viernes, 29 de mayo de 2009

Un angel paso por la tierra

Una mañana de primavera
Llegó a este mundo
Con su mirada tan dulce
Tan bella tan tierna
Una luz iluminaba
Su pequeña carita tan perfecta
Pero sin sonrisa
Porque la sonrisa la llevaba en el alma
Solo algunos pocos pudieron
Verla sonreír
Su llanto fue música angelical
Para nuestros oídos
¿Quien llegó a conocerla?
¿Quien llegó a cuidarla y mimarla?
Dos meses tan solo tenía
Dos meses que disfrutamosDe su presencia.
Porque una mañana muy temprano

Abrió sus alitas al cielo y hacia el voló
Dejándonos con un enorme dolor en el pecho
Pero no se fue para siempre
Yo la he visto volando por los sueños
Dejando su sonrisa esa que no tuvo
Sus palabras y sus pasos
Un “te quiero mamá”
Un “te extraño papá”
Palabras que solo escucho
En ese mundo mágico
De los sueños.
Por eso doy gracias

Por poder escucharla
Por poder sentirla
Por haber tenido un ángel
Aunque se haya ido
Y al mismo tiempo quedado
Porque su espíritu esta con nosotros
Ángel mío yo te espero
En ese mundo de fantasía de luz
Y esperanza un ángel pasó por la tierra
Y muy pocos la conocieron.

de Eva Rosana Gittlein
Argentina

martes, 26 de mayo de 2009

Una Historia de Amor (2da. Parte)

LA PILETA VACÍA

Gustavo: “Cuando llegamos a la casa de mi hermana, a los dos minutos llegaron unos amigos de mi hermana y mi hermana dice "¿por qué no van a buscar la carne para hacer un asado?”, era un domingo y, por supuesto, que otra cosa se iba a hacer en Córdoba un domingo que no fuera un asado y fuimos con ese muchacho que recién había llegado, nos subimos al auto y yo iba muy callado, y este muchacho empezó a hablar y me empezó a contar su vida y, entre ello, me contó que hacía unos años había perdido una hija a los siete años y me dijo cuánto la extrañaba y cuánto la añoraba.

A mí me llamó mucho la atención que esta persona a quien yo no conocía ni había visto nunca, me contara a cerca de la pérdida de su hija y cuando volví, llamé a mi hermana y le dije: "dime, ¿ustedes le contaron a este muchacho lo que nos había pasado con Nicolás?"

No, me dice, recién han llegado. 

Entonces, yo me decía tengo que hacer quinientos kilómetros, para tratar de olvidar y lo primero que hago es encontrarme con otra persona que ha perdido un hijo.

Luego conversamos con Alicia, que eran demasiados padres que habían perdido hijos... a los que estábamos encontrando, entonces, frente a esa evidencia, que no podíamos desechar, nos quedaba analizarla y no encontramos más que dos alternativas: o era una casualidad o era una señal.

Nosotros teníamos que elegir entre las dos y podríamos haber elegido "una casualidad", sin embargo, nosotros dijimos: si esto es una casualidad no tenemos nada que hacer, pero ¿qué pasa si esto es una señal? ¿qué pasa si esto es un mensaje y nosotros lo dejamos pasar? ¿Y si lo dejamos pasar y es la única oportunidad?

Entonces nos preguntamos, ¿mensaje de qué puede ser? ¿una señal de qué puede ser? y la señal estaba clarita: júntense con otros padres.

Así lo vimos nosotros y en un acto de fe nos tiramos de cabeza a una pileta vacía.”

Alicia: “Interpretando esa señal de la vida, con Gustavo decidimos que íbamos a comenzar esto que realmente era nuevo, era absolutamente nuevo, era una idea que no existía.”


UNA LUZ EN EL CAMINO

Alicia: “Entonces, aquí, adentro de nuestro corazón, algo nos decía que una experiencia límite semejante, una conmoción existencial semejante, no podía sino contener un mensaje tan importante como aquello que acababa de partir de nuestro lado.

Porque no puede ser que un ser tan hermoso como un hijo se vaya de nuestro lado sin que nosotros nos preguntemos si hay algo más en esta partida.”

Gustavo: “Cuando nosotros comenzamos esta tarea, en Río Cuarto, intuíamos que para continuar con una vida plena después de haber perdido un hijo, era necesario una luz en el camino, que fuésemos capaces de pensar o imaginar algo en nuestro futuro que tuviese el mismo significado, el mismo valor que esos hijos, de lo contrario sabíamos, y esto ya con certeza, que nuestra vida sería distinta y de menor calidad, ensombrecida por la posibilidad de un lamento pertinaz, de una victimización, y enfrentados al miedo y desesperanza de un futuro opaco y vacío, sin una luz que iluminara nuestro camino. 

Esa luz en el camino, que por entonces éramos capaces de imaginar, tenía que ser una luz que brillara con intensidad propia, que tuviese vida propia, una luz que fuera objetiva, un valor tan importante que nos convocara a levantarnos por encima de nuestro dolor y decirle sí a la vida. 

