viernes, 25 de septiembre de 2009

Lo que buscamos no está en el pasado

“Todo lo que ha pasado no se puede modificar. 

Continuar con nuestras emociones, con nuestros sentimientos, colocados en el pasado, no nos lleva a ninguna parte, no nos conduce, absolutamente, a ningún lugar, vamos a pedalear en el barro durante toda la vida.

La respuesta no está en el pasado, está adelante nuestro, en lo que todavía nos falta por hacer.

Siempre hemos dicho que no nos detengamos en lo que nos ha pasado, sino tratemos de canalizar nuestras energías acerca de la multitud de posibilidades que se nos abren a partir de la muerte de un hijo, una serie de caminos nuevos, no explorados, no visualizados antes, pero que están allí esperando ser recorridos por nosotros.

Si no los recorremos es por dos razones o porque no tenemos la voluntad o porque tenemos miedo.

Esos caminos están ahí,esperando que los transitemos.

Simplemente, preguntémonos, nosotros que supuestamente somos la creación más perfecta que existe en este planeta, ¿por qué razón tenemos los ojos puestos hacia delante? ¿por qué no nos hicieron con los ojos puestos hacia atrás?

Eso tiene que tener un significado, ¿por qué no me pusieron los ojos en la mano?, donde yo podría mirarme la cabeza, mirarme las orejas, poder mirarme la espalda.

Pero no, me los pusieron ahí donde están y los ojos puestos ahí, tienen dos significados: primero, no me puedo mirar a mí mismo; para mirarme a mí mismo tengo que doblarme y lo único que puedo ver es el ombligo y voy a terminar quebrado.

La otra razón por la que tenemos los ojos adelante es porque tengo que mirar hacia adelante, tengo que mirar y caminar para adelante.

Tengo que mirar hacia el futuro.

Tengo que aprender qué es lo que puedo hacer de valioso todavía por delante, qué es lo que puedo aprender de tanto dolor.

John Milton, escritor inglés que perdió su vista, nos dice "El verdadero infortunio, es no saber sobrellevar un infortunio."

En el fondo, la tragedia no es perder un hijo, la tragedia es perder un hijo y no aprender nada de eso, porque entonces su muerte fue en vano, una muerte sin sentido, una muerte absurda.

Como padre tengo la obligación de que no sea de esa manera y sólo cada uno lo puede cambiar, solamente cada uno puede decidir qué es lo que va a aprender de esto, si voy a llorar, hasta que pueda regar las plantas del jardín, es decir, que el dolor nuestro y nuestra tragedia sea en vano y no tenga sentido.

Seguir mirando hacia atrás, no conduce a ningún lado, vas a quedar cristalizado como la mujer de Lot, hecha un montón de sal.

¿Recuerdan la historia de la mujer de Lot? Lot le pidió al creador que lo saque de la ciudad de Sodoma y Gomorra y el creador le permite salir con su esposa Edith, con la sola condición que al salir no vuelvan la mirada hacia atrás.

La mujer de Lot desobedece y se da vuelta y ¿qué pasa? Se convierte en una estatua de sal.

¿Cuál es el significado de esta metáfora? Que al mirar a su pasado se cristalizó en lo que quedaba atrás. Ese es el peligro de mirar demasiado para atrás.

El resultado final es que vamos a haber muerto con nuestro hijo y así habremos hecho de nuestro hijo nuestro verdugo.

Ese mensaje no queremos darlo y el único elemento para no darlo es nuestra vida y la manera en que la vivimos, no tenemos otra cosa, no hay otra manera.

¿Cómo vivo mi vida? ¿qué es lo que hago con tanto dolor? ¿para qué sirve este dolor?

Sirve para una sola cosa, para hacerte más solidario y ayudar a otra persona a que sufra menos.

Pero si quieres ayudar a otra persona a que sufra menos, no puedes acercarte a ayudarla y decirle ¿cómo estás? yo también perdí un hijo, ¡Ah! y tengo tantas culpas y todavía no puedo tal y cual otra cosa…

¿Qué clase de ayuda es esa?

Cuando uno está dispuesto a ayudar a otra persona, se tiene que olvidar de su propio dolor, tiene que olvidarse de su dolor, tiene que decirle yo también perdí un hijo y sé que se puede salir adelante, porque como dice Víctor Frankl: “El hombre que se levanta por encima de su dolor para ayudar un hermano que sufre, trasciende como ser humano”.



Alicia Schneider Berti- Gustavo Berti

jueves, 24 de septiembre de 2009

´´´MI MALETA DE VIAJE´´´

 Querida mamá.

