso para la recuperación integral del padre, esto, invariablemente, conduce a una etapa de hiperreflexión, situación en la que se da vueltas, continuamente, en círculos sin salida, sobre los problemas que aquejan a los miembros, llevando a estados de lamento continuo y produce hombres y mujeres excesivamente preocupados por sus emociones y sentimientos, de lo cual es muy difícil salir.

Al revivir el estado emocional del momento, les impedía a los padres ver el nuevo enfoque que el grupo les presentaba y comenzamos a trabajar de otra manera obteniendo mejores resultados.

El marcado tono de lamento que impera en algunos grupos, es una de las principales razones para el abandono por parte de los integrantes.

Es necesario detenernos aquí, para que no exista confusión sobre la catarsis en los grupos; nuestra postura no significa que la catarsis deba ser eliminada, sino que no debe ser fomentada innecesariamente.

Lo correcto es decir que no la fomentamos, no que no la permitimos.

En las instancias en que prevalece la catarsis, predomina también el egoísmo de cierto número de participantes, que adquieren un protagonismo inusitado en una reunión, mientras que otros se sienten apabullados y dejados de lado, creando situaciones de difícil manejo e injustas. (En niveles de funcionamiento de los grupos, noviembre 2007)

No nació de un día para otro.

Ese mensaje no nació de un día para otro, nació del sí que ustedes nos dieron cuando nosotros arriesgábamos una idea, cuando nosotros nos animábamos a decir que la muerte de un hijo debía servir como una plataforma de despegue, como una plataforma de despegue espiritual, una plataforma donde asentarnos, crecer y ser personas distintas; porque nosotros lo experimentábamos, pero no sabíamos si ustedes podían hacerlo y nos animábamos a seguir y ustedes con su respuesta nos decían sigan así.

De manera que este mensaje no es de Alicia y Gustavo, este es un mensaje de todos nosotros, inclusive no es de nosotros, es un mensaje que viene de nuestros hijos, a través nuestro, y se dirige a la vida.

Por eso cuando nos dicen en algunas preguntas, que en alguno de los grupos hay personalismos, que hay personas que quieren adueñarse de los grupos, yo digo ¿cómo se van a adueñar de algo que no existe, si Renacer es una entidad virtual? No tiene personería jurídica, no tiene membrete, no tiene autoridades, no tiene a veces ni siquiera lugar donde reunirse, que es lo que es.

¿Cómo me voy a hacer dueño de algo que en el fondo no existe? ¿Cómo me voy a hacer dueño de un mensaje que es de los hijos de miles de padres de todo el país y de otros países?

Entonces, esto es de ida y vuelta, por eso nosotros les agradecemos, pero queremos que se agradezcan a ustedes mismos también, porque el mérito es de ustedes, pues, si cuando nosotros empezamos, y yo miro para atrás y veo las cosas que decíamos el primer año, pero las decíamos de corazón y buscando siempre una palabra de aliento, pero si hoy las leyera, no me quedaría más que reírme, cómo puede decir aquellas cosas. (En Encuentro en Huerta Grande 2008)

Quita el dolor a la experiencia de la muerte de un hijo.

Cuando Miguel Ángel terminó el Moisés y le preguntaron ¿Cómo había hecho semejante belleza? él dijo: estaba hecho, yo sólo le quité el mármol que sobraba.

Miguel Ángel creó el Moisés, crear significa que aflore a la vida algo que ya está en ella.

Eso es lo que nosotros hicimos, simplemente quitamos el dolor a la experiencia de la muerte de un hijo, aflorando el amor al hijo.

Nosotros creamos Renacer, creamos la ayuda entre otros padres y ustedes han hecho lo mismo en sus lugares, ustedes también han quitado el dolor a la experiencia de la muerte de un hijo y se han quedado con el amor, ustedes han sacado el exceso de dolor que cubría esa experiencia, por lo tanto ustedes también son creadores.

Todos nosotros somos creadores, entonces el mérito no es nuestro, el mérito es de todos los que trabajamos por la vida y para quitarle el exceso de dolor, al amor que sentimos por nuestros hijos. (En San José, Uruguay 1° de abril de 2006)

Un camino a recorrer.

Cierta vez, nos decía un papá me doy cuenta que, en realidad, la gente ve la vida en un televisor en colores y yo la veo en un televisor en blanco y negro. Esa es la manera como él describió su vida, para él ya no había momento de plenitud ni momentos de alegría, de esa alegría sincera que nace desde el corazón.

Se dio cuenta que, en realidad, hay un camino a recorrer y quizá él no estaba en el camino correcto, que le faltaba algo para que su vida tuviera ese plus que es lo que hace que la vida valga la pena ser vivida.

Es lo que yo les decía al comienzo, si yo sentía que no podía reírme nuevamente, para mí la vida no valía la pena, entonces ¿cómo podría reconciliar la idea de que no tenía a mi hijo y sin embargo quería tener una vida con alegría? ¿cómo reconciliar las dos cosas? Parecía que era imposible.

A los papás nuevos ¿no les parece que es como imposible? Pensar que, realmente, quiera uno estar otra vez bien, querer sonreír, querer ser feliz, pero ¿cómo serlo si no tengo a mi hijo?

Nosotros siempre lo repetimos, como dice Víctor Frankl, la única manera de resolver el sufrimiento inevitable, aquel que no podemos evitar, es a través del servicio.

Construyo ese puente cuando me allego al otro, cuando renuncio a algo que es propio de mi yo, cuando renuncio a lo que yo siento, cuando renuncio a como estoy, por los demás.

Cuando renuncio a mi yo, por algo que no soy yo, estoy renunciando a algo menos elevado, por algo más elevado y lo hago por aquellos que me necesitan y en última instancia lo hago por ese hijo que me está mirando y me está diciendo Ma, Pa, ¿eso es todo lo que puedo esperar de ustedes?

Yo sé que eso no es todo lo que mi hijo espera de mí y sé, igualmente, que ninguno de sus hijos esperaría de ustedes la línea del menor esfuerzo.

La tristeza viene sola, la podemos cultivar como una manera de ser en el mundo, el vivir a medias, también podemos vivir así toda la vida, pero ¿Quieren, realmente, vivir así?

Yo quiero renunciar a esa manera de vivir, por una mejor manera y lo hago por todos, lo hago por ellos, lo hago por los que me rodean y lo hacemos cada día de nuestra vida por todos. (En Montevideo 31 de marzo de 2006)

Pues bien, hay un camino a recorrer y el día que sustituyamos el sentimiento del dolor por el sentimiento de amor, encontraremos la paz interior y allí nos encontraremos todos juntos como hermanos en el amor.

Hasta entonces.

Ulises, Ana y Enrique

De Renacer congreso Montevideo, Uruguay

Por la Esencia de Renacer

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