Esa luz debía ser lo suficientemente poderosa como para abrirse paso entre la maraña de emociones y sentimientos negativos que dominan ese tiempo durante el cual resuenan en nuestra alma esas "crepitaciones de un pan que en las puertas del horno se nos ha quemado" 

En otras palabras, esa luz tendría que estar en el mundo, fuera de nosotros pero a la vez cubriéndonos, protegiéndonos y alimentándonos, y la única luz que nos protege y nos alimenta y en la cual podemos vivir en plenitud es la luz del amor incondicional, el mismo amor que sentimos por nuestros hijos, ya sea que estén de este o del otro lado de la vida.”

“Intuimos que teníamos que comenzar por abrirnos a la vida nuevamente ¿por qué? pues cuando sufrimos nos cerramos, nos cerramos a la vida, nos cerramos a los demás, el sufrimiento nos hace egoístas.”

  “Entre de las opciones que se nos presentaron, una fue la de ayudar a otras personas que estaban pasando por el mismo trance doloroso. Elegimos esa opción y buscar en nuestra ciudad a los padres que habían perdido hijos en el año previo e invitarlos a formar un grupo que en aquel momento llamamos de autoayuda.”

“El propósito era unirnos, no por una enfermedad como la mayoría de los grupos de autoayuda, sino por una conmoción existencial que nos sacudió de raíz, que nos unía, pero que no constituía, en sí mismo, una enfermedad.

Queríamos reunirnos por la muerte de un hijo, por la partida de uno o del único hijo o de todos los hijos, pero ¿para qué?

Ahí comenzó otra búsqueda, teníamos muy en claro que íbamos a comenzar con un grupo de ayuda para padres; el tema era cómo hacerlo, porque no podía ser un grupo a donde iríamos a llorar nuestras pérdidas, eso ya lo habíamos hecho. ¿Qué podíamos hacer?

Alicia: “Elisabeth Kübler Ross, que es una doctora estudiosa del fenómeno de la muerte, acompañante por veinte años de niños, pacientes terminales, niños en sus lechos de muerte, ella había escrito unos libros maravillosos “Sobre los niños y la muerte” y “La muerte un amanecer” y a través de esos libros empezamos a descubrir y a reconciliarnos con la idea de la muerte.”

Gustavo: “La idea de juntarnos se originó en una decisión moral de quienes descubren que la vida y las cosas no necesariamente deben ser como se las ve que son, y en ese “no necesariamente deban ser como se las ve que son”, pueden ser mejores.” 

¡Y NACE RENACER!

Gustavo: “Como institucionalmente no había una respuesta a esa conmoción existencial, empezamos a buscar a otros padres que habían pasado por la misma circunstancia para invitarlos a juntarnos y formar un grupo.” 

“A los tres meses de la partida de Nicolás, resolvimos visitar a padres para invitarlos a concretar esa idea que teníamos de agruparnos para cambiar nuestra vida de aquí en más, intuitivamente sabíamos que era de aquí en más; cómo hacíamos para vivir nuestra vida de acá en más, qué significaba una nueva vida, porque nos dábamos cuenta, como saben todos ustedes, que la vida cambia absolutamente.”

“Cuando salimos a buscar a la gente y cuando invitamos a las personas para formar un grupo y encontrar juntos un camino para superar esta circunstancia nadie nos ayudó; fuimos casa por casa de quienes sabíamos habían perdido hijos, para decirles que nosotros también habíamos perdido un hijo y queríamos decirles que se puede, que se puede vivir bien y queríamos invitarlos a formar un grupo y todos nos miraban como si habláramos en chino.”

“Ellos nos preguntaban ¿qué vamos a hacer? Y nosotros les decíamos, todavía no sabemos, pero una cosa es cierta: no vamos a ser un grupo de llorones, vamos a juntarnos para ver cómo podemos encontrar un sentido, un significado a esto que nos pasó.”

Alicia: “¿Un grupo? decían ¿para qué?, pero ¿qué van a hacer? ¿van a ir a llorar? No. No nos vamos a juntar para llorar sino para tratar de encontrar un camino y una salida que nos permitiera una vida digna más allá de nuestra pérdida.”

“Para nosotros la respuesta al problema que se presentaba, era la recuperación integral de la persona, o sea, la recuperación espiritual, la recuperación emocional, la recuperación afectiva, la recuperación social y a nivel profesional en la actividad que cada uno desarrolle, es estar acompañado con pares en un grupo de ayuda mutua. Ese era para nosotros el camino.”

“Todos nos recibían respetuosamente, pero no terminaban de entender y todos nos dijeron, palabras más palabras menos: justo ese día que ustedes dicen que se van a reunir por primera vez, tenemos que hacer. 

Entonces el 5 de diciembre pensamos que nosotros íbamos a estar solos, porque todos habían puesto pretextos, pero nosotros dijimos, vamos a estar igualmente.

El Colegio Médico nos había cedido sus salones, lo que facilitó enormemente nuestra tarea y entonces nos sentamos a esperar.

Ustedes no se imaginan el estado de ánimo que podíamos tener Gustavo y yo, ¿a ver qué se les ocurre? Díganme alguna palabrita.”

Los padres: Ansiedad… soledad… nervios… miedo… esperanza…  

Alicia: “Todo junto, eso es, todo eso junto…

En eso apareció una mamá, era la mamá de un amigo de Nicolás que no había perdido un hijo, pero quería ir a apoyarnos, así de entrada supimos qué es Renacer.