Hoy salí de viaje, un viaje rápido y bonito. Aquí es corto, te espero a la vuelta de la esquina, pero para ti, sé que es largo. Hoy te escribo para contarte de mi viaje.
Aunque no lo sepas traje el mejor equipaje que pude, y así quiero decírtelo. Mi maleta ha venido cargada de cariño, de amor que tú me has dado en todo este tiempo que hemos compartido.
He traído también valores, muy buenos valores que tú me has enseñado. Aquí no he tenido que aprender a amar, mamá....porque tú ya me lo enseñaste.
Quiero que seas consciente de la importancia del trabajo que has realizado, has hecho de mí la persona que aquí sigo siendo, y te repito: quiero que lo sepas.
No lo olvides, me he traído conmigo cada juego, cada enseñanza, cada parte de ti que me diste, y créeme: eso lo es todo. Así ha tenido que ser y has tenido que ser tú, para poder enseñarme todo aquello que me ayudó y me sigue ayudando, porque solo tú lo has hecho.
No te preocupes por el tiempo que vas a estar sin verme, porque ahora me toca a mí.
Me toca a mí, enseñarte y tener contigo la misma paciencia que tenías conmigo cuando me enseñaste a andar: ahora te voy a ayudar yo a caminar sin mí, porque debes hacerlo y yo te guiaré en ello...
Caerás unas cuantas veces, como tantas caí yo, pero recuerda.........amorosamente me levantabas y me decías que pronto sanaría: hoy te toca a ti, mamá. Te toca levantarte y ponerte en pié tantas veces sea necesario....es sencillo, me decías, recuerdas?. Pues hagámoslo juntos, estoy contigo. Si yo pude, tu puedes....somos uno, sabes?
No te preocupes porque no hablemos, porque tenemos el mejor lenguaje que se pudo inventar: el del corazón.
No te preocupes porque no nos veamos, porque mi imagen irá a ti cuantas veces lo necesites.
No te preocupes porque no nos toquemos, recuérdame tan solo y volverás a sentirme.
Abre la maleta de todo el equipaje que me diste, y quédate con eso, pues " eso " soy yo.
Si tú lloras, yo te secaré las lágrimas.
Si tú sonríes, yo reiré.
Si tú ríes, yo bailaré.
Si bailas, yo saltaré.
Y cuando menos te lo esperes, y sin que te des cuenta, habrás sanado y entonces estaremos verdaderamente juntos.
Estoy en cada amanecer, dándote fuerzas para comenzar el día.
Estoy en cada atardecer, tranquilizándote para descansar un profundo sueño.
En cada flor que se abre, dándole color y alegría a tu vida.
En cada carcajada, llenándote de fuerza.
Y en tantas pequeñas cosas, que ahora te pasan desapercibidas.
Si no me encuentras, acude a mi casa que es la tuya: tu corazón y allí estaré.
Te quiero mamá, se fuerte, por ti y por ellos..... ¡ Y sonríe que te espero

martes, 22 de septiembre de 2009

Recuerda que...

Hay tristezas que son como el cauce de los ríos, se deslizan suaves y bajan por tu vida sin detenerse ante los obstáculos, para luego desembocar en las playas de tu futura alegría.

Cuando notas que tu mirada pierde el brillo como el atardecer, recuerda que al llegar la mañana, el sol hará que tu hoy sea el inicio de algo totalmente nuevo. Espera el futuro con la cabeza bien erguida. 

Continúa simpatizando con la vida, aún cuando el sol no brille.

Todos los sin sabores que pudiste percibir en la vida, tienen como finalidad que recuerdes que aún te queda el sentido del gusto para diferenciar lo bueno de lo malo.

Sólo se vive un día a la vez, por eso, por mucha prisa que tengas deberás que esperar veinticuatro horas para ver el mañana.

La vida es un lujo, en el gusto de lo exquisito por mantener un pie frente al otro. Sí, la vida es un lujo; lujo para amar, para respirar, para soñar y para ser felíz. Por eso no te la guardes sólo para tí, gástala como si fueras millonario.

Que tu sonrisa sea parecida a la de los niños cuando se saben amados, y que logres ver en este día una caricia en cada uno de tus latidos, que te des el gusto de perfumar tu boca con palabras llenas de aroma de tu interior, y que la paz que rodea el paternal corazón de Dios sea la que te mantenga saturado de tranquilidad en este tu único día que te corresponde vivir  hoy.

Estar vivo es uno de los regalos más hermosos que podrás mantener tanto en tu espíritu como en tu alma. Por eso, manifiesta tu viveza en todo lo que haces, ríe como si fuera la última vez, de ti un ser que vive para hacer felíz a los demás.

Compromiso con el hijo que partió

Hoy junto a mis hermanos en el dolor, con un solo sentimiento, el de la esperanza, con una sola voz que se levanta como un canto a la vida quiero decirte hijo querido, que apesar de la pena de tu partida quiero seguir con paso firme por la vida, llevando tu nombre como estandarte, tu imagen como guía y tu partida como llama encendida, iluminando dimensiones desconocidas.

Por tí seguiré viviendo, recuperando poco a poco la alegría, abrazando a los que quedan como tú lo harías.

Guardaré mis lágrimas en lo más profundo de mi corazón; y mirando a mi alrededor, en secreto pacto contigo, me leantaré cada mañana tratando de estar cada vez mejor.

Coronel, Gustavo César; Martínez, Carlos Rubén; Alvarez de Coronel, Lucía; Varela de Martinez, Elizabeth - Renacer Catamarca

domingo, 20 de septiembre de 2009

DIA DEL NACIMIENTO DE GUADALUPE SOL LEIVA RIBERA


RECORDATORIO: Por GUADALUPE SOL LEIVA RIBERA


Hermosa Princesita:

Llegabas un 20 de septiembre hace 4 añitos para darnos luz a nuestras vidas y hoy un coro de Angelitos cantaran tu cumpleaños "mi pequeñita".Tu partida es la tristeza mas grande que enfrentamos cada día,cuesta entender que tenemos una Hija junto a Dios,que sos ese angelito en el cielo que nos gustaría abrazar en vez de imaginar que lo hacemos.Fue tan lindo tu paso por nuestras vidas y a pesar que fué cortito nos diste 22 meses maravillosos !!!!!
Hoy cerraremos los ojos Guady y besaremos tu alma "hijita chiquita...."En tu memoria realizaremos una misa el día domingo 20 en Parroquia San Antonio a las 11hs.
Con mucho amor, te extrañamos, Roxana y Esteban: tus papis!!

jueves, 17 de septiembre de 2009

Decir Adiós


"Dicen que cuando uno ha cumplido lo que vino a hacer a este mundo, se va.
Como si ya no tuviera nada más que hacer aquí.
Somos los que aún seguimos vivos en esta tierra los que tendremos que
encontrarle un sentido al dolor, para que no quedemos atrapados en él
perdiendo de vista nuestra tarea.
Pero por el momento tendremos que tener paciencia.
Primeramente con nosotros mismos.
En ningún lado está escrito cómo habremos de transitar nuestro duelo.
Es personal y único.
Y el mejor homenaje que tal vez podamos hacerles a los que ya no están,
es vivir nuestra vida plenamente.
Agradecidos por el tiempo que los tuvimos junto a nosotros y confiados en que volveremos a estar juntos otra vez.

“La isla de las emociones" Jorge Bucay

Hubo una vez una isla donde habitaban todas las emociones y todos los sentimientos humanos que existen. Convivían, por supuesto, el Temor, la Sabiduría, el Amor, la Angustia, la Envidia, el Odio... Todos estaban allí.
A pesar de los roces naturales de la convivencia, la vida era sumamente tranquila y hasta previsible. A veces la Rutina hacia que el Aburrimiento se quedara dormido, o el Impulso armaban algún escándalo, pero muchas veces la Constancia y la Conveniencia lograban aquietar el Descontento.
Un día, inesperadamente para todos los habitantes de la isla, el Conocimiento llamó a reunión. Cuando la Distracción se dio por enterada y la Pereza llegó al lugar del encuentro, todos estuvieron presentes.
Entonces, el Conocimiento dijo:

-Tengo una mala noticia para darles: La isla se hunde.

Todas las emociones que vivían en la isla dijeron:

-¡No, cómo puede ser! ¡Si nosotros vivimos aquí desde siempre!

El Conocimiento repitió:

-La isla se hunde.
-¡Pero no puede ser! ¡Quizá estás equivocado!
-El Conocimiento casi nunca se equivoca -dijo la Conciencia dándose cuenta de la verdad-. Si él dice que se hunde, debe ser porque se hunde.

-¿Pero qué vamos a hacer ahora? -se preguntaron los demás.

Entonces, el Conocimiento contestó:

-Por supuesto, cada uno puede hacer lo que quiera, pero yo les sugiero que busquen la manera de dejar la isla... Construyan un barco, un bote, una balsa o algo que les permita irse, porque el que permanezca en la isla desaparecerá con ella.

-¿No podrías ayudarnos? -preguntaron todos, porque confiaban en su capacidad.

-No -dijo el Conocimiento- , la Previsión y yo hemos construido un avión y en cuanto termine de decirles esto volaremos hasta la isla más cercana.

Las emociones dijeron:

-¡No! ¡Pero no! ¿Qué será de nosotros?
Dicho esto, el Conocimiento se subió al avión con su socia y, llevando de polizón al Miedo, que como no es tonto ya se había escondido en el motor, dejaron la isla.
Todas las emociones, en efecto, se dedicaron a construir un bote, un barco, un velero... Todas... salvo el Amor.
Porque el Amor estaba tan relacionado con cada cosa de la isla que dijo:

-Dejar esta isla... después de todo lo que viví aquí... ¿Cómo podría yo dejar este arbolito, por ejemplo? Ahh... compartimos tantas cosas...

Y mientras las emociones se dedicaban a fabricar el medio para irse, el Amor se subió a cada árbol, olió cada rosa, se fue hasta la playa y se revolcó en la arena como solía hacerlo en otros tiempos. Tocó cada piedra... y acarició cada rama...
Al llegar a la playa, exactamente desde donde el sol salía, su lugar favorito, quiso pensar con esa ingenuidad que tiene el amor:

"Quizá la isla se hunda por un ratito... y después resurja... ¿por qué no?"

Y se quedó durante días y días midiendo la altura de la marea para revisar si el proceso de hundimiento no era reversible.. .

La isla se hundía cada vez más...
Sin embargo, el Amor no podía pensar en construir, porque estaba tan dolorido que sólo era capaz de llorar y gemir por lo que perdería.
Se le ocurrió entonces que la isla era muy grande, y que aun cuando se hundiera un poco, siempre él podría refugiarse en la zona más alta...
Cualquier cosa era mejor que tener que irse. Una pequeña renuncia nunca había sido un problema para él.
Así que, una vez más, tocó las piedritas de la orilla... y se arrastró por la arena... y otra vez se mojó los pies en la pequeña playa que otrora fue enorme...
Luego, Sin darse cuenta demasiado de su renuncia, caminó hacia la parte norte de la isla, que si bien no era la que más le gustaba, era la más elevada...
Y la isla se hundía cada día un poco más...
Y el Amor se refugiaba cada día en un espacio más pequeño...

-Después de tantas cosas que pasamos juntos... -le reprochó a la isla.

Hasta que, finalmente, sólo quedó una minúscula porción de suelo firme; el resto había sido tapado completamente por el agua.
Recién en ese momento el Amor se dio cuenta de que la isla se estaba hundiendo de verdad. Comprendió que, si no dejaba la isla, el amor desaparecería para siempre de la faz de la Tierra...
Caminando entre senderos anegados y saltando enormes charcos de agua, el Amor se dirigió a la bahía.
Ya no había posibilidades de construirse una salida como la de todos; había perdido demasiado tiempo en negar lo que perdía y en llorar lo que desaparecía poco a poco ante sus ojos.
Desde allí podría ver pasar a sus compañeros en las embarcaciones. Tenía la esperanza de explicar su situación y de que alguno de sus compañeros lo comprendiera y lo llevara.
Buscando con los ojos en el mar, vio venir el barco de la Riqueza y le hizo señas. La Riqueza se acercó un poquito a la bahía.