Esa mamá no iba a opinar ni dar consejos a los papás que pudieran llegar; esa mamá estaba allí para, silenciosamente, apoyarnos; no quiso que estuviéramos solos y nosotros la recibimos como si fuera Mahatma Gandhi resucitado, y quedamos con ella allí esperando…y fueron apareciendo uno a uno todos los invitados. 

No lo podíamos creer, todos empezaron a presentarse entre ellos y se decían “¿a vos que te pasó?”, se abrazaban y lloraban y nosotros con Gustavo nos mirábamos y decíamos pero esto no es lo que queremos.

Pero, claro, era la primera vez que nos reuníamos y los papás estaban que no podían creer que se encontraran con otros papás que también habían perdido hijos, pues, hasta ese momento, habían estado solos, con la familia que los acompañaba, no se habían encontrado con otros padres y creían que eran a ellos a los únicos a los que les había pasado eso y a estos dos locos que un día habían ido a su casa a hablar con ellos. 

De repente se dan cuenta que había otros padres a quienes les había pasado lo mismo.

Cuando se calmaron los ánimos, Gustavo hizo la introducción y dijo que la muerte, ese huésped no invitado, que entró en nuestra casa un día y dejó una habitación vacía, una cama vacía, quizás una cuna vacía o un vientre vacío si el hijo murió al nacer.

Ese huésped no invitado, que un día entró a nuestro hogar dejando vacía una cama, una habitación, una cuna o un vientre, estaba allí para quedarse y no la conocíamos, porque la muerte en occidente la negamos, no existe, es la derrota, como será que siempre vemos que a un hospital las personas enfermas entran por un lado, pero los que mueren salen por la puerta de atrás, pues tratamos de no estar en contacto con la muerte.

Que a nosotros la muerte nos dio una bofetada y nos dijo acá estoy ¿qué van a hacer conmigo?

Es un huésped que está en mi casa ¿qué hago? ¿la echo? ¿la echo a escobazos? ¿trato de destruirla? 

Si está ahí y vino para quedarse, entonces ¿qué hago? La conozco, la comprendo, trato de entenderla.

Nos dimos cuenta, a través de la lectura y de mucho reflexionar sobre la muerte entre nosotros, que en realidad, todos tenemos nuestro momento, nadie muere un minuto antes ni un minuto después; ese era el momento de Nicolás y ese era el momento de cada uno de nuestros hijos.

Ahora la pregunta era: ¿Qué hacíamos con esto?”

Gustavo: “Desde esa primera vez, apelamos a la responsabilidad del padre frente a su hijo, frente a los que aún esperan de él y frente a la vida misma y en un acto de supremo amor y autorrenuncia, los invitamos a levantarse por encima de su dolor, saltar la barrera de sus emociones, elevar la mirada hacia el horizonte para poder descubrir el sentido de su vida, aquel que sólo él puede realizar. Que la paz interior, el profundo consuelo y la vida plena serán, entonces, la consecuencia de una tarea bien hecha, con entrega y amor por la responsabilidad asumida.” 

“Les recomendamos la lectura de los libros de Elisabeth Kübler Ross y ahí intuimos que la verdadera respuesta era dar, dar todo ese amor que quedó vacante a todos los seres que sufren y que de aquí en más pueden necesitar de nosotros.”

“Elisabeth Kübler Ross, nos respondió muchos interrogantes que en ese momento eran muy acuciantes sobre todo para nosotros dos, porque muchos papás venían y nos preguntaban sobre sus inquietudes; esto fue muy importante para Renacer; pienso que ese primer año sin ella no hubiese sido posible, y Renacer sin ese primer año tampoco hubiese sido posible, a ella también le rendimos tributo en este momento.”

Alicia “Entonces, aquel puente que antes teníamos construido entre nosotros y el mundo de afuera y con los demás, roto de repente, porque la vida nos había estafado y nos había sacado aquello que no creímos que nunca nos iba a sacar o a arrancar, como lo veíamos en ese momento, ese puente comenzó nuevamente a construirse.

Nos dimos cuenta que uniéndonos a otros, la conexión con el mundo y con los demás comenzaba a rehacerse y eso nos daba, de repente, esa sensación de estar otra vez con los pies plantados en la tierra.

Porque en el momento que los hijos parten, uno piensa que está un poco entre el aquí y el allá, entre la realidad y la irrealidad, no sabemos que es real y que no lo es.

Ahí nos dimos cuenta de la existencia de aquello que se llama amor incondicional, aquello que no necesita siquiera la presencia física del ser amado para que ese amor se manifieste, crezca y se expanda como la vida misma.

Comenzamos lentamente a construir ese puente que nos devolvía a la relación con el mundo y a la relación con el otro.

Nos dimos cuenta que estábamos en el mundo y que por lo tanto algo teníamos que hacer; si no, nos hubiéramos muerto, y ahí estaba nuestra hija, ahí estaba mi mamá y ahí estaban otros familiares y ahí estaban los amigos y amigas, quienes nos miraban a ver que íbamos a hacer.”