-Riqueza, tú que tienes un barco tan grande, ¿no me llevarías hasta la isla vecina? Yo sufrí tanto la desaparición de esta isla que no pude fabricarme un bote...

Y la Riqueza le contestó:

-Estoy tan cargada de dinero, de joyas y de piedras preciosas, que no tengo lugar para ti, lo siento... -y siguió su camino sin mirar atrás.

El Amor se quedó mirando, y vio venir a la Vanidad en un barco hermoso, lleno de adornos, caireles, mármoles y florcitas de todos los colores. Llamaba muchísimo la atención.
El Amor se estiró un poco y gritó:

-¡Vanidad... Vanidad... llévame contigo!

La Vanidad miró al Amor y le dijo:
-Me encantaría llevarte, pero... ¡tienes un aspecto!... ¡estás tan desagradable. .. Tan sucio y tan desaliñado!.. . Perdón, pero creo que afearías mi barco -y se fue.

Y así, el Amor pidió ayuda a cada una de las emociones. A la Constancia, a la Sensualidad, a los Celos, a la Indignación y hasta al Odio. Y cuando pensó que ya nadie más pasaría, vio acercarse un barco muy pequeño, el último, el de la Tristeza.

-Tristeza, hermana -le dijo-, tú que me conoces tanto, tú no me abandonarás aquí, eres tan sensible como yo... ¿Me llevarás contigo?

Y la Tristeza le contestó:

-Yo te llevaría, te lo aseguro, pero estoy taaaaan triste... que prefiero estar sola -y sin decir más, se alejó.

Y el Amor, pobrecito, se dio cuenta de que por haberse quedado ligado a esas cosas que tanto amaba, la isla iba a hundirse en el mar hasta desaparecer.

Entonces se sentó en el último pedacito que quedaba de su isla a esperar el final...

De pronto, el Amor escuchó que alguien chistaba:

-Chst-chst-chst. ..

Era un desconocido viejito que le hacía señas desde un bote de remos.
El Amor se sorprendió:

-¿A mí? -preguntó, llevándose una mano al pecho.
-Sí, sí -dijo el viejito-, a ti. Ven conmigo, súbete a mi bote y rema conmigo, yo te salvo.

El Amor lo miró y quiso explicar:
-Lo que pasó fue que yo me quedé...
-Yo entiendo -dijo el viejito sin dejarlo terminar la frase-, sube.
El Amor subió al bote y juntos empezaron a remar para alejarse de la isla.
No pasó mucho tiempo antes de ver cómo el último centímetro que quedaba a flote terminó de hundirse y la isla desaparecía para siempre.

-Nunca volverá a existir una isla como ésta -murmuró el Amor, quizá esperando que el viejito lo contradijera y le diera alguna esperanza.
-No -dijo el viejo- como ésta, nunca.

Cuando llegaron a la isla vecina, el Amor comprendió que seguía vivo.
Se dio cuenta de que iba a seguir existiendo.
Giró sobre sus pies para agradecerle al viejito, pero éste, sin decir una palabra, se había marchado tan misteriosamente como había aparecido.
Entonces, el Amor, muy intrigado, fue en busca de la Sabiduría para preguntarle:

-¿Cómo puede ser? Yo no lo conozco y él me salvó... Todos los demás no comprendían que me hubiera quedado sin embarcación, pero él me ayudó, él me salvó y yo ni siquiera sé quién es...

La Sabiduría lo miró a los ojos largamente y dijo:

-Él es el único que siempre es capaz de conseguir que el amor sobreviva cuando el dolor de una pérdida le hace creer que es imposible seguir. El único capaz de darle una nueva oportunidad al amor cuando parece extinguirse.

El que te salvó, Amor, es el Tiempo…..

 

 

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Caminamos de la mano de nuestro hijo

Cuando perdemos un hijo nos invade una nube de dudas y no sabemos que hacer con un dolor que nos parece que fuera más de lo que podemos contener; eso es lo que nos pasó hace hoy 16 años al partir Enriquito un 16 de setiembre.
Muchos papás y mamás empezamos a odiar a las túnicas blancas, cerramos puertas y ventanas, muchas veces apagamos la televisión, dejamos de escuchar la música que escuchaban nuestros hijos, las madres no cocinan más aquellos platos que tanto les gustaban a nuestros hijos, muchos toman la cama y no quieren levantarse, no vamos más a los cumpleaños de los familiares y amigos, muchas madres andan, ahora, desarregladas con luto en sus caras y padres que andan por la calle como si estuvieran buscando moneditas en el piso y es como si dijéramos que nuestros hijos nos han arruinado la vida...
Pero un día escuchamos una palabra: “Renacer” y con aquella angustia en nuestro corazón llegamos por primera vez a una reunión de Renacer. Allí empezamos a escuchar palabras que jamás habíamos escuchado.
Oímos decir que la partida de nuestro hijo es un hecho del pasado. Y nosotros nos habíamos estancado en aquella fecha, en aquel día, en aquella hora... pero, para Renacer, la partida de nuestro hijo era un hecho histórico, un hecho del pasado, y nuestra vida es desde aquí para adelante...
Que aquellos ¿por qué? que nos habíamos hecho, ¿por qué a mí? ¿por qué a nuestro hijo? ¿por qué ahora que estaba lleno de esperanza, lleno de proyectos? u otras preguntas similares que millares de padres se han hecho en el mundo, jamás han tenido respuesta.
Que no somos nosotros los que tenemos que preguntarle a la vida, sino que es la vida la que nos pregunta a nosotros: tú padre, tú madre ¿qué vas a hacer con tu propia vida ahora que no tienes a tu hijo? nuestros hijos eran para siempre, pero la vida, el destino o lo que fuere, nos ha enfrentado a tener que vivir sin ellos.
Escuchamos decir que nuestro hijo no merece que lo tratemos como nuestro verdugo, que nuestro hijo puede ser nuestro guía para caminar con ellos de la mano... como expresa el lema de Renacer San José.
Y nos hablaron de Víctor Frankl, que nosotros no somos lo que la vida nos da, pues si fuéramos lo que la vida nos da, tendríamos que estar arrastrándonos por el piso como dice una madre: “yo, llegué a Renacer no por el piso, llegué por debajo del piso...”, pero Víctor Frankl dice que el hombre no es aquello que la vida le da, sino que el hombre es aquello que cada uno le da a la vida, y promueve en nosotros la pregunta ¿qué le vamos a dar a la vida en homenaje a nuestros hijos?
También Víctor Frankl, dice que se puede definir al ser humano como aquel ser, único en el universo, que es capaz de oponerse a aquello que lo condiciona. Y la pérdida de un hijo nos condiciona y nos hace pensar que debemos vivir permanentemente amargados por esa circunstancia y que reír es traicionar su memoria y estas palabras de Víctor Frankl nos dan esperanza pues descubrimos que como seres humanos tenemos la capacidad de oponernos a aquello que nos determina.
Al principio no entendemos ese nuevo lenguaje: que podemos cambiar de actitud... de no perder la esperanza... que no somos lo que la vida nos da...
Esas palabras no entraban en nuestro lenguaje, pero luego, como el agua mansa que penetra y fertiliza la tierra, el mensaje de Renacer va penetrando, también como agua mansa, en nuestros corazones.
Un padre dijo una vez “yo fui recogiendo herramientas en el camino, mientras iba una y otra vez a las reuniones de Renacer; al principio no podía entender aquello de que mi hijo era un hecho histórico en mi vida y no quería volver a las reuniones, pero un día me di cuenta que sí, que tenía que vivir el resto de mi vida aceptando que aquello había sucedido y ahora les digo que no importa cuantas veces oigan repetir esas cosas, yo estoy en Renacer por haberlas oído repetir”. Cada uno de estos pensamientos de este nuevo lenguaje, fue calando hondo en nuestros corazones y entonces, empezamos a darnos cuenta que podemos caminar de la mano de nuestros hijos como guías y maestros.
¡Como no vamos a caminar de la mano de nuestros hijos si nos han enseñado una cantidad de cosas! Nos han enseñado a no tenerle miedo a la muerte, si él ha pasado ese trance, empezamos a darnos cuenta que todas esas cosas que nos pasaban en la vida diaria en la cocina, en la calle, en la oficina no tienen importancia; si hemos perdido un hijo ¿qué más nos puede pasar?
Nos sentimos más tolerantes y en cada paso podemos aplicar lo aprendido en Renacer: que frente a aquello que no podemos cambiar, podemos cambiar de actitud, porque ante cualquier incidente que tengamos, ante cualquier pequeño percance que tengamos o cualquier contrariedad, también es un hecho del pasado y también a cada instante tenemos la oportunidad de cambiar nuestra actitud y ¿en homenaje a quién hacemos el cambio de actitud? en homenaje a ese hijo que ya no está con nosotros ¿cómo no lo vamos, entonces, a homenajear a cada instante? Entonces, cuando salimos a la calle, cuando nos enfrentamos a los problemas que surgen en la calle, en la casa o en la oficina, en esos momentos podemos, en homenaje al hijo, cambiar de actitud.
A veces pensamos en nuestros hijos como que están allí en la cama del hospital, en el lugar del accidente, o donde se quitaron la vida, o fueron agredidos, ellos no están allí, ellos no están en el pasado, están en nuestro futuro, cualquiera sea la creencia que cada uno tenga sobre a donde nosotros mismos vamos a llegar el día que tengamos que pasar ese trance, porque lo vamos a tener que pasar, nuestros hijos están allí esperándonos.
Renacer es un acto de fe, un acto de esperanza... ¿Y cómo hemos de cubrir nosotros el tránsito entre hoy y el día que nos toque partir? En Renacer nos empezamos a dar cuenta que tenemos que vivir una vida digna por ese hijo que partió, pues se lo merece, pero también tenemos que vivir una vida digna por nosotros mismos como seres humanos y Renacer nos recuerda que la vida nuestra es de aquí para adelante, no la podemos dejar en el pasado.
Comprendimos que Renacer no es el paño de lágrimas donde vamos a descargar todo nuestro dolor y menos aún trasmitir ese dolor a los demás, por el contrario, es el ámbito para trasmitir este nuevo lenguaje que contiene esperanza y compromiso.
El mensaje de Renacer podría reducirse a muy pocas palabras y decir que el mensaje de Renacer es una opción; o dejarnos llevar por las emociones y terminar arruinando nuestra propia vida y la de quienes nos rodean o asumir una actitud positiva y vivir una vida digna por nosotros mismos, por todos los que nos rodean, en homenaje a ese hijo que ya no está físicamente con nosotros, que es como una estrella fugaz que ha pasado por nuestras vidas para transformarnos.
Entonces nuestra vida empieza a cambiar.
Esa es la opción que muestra Renacer; por un camino seremos peores personas, por el otro seremos mejores personas. No será nunca motivo de vanidad sentirnos mejores personas, pues el verdadero sentido de ser mejores personas es sentirse mejores personas que uno mismo, no mejores que los demás, no nos vamos a comparar con los demás, nos tenemos que comparar con nosotros mismos.
Hoy recordamos a Enriquito, como la estrella fugaz que pasó por nuestras vidas para transformarnos, quien nos trajo de la mano a Renacer, porque no queríamos seguir viviendo como estábamos viviendo.