UNA OBRA DE AMOR

Gustavo: Si bien al principio nos faltaban las palabras para explicar esta intuición, con el tiempo nos fueron muy útiles los conceptos de Martin Buber sobre el amor y los sentimientos de Jesús: nos dice Buber que los sentimientos de Jesús por sus discípulos bienamados y por los fariseos eran distintos, sin embargo el amor por ambos era el mismo. 

Continúa Buber diciendo que, mientras los sentimientos y emociones habitan en el hombre, el hombre habita en el amor.

Así, de esta manera comenzamos a trabajar, ayudando a otros padres que habían perdido hijos, llevándole a ellos una palabra de esperanza y tratando que ellos también pudieran ver la pequeña luz al final del túnel, y haciéndolo en nombre del amor que sentíamos por Nicolás y que, por cierto, no había muerto con su partida. Por eso podemos decir, sin ninguna duda, que Renacer nació como una obra de ese amor en el que todos habitamos.

Muchos de ustedes han ingresado a Renacer cuando los grupos estaban afianzados y reconocidos en su tarea por la sociedad y no conocen, por lo tanto, las disyuntivas que se plantearon desde el principio, inclusive antes de comenzar con la primera reunión de padres en Río Cuarto el 5 de Diciembre de 1988, seis meses después de la partida de Nicolás en un accidente en el que su motocicleta fue tocada por un automovilista que se dio a la fuga. 

Teníamos, por aquel entonces, dos posibilidades: la primera, de dedicar nuestros esfuerzos para hacer algo en contra de algo, en contra de los accidentes de tránsito, en contra los conductores desaprensivos, en contra de vialidad nacional por no mantener los caminos, en contra de las leyes vigentes o en contra de lo que a ustedes se les ocurra; la segunda posibilidad era la de trabajar a favor de algo, a favor de la vida aun y a pesar de todo su dolor, trabajar para un decir sí a la vida a pesar de todo... 

Piensen ustedes donde estaríamos hoy todos si nosotros hubiésemos decidido, en 1988, trabajar "en contra de..." Desde un principio fuimos conscientes que nada grande, duradero o significativo ha sido realizado desde la perspectiva del "en contra de", que la historia mostraba que todo lo duradero había sido creado " a favor de". 

Que al trabajar en contra de algo como una mera reacción continuaríamos implicados en la esencia de aquello contra lo que se luchaba como le sucede a todos los movimientos contra algo. Así por ejemplo, si luchamos contra la violencia permanecemos implicados en la esencia de la violencia, es decir que nosotros, los luchadores contra la violencia estamos insertos, somos parte de esa misma violencia. Así es como Kafka en uno de sus aforismos nos dice: "Uno de los medios de seducción mas efectivos que tiene el mal es invitar a la lucha".

Este mensaje a favor del amor incondicional como respuesta a los golpes del destino fue muy difícil de transmitir al principio. 

Nuestra cultura indicaba que lo acostumbrado era trabajar con las emociones y sentimientos y así, cuando nos encontrábamos con padres cuyos hijos habían sido víctimas de hechos violentos y les decíamos que Renacer era un mensaje de amor y que, en nombre de nuestros hijos sólo tenía sentido devolver una obra de amor a la vida, esos mismos padres nos miraban con desconfianza y en ocasiones hasta con desagrado, y nos hablaban, una y mil veces, sobre sus emociones y sentimientos y sus deseos de justicia, que en la mayoría de los casos eran deseos de venganza más que de justicia.”

“El mensaje de Nicolás pudo haber sido: que trabajase elaborando mi miedo a perder control, mi miedo a volverme loco, que trabajase con mi confusión, que trabajase con mi despersonalización, que trabajase con mi sensación de inseguridad, “que trabajase”, significa ir a los grupos a discutir y a analizar y a elaborar estas cosas, que trabajara con mi sentimiento de abandono, o de ambivalencia, de angustia, de ansiedad, de dependencia, de desesperación, de miedo, de culpa, de inadecuación, de inseguridad, de agresión, de agitación, etc. etc. etc.

¿Ese es el mensaje que ustedes creen que sus hijos les han dejado? 

¿Es ese el mensaje que ustedes quieren trasmitir?

¿O prefieren ustedes trasmitir un mensaje de amor incondicional?

Por eso nosotros hablamos de amor y dejamos de lado los sentimientos y las emociones, porque el amor y el sufrimiento son universales, son comunes a todos, mientras que las emociones y los sentimientos son distintos.

Decimos siempre que Renacer tiene que ser un oasis, tiene que ser un lugar de paz, un lugar de esperanza, a donde nosotros vamos, precisamente, a encontrar ese mensaje que nuestros hijos nos han dejado.”  

“En los comienzos de Renacer se propuso por otros grupos, que se formaran grupos por afinidades, es decir, un Renacer de papás jóvenes, un Renacer de papás de hijos muertos por accidente, un Renacer de papás de hijos muertos por conductores alcoholizados, y nosotros dijimos que no, porque cuando se nuclean los padres por afinidades de partidas, esos grupos se transforman rápidamente en grupos de víctimas. 

Y la característica de la víctima es que transfiere la responsabilidad a un tercero y se vuelven grupos que trabajan “en contra de”, hay grupos que trabajan en contra de los conductores alcoholizados, en contra de los accidentes de tránsito, en contra de las drogas, en contra del SIDA, etc., etc. Y no hay ningún ejemplo en la historia, de algo valioso que se haya hecho trabajando “en contra”, sino siempre a favor.