Ana y Enrique De Renacer Congreso – Montevideo, Uruguay

“Por la Esencia de Renacer”

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Despertar Espiritual. Por Gustavo Berti

“Elisabeth Kübler Ross, quien escribió mucho sobre la muerte nos respondió muchos interrogantes que eran muy acuciantes, sobre todo, porque muchos papás nos preguntaban sobre sus inquietudes.
Hubo una frase de la Dra. Kübler Ross que nos llamó mucho la atención, esa frase dice:
“Por más absurdo que pueda parecer, el hecho de perder un hijo, podía provocar en los padres un verdadero despertar espiritual, porque necesitan saber como abrir su corazón a la presencia de los jóvenes desparecidos.”
En ese momento yo era agnóstico y mi idea de lo espiritual era algo relacionado con la religión y a mí me llamó mucho la atención esta frase.
Recordemos lo que dijo Alicia hoy, Renacer es un grupo no confesional, no nos adherimos a ninguna religión en particular para poder recibir a los papás de todas las religiones y aún a aquellos papás que no la tuvieran, y, por sobre todas las cosas, porque el sufrimiento por la pérdida de un ser amado es patrimonio universal, es de la humanidad, no es patrimonio de una determinada religión u otra.
Entonces empezamos a buscar, empezamos a leer y tardé mucho tiempo para poder encontrar una definición adecuada de lo que es la espiritualidad que sirviese a Renacer.
La definición de espiritualidad la encontramos cuando llegó a nuestras manos un libro de un filósofo francés llamado Foucault.
Foucault dice: “La espiritualidad es un conjunto de prácticas, métodos y disciplinas que utiliza un sujeto para transformarse a sí mismo en busca de la verdad.”
Agrega que sin transformación, la persona no puede acceder a la espiritualidad y con ello a la verdad.
Y explica que esas prácticas o métodos consisten, entre otros, en el ascetismo, en la meditación profunda y en los cambios existenciales.
Esto último, los cambios existenciales, es lo que nos atañe a nosotros porque nuestra existencia cambió en el mismo momento que murió un hijo.
Foucault dice que los cambios existenciales son la puerta de acceso a la espiritualidad; en otras palabras, que a través de un cambio existencial el hombre, si lo desea, si es corajudo, si continúa en este viaje, puede tener acceso a la dimensión espiritual, cuyo resultado es estar en la verdad.
Es decir que las transformaciones existenciales en situaciones límites son una puerta de acceso a la espiritualidad y a la verdad.
Concordantemente, Víctor Frankl dice: “El sufrimiento hace al hombre lúcido y al mundo transparente.”
Estar en la verdad significa estar lúcido, estar despierto, estar consciente y ver al mundo como realmente es, sin ningún velo que lo cubra.
Pero Foucault va más allá y dice que cuando llegamos a la verdad, a través de esas conmociones, ese contragolpe existencial que resulta de ver de cara a la verdad bruscamente, a través de un cambio existencial, como contrapartida ofrece algo a las personas y lo que ofrece como contrapartida es la salvación.
Entonces la verdad nos hará libres, la verdad nos salva, pero ¿qué significa la salvación?
La salvación significa para nosotros conseguir la iluminación y la paz interior, el cese de todas la tormentas de las emociones, eso es la salvación.
En esencia, la muerte de un hijo produce una situación límite, produce un cambio de existencia, es una puerta de acceso a la espiritualidad y como resultado de eso llegar a la verdad y la verdad tiene una contrapartida que es la paz interior.
Existe una corriente de pensamiento que dice que se llega a la verdad a través del conocimiento, que no es necesario transformarse, que alcanza con estudiar, alcanza con conocer y ese es el concepto que todavía hoy predomina: el concepto de la verdad por el conocimiento.
Acá hay una pequeña vuelta de tuerca, que es que en esta teoría se accede al conocimiento a través de la figura de un intermediario; aparece la figura del intermediario.
El intermediario ejerce poder sobre la persona que va a conocer, porque puede tanto mostrarle como no mostrarle, puede tanto enseñarle como no enseñarle, puede tanto enseñarle una parte, como enseñarle todo y ahí aparece el control de un sujeto por otro sujeto.
En otras palabras, con la teoría de la verdad a través del conocimiento, aparecen las escuelas, aparecen en todos los lugares donde la sociedad nos enseña a nosotros, pero nos enseña con el permiso de alguien.
Aparece así el poder del hombre sobre el hombre y esto es algo que tiene que ver con la historia de Renacer, porque tuvo que ver con los personalismos que han sido tan difíciles y son tan perjudiciales para los grupos y todavía lo siguen siendo.
Estas dos cosas han sido muy importantes, el concepto de la paz interior y el concepto del poder y la dominación del hombre por el hombre, fueron muy importantes y siguen siendo importantes.
La idea de ver a Renacer como un lugar a donde cada papá va a hacer un homenaje, fue elaborada precisamente para garantizar y preservar la libertad de cada uno de los papás, muchas veces no fue entendida.
En Renacer nos resistimos tenazmente a que se le impongan valores a un papá, a que se restrinja la libertad de un papá, a que ese bien más preciado que es la libertad de cada uno de nosotros, quede en manos de un coordinador.
Un papá puede tener a Renacer como un lugar a donde va a que les pongan el brazo en el hombro y que le digan: “Pobrecito”, pero ahí está la figura del intermediario, latente; está latente el intermediario que va tener poder sobre ese papá, porque los papás doloridos y sufrientes muy recientes, son muy susceptibles al control por otras personas, entonces va a aparecer el enanito, el maldito enanito del poder y le va a decir tú tienes que hacer esto o tú tienes que hacer esto otro. 
Ningún papá le puede decir a otro papá: para estar bien tienes que hacer tal cosa; no, cada papá va a elegir el propio homenaje y lo va a elegir en libertad.
Cuando decimos que Renacer tiene que ser un movimiento libre, tiene que ser fluido, que Renacer no puede imponer valores, que Renacer tiene que respetar absolutamente la libertad de todos y cada uno de los padres, no lo decimos porque lo queramos.
Renacer debe respetar la libertad de los padres; ese es el Renacer como nosotros lo vemos, costó mucho, cuesta mucho todavía. 
La ayuda mutua tiene que ser entre pares.
Nosotros no estamos en el grupo por capacidad propia o por la capacidad de cada uno de nosotros, estamos porque hemos perdido un hijo, entonces yo no puedo pretender ser mejor que mi compañero de al lado, ¿acaso mi hijo era mejor? 
A través de la muerte de un hijo tuvimos la oportunidad de llegar a la verdad y la verdad nos hace libres, lo dicen los evangelios, lo dice Jesús: la verdad os hará libres, entonces, cuando hemos llegado a la libertad, a través de la muerte de un hijo, ¿vamos a resignar esa libertad al poder de un coordinador?
Renacer debe respetar la libertad de los padres; ese es el Renacer como nosotros lo vemos.
Como dijimos al principio, a través de la muerte de un hijo tuvimos la oportunidad de llegar a la verdad, y la verdad nos hace libres, queremos pedirles que se animen a seguir trabajando en libertad, seguir trabajando con libertad, tenemos que darnos cuenta que podemos hacer nuestro propio homenaje sin que nadie nos diga como.”
(Extractado de charla sobre “Historia y Fundamentos de Renacer”)


Este es un aporte de “Renacer Congreso – Montevideo Uruguay” a la difusión del pensamiento de Renacer, a través de la palabra de Alicia y Gustavo Berti, cumpliendo con el objetivo que indica nuestro lema “Por la Esencia de Renacer”. Mayo De 2007

Para Pensar

La muerte no existe, sólo la transformación. Miras con

 pánico a la tumba, como si allí todo acabara. No temas.

 Observa, la única certeza es el cambio. Nada permanece

 igual. Debemos ser conscientes de nuestro limitado tiempo

 en este plano. Sólo así viviremos de una manera intensa y

 profunda, celebrando. No te asustes, continúa leyendo.

 La evolución requiere de la mutación de las formas. Nadie

 llora por la semilla cuando se transforma en árbol, ni por

 el gusano cuando resurge en mariposa. ¿Acaso una madre se

 apena porque su hijo ya no está en su vientre? La vida

 fluye como una interminable sucesión de misteriosas

 transformaciones.

 Hasta cierto punto, la ciencia y la tecnología nos

 permiten ver qué es lo que sucede antes de nacer. Por

 ahora, los recursos son limitados. Sólo podemos conocer

 hasta el instante en que el cuerpo finaliza su ciclo. De

 todos modos, ¿cuántas pruebas más necesitamos para

 darnos cuenta de que lo que llamamos vida y muerte no son

 más que dos caras de una misma moneda? Buscamos certezas,

 la vida es incertidumbre.

 La materia es necesaria para la experiencia en el mundo de

 las formas. Fuera de ese entorno ya no sirve. Nadie se

 angustia por abandonar los zapatos a la hora de dormir.

 Cumplieron una función. Lo mismo sucede con nuestro

 cuerpo, nos permite movernos en esta dimensión, pero

 llegado cierto punto habremos de dejarlo. Es un proceso

 natural. Deberíamos aprender a liberar de tanta

 negatividad a la muerte. Sólo es transformación.

 ¿Crees que hablo así porque no soy humano? Claro que las

 ausencias duelen, y cuánto. Es cierto que el vacío por

 los que ya no están es insondable. El corazón queda

 herido, lo sé. Pero si vivimos con intensidad cada

 momento, amando y disfrutando de todo lo que nos rodea,

 reconoceremos la muerte como parte indivisible de la vida y

 podremos celebrar. Habremos trascendido las fronteras de

 nuestras limitaciones..

 Si cambiamos nuestra percepción, ya no lamentaremos la

 partida de nuestros seres queridos. Seremos conscientes de

 que simplemente se adelantaron en el camino para seguir

 evolucionando. No los podemos ver, es cierto, pero los

 podemos sentir. Sabemos que están.

 Mira hacia tu cielo interno. Agradece, desde lo profundo de

 tu alma, por los momentos vividos. envíales millones de

 besos y tus más puras intenciones. Libéralos. Ellos deben

 seguir su marcha, ya llegará el tiempo del reencuentro.

 Seguí viviendo. También te irás cuando llegue tu hora.

 No cierres tu corazón. Aún queda mucho por aprender,

 mucho por disfrutar. Sólo quien te ama te dice lo que a

 veces no te gusta escuchar. 


Envía Patricia Lagunes

Del Boletín electrónico - Grupos Renacer

sábado, 5 de septiembre de 2009

El costo de la vida


Es imposible cruzar la vida

sin que un trabajo salga mal hecho, 

sin que una amistad cause decepción,

sin padecer algún quebranto de salud,

sin que un amor nos abandone, 

sin que ningún ser querido fallezca,

sin equivocarse en algún negocio.

Ese es el costo de vivir.

Sin embargo...

...lo importante no es lo que suceda, 

sino como sobrellevarlo.