Renacer ha estado siempre a favor de la vida y a favor de la recuperación de los padres.”

“A pesar de todas estas dificultades iniciales, continuamos mostrando a Renacer como un mensaje de amor y sosteníamos que, para ver y mostrar a otros padres a Renacer como una obra de amor, no era necesario detenernos en las emociones y sentimientos que predominan al principio, por lo transitorio, justamente, de su naturaleza, sino detenernos en lo perdurable, en el amor que los padres aun sienten por ese hijo. 

Hacer ver a los padres que, invariablemente, este sentimiento de amor es más fuerte que la muerte, inclusive más fuerte que la forma que la muerte adopta para llevarse a sus hijos.”

HACIENDO CAMINO

Alicia: “Así, lentamente fuimos haciendo el camino, que no fue fácil papás, porque la comunidad no nos entendía; los profesionales de la salud no entendían lo que hacíamos, la misma Iglesia, en un primer momento, desconfió de nuestra tarea, porque, claro, éramos un grupo no confesional.”

“Tuvimos que luchar contra muchos molinos de viento, pero lo hicimos con mucho silencio, no hicimos ningún tipo de publicidad y durante casi un año funcionamos silenciosamente.

Los papás se iban enterando de boca a boca y se acercaban al grupo y así se formó un segundo grupo en la ciudad de Coronel Moldes a 80 kilómetros de Río Cuarto y un tercer grupo en villa Mercedes en San Luis.

Entonces nosotros viajábamos para ayudarlos y así ir afianzando el movimiento, moderando las reuniones, intuyendo que debíamos evitar la elaboración de sus emociones por parte de los papás.

Fuimos viendo qué debíamos hacer, observando, probando y luego corrigiendo, cotejando experiencias y así seguimos atentos a todo.

Fueron años maravillosos de mucha lucha, años duros, para poder instaurar en la comunidad una idea que no existía, que podía existir un grupo de ayuda mutua para padres por una crisis existencial como es la muerte de un hijo y que no constituía en sí mismo una enfermedad.

Fue una tarea titánica porque en la comunidad no lo podían entender.”

Gustavo: “Inicialmente trabajamos de una manera intuitiva, con el concepto de que en medio de tanta adversidad, nosotros debíamos no sólo sobrevivir, sino llevar nuestro sufrimiento con dignidad, "caminar con la frente alta". Estábamos siendo, sin advertirlo, testigos del despertar "del poder indomable del espíritu", llegándose muy profundo dentro de la dimensión de la libertad humana no sujeta a leyes deterministas.” 

“Elisabeth Kübler-Ross nos respondió muchas preguntas personales acerca de la manera en que los hijos parten, con ella hasta allí pudimos andar, hasta que, un año después, apareció en nuestras vidas un "regalo de Dios" vino a nuestras manos en forma de un pequeño libro: "El hombre en Busca de Sentido" de Viktor Frankl. Al leerlo experimentamos el fenómeno del ¡ajá!”

Alicia: “Cuando ya habíamos experimentado que el darnos a los otros era un camino precioso, maravilloso, casi inexplorado, descubrimos a Víctor Frankl.”

Gustavo: “La obra de Víctor Frankl. nos dio el sustento filosófico antropológico necesario para fundamentar la tarea de Renacer, sobre todo para que Renacer pudiera reproducirse en otros lugares sin la presencia nuestra, porque si nuestra presencia hubiese sido requerida para formar un grupo, eventualmente, esto hubiera sido la obra de un par de iluminados, cosa que no es así, porque vuelvo a repetir, todos ustedes tomaron el mensaje, les gustó y lo adoptaron, y por eso es que existe hoy Renacer en tantos lugares.

Frankl nos hizo ver el sufrimiento de manera distinta, nos hizo ver el sufrimiento como catalizador de un crecimiento interior, nos dijo Frankl: “el hombre que se levanta por encima de su dolor, para ayudar a un hermano que sufre, trasciende como ser humano”, es decir, el hombre que aun sufriendo prioriza la presencia del otro, se humaniza, por eso pudimos decir un día, cuando quizás nadie nos entendió, pues poca gente nos entendía, que Renacer es un imperativo ético, porque el resultado final para aquellos valientes que se animaban a dar el salto de la trascendencia, era la transformación interior, era el acceso a la verdadera humanidad del hombre.”

“Víctor Frankl nos dijo muchas cosas que nosotros fuimos adoptando en la metodología de trabajo y entonces permitió que esta experiencia de Renacer pudiera ser repetida en otros lugares, sin que estuviéramos nosotros, que el mensaje, en sí mismo, es lo suficientemente poderoso para que solo se plantara como lo hizo, cruzando fronteras, cruzando el océano sin que necesariamente estuviéramos nosotros.” 

Alicia: Víctor Frankl, para los que no lo conocen, es un psiquiatra vienés, un gran pensador de nuestra época, a quien llegamos incluso a conocer personalmente, que nos dice que no importa lo que nos pase en la vida y que te pueden arrebatar todo en la vida, menos la última de las libertades individuales, que es lo que hacemos nosotros con lo que nos pasó, qué actitud asumo yo frente a esto que me pasó, qué hago yo con esto que me pasó.

  Víctor Frankl perdió a toda su familia en los campos de concentración y salió de ahí diciendo: “Sí a la vida, a pesar de todo”.

  “Cuando descubrimos a Víctor Frankl nos dimos cuenta que lo que estábamos haciendo era lo que él en sus libros científicamente describía.

  Cuando tuvimos la dicha de conocerlo, le comentamos lo que hacíamos y le dimos gracias por haber escrito esos libros y él nos dijo: “no, gracias a ustedes, porque ustedes han probado que es real lo que yo escribí, ustedes lo han probado en el campo de acción.”

  Es real que se puede emerger de un dolor tan grande, como un ser más fuerte, más sabio, más compasivo, tal como cada uno quiera, elija, adopte y asuma la responsabilidad de emerger frente a este sufrimiento, frente a ese dolor.”

“Tengo que decir dos palabras sobre Víctor Frankl, él es y será siempre nuestro maestro, lo descubrimos al año de haber empezado con "Renacer" y nos dimos cuenta que lo que él decía acerca de que la Logoterapia, o sea, la actitud de encontrar sentido a lo que la vida nos presenta, no importa cuan doloroso sea, lo estábamos practicando sin necesidad de haberlo leído, luego, al leerlo nos dimos cuenta que eso era exactamente lo que estábamos haciendo.”

sábado, 23 de mayo de 2009

El tren de la vida

Hola a todos familia, amigos q ahora estan unidos a nosotros al compartir la vida nueva que estamos logrando a raíz de la partida de nuestros hijos.
Luego de la muerte de Luis David encuentro que "veo más". No es que la miopía física que padezco, tengo una capacidad visual de 20/80 cuando lo normal es de 20/20, se haya desaparecido, sino que ahora sí veo a los seres humanos, a los seres vivos, a los seres inertes y a toda creación como lo que reamente son y no como los había aprendido de los libros de biología. Veo lo bello como esencia y no como apariencia. Veo en el fondo de las personas que van en el tren de la vida que veo pasar todos los días. Y sé que también me ven más a mí. Me ven más ahora que cuando por mi profesión salía en tv. Me ven más ahora porque como en el video quienes van en el tren de la vida vieron a una mujer tranformándose a partir del dolor que la llevó a ver el cielo. Y cómo no vamos a saber cómo es el cielo si es allá a dónde se fueron nuestros hijos, como dice la canción que les anexo al presente mensaje.
Un abrazo,
Marian, la mamá de Luis David

miércoles, 20 de mayo de 2009

Una Historia de Amor ( 1ra. Parte )

Homenaje a Nicolás

Estrella fugaz que surcó el firmamento, iluminado nuestro camino

De parte de quienes vinimos, entramos, nos ayudaron, nos abrazaron cuando

  “Renacer era una cosa ya hecha”


  Por



  Ulises, Ana y Enrique de Renacer Congreso- Montevideo Uruguay



  “Por la Esencia de Renacer”



  20 de Mayo de 2009




A través de estos años que fueron años duros y difíciles, tuvimos muchas

dificultades y tuvimos problemas y tuvimos enemigos; tuvimos problemas

de afuera y tuvimos problemas de a dentro […] queremos contarlo, porque

para muchos de ustedes Renacer era una cosa ya hecha que estaba

cuando vinieron, entraron, los ayudaron, los abrazaron, pero se preguntaron

¿cómo nació Renacer? ¿cómo se originó? ¿qué dificultades tuvo que pasar?

¿cómo creció? ¿cómo llegó a ser lo que es ahora?”



  Gustavo Berti en Huerta Grande 2003



INTRODUCCIÓN

Esta historia, por nuestra falta de conocimiento en detalle, no incluye una descripción pormenorizada de todos aquellos hechos que conforman la verdadera historia de este amor.

Nos hemos ocupado, exclusivamente, de entresacarla de lo dicho por Alicia y Gustavo Berti en las charlas realizadas en aquellos lugares a que han concurrido, diseminadas en el tiempo en el transcurso de 20 años, que han llegado a nuestro conocimiento.  

No quisiéramos que esta breve historia, estuviera desligada de la alegría que siempre le ha trasmitido Alicia a todo aquello que se relaciona con Nicolás y con Renacer, ni de las reflexiones que los mismos hechos provocan en cada circunstancia. 

Para ello basta recordar la actitud de Alicia cuando en Huerta Grande, al hacer la presentación de los distintos países concurrentes a la celebración de los 20 años de Renacer, fue ella la que, al escuchar la música característica de cada país, irrumpió a bailar cada uno de los ritmos correspondientes a cada país.

Tampoco estará ausente la profundidad de los conceptos que nos han acercado siempre tanto Gustavo como Alicia y es así que recordamos como en la noche de cierre del referido encuentro, observando el entusiasmo y alegría de los bailarines, tal que nadie hubiera podido creer que se trataba de papás y mamás que hubieran perdido hijos, cuando en un determinado momento nos acercamos a Gustavo y le preguntamos ¿cómo puede explicarse que estas mismas madres y estos mismos padres, hace pocos meses para unos y más tiempo para otros, estaban con sus rostros desencajados envueltos en llanto, desesperados por la pérdida de un hijo, estén hoy con sus rostros alegres y sonrientes?