Si te pones a coleccionar heridas eternamente

vivirás como un pájaro herido,

incapaz de volver a volar.

jueves, 3 de septiembre de 2009

BORRANDO TIEMPOS VERBALES

Allá por fines de Mayo, Alicia viajó San Nicolás.
Para ser más precisa, fue el 25 de ese mes, a la coronación de la Virgen del Rosario.Lo hizo junto a otras personas de ésta ciudad.En su peregrinación se acordó de mí y compró una vela rosada- supongo-para así tener la excusa de una visita.No es fácil ir a ver a una mamá que perdió a su hijo…
Fue así que antes que finalizara el mes, vino a casa, trayéndome lo que había comprado para mí.Junto a ese recuerdo, ella traía el deseo de que mi sufrimiento fuera disminuyendo, y así me lo expresó el día que vino a verme.También me dijo que ella había perdido a un ser muy querido, que lo echaba muchísimo de menos, pero que solamente el tiempo iba sanando las heridas.
Yo la miraba y pensaba que no era verdad lo que decía… ¿acaso era posible volver a sentirme bien?… ¿volver a sonreír?… ¿volver a proyectar?Ella siguió hablando y de pronto, al ver mis lágrimas dijo:
-“Te doy un consejo….Aunque sé que no deben darse…En mí funcionó… Escuchá…
¿Recordás, cuando íbamos al colegio y nos “torturaban” en la clase de lengua con los verbos?…
Bueno, querida…de ahora en adelante, tenés un trabajo…el mismo consiste en dejar de usar dos de ellos”
- Sí, me acuerdo-contesté confundida- pero… ¿qué tiene que ver con lo que me está pasando? ¿o con lo que me decís que te pasó?
-“Me refiero a que, de a poco, en este camino que nos toca transitar, debemos tratar por todos los medios de eliminar dos tiempos verbales…En la medida que podamos hacerlo y llevarlo a la práctica… iremos aceptando y daremos consuelo a este corazón, que se ha roto en mil pedazos.
Desterrando esos verbos, lograremos, por lo menos no caer en el sufrimiento, aunque el dolor siga.
Porque…acá es donde se ve el fruto del trabajo… que consiste en saber diferenciar el dolor del sufrimiento…”Yo seguía sin comprender…Mirándola…Pensé, por un momento que la pobre no estaba en su sano juicio.
Ella siguió:-“Anotalo…así no te olvidás…
Los tiempos verbales que debemos borrar de nuestra mente son:
EL PRETÉRITO PLUSCUAMPERFECTO Y EL POTENCIAL.”
- Perdoname, pero no comprendo nada…- Atiné a decirle-
…Con una sonrisa, de esas que sólo te pueden brindar aquellos que saben lo que estás sintiendo, me dijo:
-“El Pluscuamperfecto, ¿te acordás?….” y empezó recitar:
“Si yo hubiera o hubiese….si tú hubieras o hubieses… si él o ella hubiera o hubiese….si nosotros hubiéramos o hubiésemos…etc.etc.”
“Ese verbo nos hace sufrir, nos tortura… nos hace creer que la vida de ese ser querido estaba en nuestras manos y no es así…a estos verbos los usamos (y abusamos) los que estamos en duelo…
El otro tiempo verbal es el Potencial, pero esta vez no hablamos de nosotros, sino que lo aplicamos al que partió… y entonces empezamos:
“Tendría…”(tantos años, tal profesión, tantos hijos y todos los etcéteras que se te ocurran)…
”Cumpliría…”(tantos años, tal aniversario de casado)…
“Habría…” (rendido, obtenido su título, contraído matrimonio, festejado….) y la lista es interminable… infinita. Tan larga como deseemos hacerla…

¿Comprendes ahora, querida amiga, lo que es el dolor y lo que es el sufrimiento?Lleva tiempo, pero no es imposible.
El día que logremos quitar esos verbos de nuestra vida…empezaremos otra etapa del duelo, con más paz. Sin culpas. Sin remordimientos.
No conviene mortificarse. Tendrás que comenzar en algún momento una vida nueva sin esa persona. Tendrás que aprender a vivir sin ella.
No es sano imaginar cómo sería él o ella…la edad que tendría ahora, o lo que podría haber hecho si no hubiera muerto.
Tenemos que dejar de imponerle a ese ser, cosas que tendría que haber vivido o que tendría que haber hecho.
Esos no son sus proyectos, sino los nuestros.
Él o ella se ha liberado de todo eso.”
…………………………………………………………………………………………….
Sólo nos abrazamos… No pude decirle nada…
Ella se fue…y no volví a verla, pero pronto iré a visitarla.
Iré a decirle ese “GRACIAS” que aquél día no pude pronunciar, que fue ahogado por las lágrimas…
Y también iré a decirle ¿por qué no? …”Querida amiga: algunas veces con sonrisas, otras veces con llanto…quiero que sepas que
Ya empecé a borrar verbos de mi lista”


Para Alicia, Lissy. (Gracias, amiga….)

martes, 1 de septiembre de 2009

Vive este día


Vive este día como si fuera el último de tu vida. ¿Quién puede añadir un solo minuto al día de mañana?. El mañana no cuenta, lo mismo que no cuenta el ayer. ¿Quién puede modificar un solo minuto al día de ayer?. En vano es detenerse y lamentarse por el tiempo pasado, lo mismo que preocuparse por lo que pueda suceder mañana.

Vive el hoy, es lo único que cuenta. Lo que piensas hacer mañana hazlo hoy, acaricia a tu hijo, haz el amor con tu pareja, disfruta el atardecer, mañana quizá no esté y tú tampoco.

Vive hoy este día com si fuera el último día de tu vida.

Eres la creación perfecta de Dios y Él quiere que seas feliz.

Carola Newman