“Es el milagro de Renacer, es el misterio de la fuerza indómita del espíritu de que nos habla Víctor Frankl, es la fuerza del amor a sus hijos”, nos respondió Gustavo.

Aquellos padres no le preguntaron a un psicólogo para saber si había pasado el tiempo suficiente de “su duelo” para hacerlo, lo hicieron porque así lo intuyeron, se lo indicaban sus corazones, con el pensamiento en sus hijos.

Para quienes miraban desde afuera, esos padres dijeron que existe una opción a la que también ellos se pueden adherir, porque sí, se puede.

Y para quienes dieron tal testimonio, por una actitud arrancada, intuitivamente, de lo más profundo de sus propias vidas, “sí, se puede”, implica la responsabilidad de mantener la misma actitud a través del tiempo y saber que si se pudo entonces, se puede en todos los instantes de nuestras vidas.  

Ojalá, para quienes hemos encontrado todo o casi todo ya hecho, mientras transcurre esta breve historia de amor, el mensaje de Renacer, como la lluvia mansa que fertiliza los campos, fecunde nuestros corazones. 





LA IMAGEN DE NICOLÁS


Alicia: “No se si alguna vez vieron una foto de Nicolás.

Yo les voy a contar porque, realmente, no lo conocen a Nicolás.

Imagínenselo ustedes a Gustavo sin barba, Nicolás es igual y muy "chinchudo", igual que él, por supuesto más joven.

Hoy cuando un papá dijo, en un momento: "esa luz que alcanzó Nicolás a sus padres" a mí se me presentó una imagen.

Yo me imaginé a Nicolás con su pelo así, al costado... rubio... sus ojitos color aceituna... como arrodillado... se me presentó esa imagen, él sobre una rodilla, un poquito más arriba, vi la imagen así: yo les cuento... 

Gustavo de pie me cobijaba con sus brazos y Nicolás más arriba sosteniendo con ambas manos una luz... 

Esa luz que él sostenía con ambas manos, me la entregó... ¡ni les cuento!, Gustavo me sostenía a mí, pero yo recibía la luz... y yo me di cuenta que cuando la recibimos, comenzaron a aparecer papás... papás... papás... papás... y la luz empezó a ser tan grande, que no nos cabía en las manos, no cabía en mis manos, ni en las de Gustavo y empezó a expandirse y era tan grande, tan grande, que empezó a diseminarse y de todo empezó a salir luz... 

¿Y cuál es la única forma de alejar la oscuridad?  

Iluminando, iluminándolo todo, hasta el último rincón y esa es la imagen que se me presentó y la quiero compartir con ustedes.

Nicolás con su pelito rubio... con una camisa clara... un pantalón claro... un jean... en una rodilla... acercándome la luz... y esa luz que se expandió y empezaron a aparecer todos, y estaban todos... los que estaban dormidos... los que no se durmieron... los que hablaban por teléfono... los que toman mate en el teatro y no se puede... los que no toman... los hermanos... los abuelos... los padres... todos.

Queremos decirles que en estos años de Renacer, ¡hemos aprendido tanto! ¡tanto! y anoche yo les decía y decíamos que gracias a todos ustedes, los papás que forman los grupos Renacer, gracias a todos, Nicolás no ha muerto y gracias a todos, cada uno de sus hijos no ha muerto.”


UNA ESPERANZA

Gustavo: “Nosotros decimos que nuestros hijos están en otra dimensión, alguien podrá no creerlo, es como nosotros creemos que están y el día que uno muera vamos a pasar a la misma dimensión. 

Entonces, yo me voy a encontrar con Nicolás que está en el futuro, él no está en el pasado, él no quedó atrás en el pasado, sino que está esperándome y cuando yo me encuentre de nuevo, habiéndome separado una vez, no quiero que cuando me abrace con él, alguien venga y me toque el hombro y me diga, usted vaya al jardín de infantes, su hijo está en la Universidad, ¿por qué? por no haber hecho los deberes de este lado.

Entonces, si yo no quiero separarme nuevamente, voy a tratar de hacer todos los deberes de este lado, todos los días de mi vida, para que cuando me encuentre con Nicolás no me tengan que separar de nuevo.

Eso también sirve, esa manera de pensar y ver las cosas, porque es una posibilidad cierta, pero no lo podemos saber; que no nos pase que nos enteremos cuando ya sea demasiado tarde, cuando ya no haya una vuelta para atrás.

Yo tengo que tratar de mantenerme en la misma onda porque espero abrazarlo y que nadie me mande de vuelta al jardín de infantes.”  


EN LA NOCHE OSCURA DEL ALMA

Gustavo: “Cuando perdimos a nuestro hijo Nicolás, pasados los momentos iniciales de dolor, desazón y desesperanza, empezamos a hacernos preguntas que creemos que todos los padres que hemos perdido hijos se hacen en algún momento ¿Quién soy yo ahora? ¿Cómo voy a ser en el futuro? ¿Qué va a ser de mi vida?, pues la misma persona que éramos antes, no podemos serlo más.”  

Alicia: “Yo también perdí a mi Nicolás, yo lloré y lloré desconsoladamente, y yo también me pregunté ¿qué sentido había detrás de todo este dolor?

En esas largas noches en esas primeras noches sin Nicolás, comenzamos a preguntarnos: ¿y ahora qué hacemos con esto que nos pasó?

Aquello que nos habían dicho que era la vida, ya no era para nosotros la vida, ¿cómo era eso? nos decían que se suponía que iban a partir primero los abuelos… los mayores de la familia y así sucesivamente, pero resulta que no era así.

Nosotros buscábamos una respuesta porque había que seguir viviendo y nos preguntábamos ¿cómo? Yo hice ese duelo también por mí misma, no sólo por Nicolás porque yo era una persona alegre y no me resignaba a no serlo nunca más.

Empezamos a buscar qué podíamos hacer para no morirnos, pues teníamos una hija por quien cuidar y por nosotros mismos porque nos parecía que era un magro homenaje al hijo destruirnos en vida por su ausencia física; dijimos acá tiene que haber algo más y empezamos esa búsqueda profunda, en esa noche oscura del alma, que es como si uno estuviera atravesando un desierto, en soledad, preguntándonos ¿y ahora qué?

Y ahora ¿qué hacemos? y ahora ¿cómo empezamos a vivir nuestra vida de cada día? ¿cómo era posible? 

A cada persona que se me acercaba y me decía “lo siento mucho” y yo sabía que lo sentía mucho, pero con eso no me ayudaban, yo a todos los que se me acercaban yo les preguntaba ¿ahora cómo hago? ¿cómo vuelvo a vivir? ¿cómo? y no sabían qué hacer, lloraban y no sabían qué decirme. 

Hubo días de intenso dolor, hubo días de rebeldía, me acuerdo de la rebeldía de gritar ese ¿Por qué? que todos nos preguntamos, a mí me duró dos días; tal cual, dos días, quizá un día y medio, porque me di cuenta que cada vez que gritaba ¿por qué?, me preguntaba ¿volvió mi hijo? ¿me sentía mejor? ¡No! Entonces dejo esto, vamos a ver que otra cosa se puede hacer.” 

“Hubo un momento en que se rompió mi conexión con el mundo, se rompió mi conexión con el otro. Cuando parte un hijo, de repente, uno se encuentra aislado, solo con mi dolor, solo conmigo mismo, sintiéndose una extranjera dentro del propio cuerpo; todo cambió, se rompió el puente que me unía al mundo y a los demás.” 

“Con Nicolás se había ido mi alegría, mi capacidad de reír y sentía que si eso pasaba, no valía la pena seguir viviendo; yo no quería vivir triste.”

“Yo sentía que no podía reírme nuevamente, para mí la vida no valía la pena, entonces ¿cómo podría reconciliar la idea de que no tenía a mi hijo y sin embargo quería tener una vida con alegría? ¿cómo reconciliar las dos cosas? Parecía que era imposible.”

“Yo ya sabía que iba a sufrir, pero ¿de qué manera? ¿iba a ser capaz de sonreír de nuevo? ¿de nuevo iba a ser capaz de reír a carcajadas?, pero yo no quería siquiera intentarlo.

Entonces me lo propuse, porque me di cuenta que ese iba a ser un homenaje que podía hacer a Nicolás y ni que hablar a nuestra hija Luciana, para los que tenemos la bendición que nos queden otros hijos, pero igual siempre tenemos personas que nos miran y nos aman.

Algo tenía que hacer y puse todo mi empeño; recuerdo la primera vez que me reí, me reí a carcajadas y esa noche soñé con Nicolás.

Nicolás estaba envuelto como en una luz, vestido de claro, con los brazos hacia mí y me dice: “¡Ma, por fin te reís!” y se elevó; fue un segundo…

Ese sueño me dio la pauta de que, evidentemente, el camino no podía ser el de la tristeza, el camino no podía ser la tristeza prolongada.” 

“Que ese hijo no se fuera de nuestra vida y simplemente lo dejásemos relegado a la categoría de absurdo de la vida, de accidente fatal, de un Dios que tiene formas misteriosas y oscuras, que yo no comprendo... ¡No señor! teníamos que rescatarlo de las garras de lo absurdo.

Rescatarlo de las garras del absurdo y devolverlo a la vida como un acto de total amor y entrega, un acto de sentido que tanto dolor tuviese sentido.

Dejar que el sufrimiento nos derrote significaba que Nicolás estaba siendo nuestro verdugo”.

“Nosotros teníamos la responsabilidad de qué íbamos a hacer con nuestra vida y cómo la íbamos a vivir de allí en más, después de la partida de Nicolás.

¿Qué merecía Luciana, esa hija maravillosa que nos queda?

Y después de todo ¿qué merecíamos nosotros? si nosotros fuimos padres de ese maravilloso hijo, significaba que para algo más servíamos, no sólo para dar a luz a ese hijo y criarlo esos dieciocho años, después ¿nuestra vida terminaba?

Debía haber algo más seguramente para nosotros allí.

Entonces nos dimos cuenta que teníamos la responsabilidad de hacer que nuestro hijo viviera a través de la forma en que nosotros vivíamos nuestra vida.”

Gustavo: “A los tres meses de la partida de Nicolás, una tarde yo iba caminando e iba particularmente triste, por entonces yo caminaba por la calle para poder llorar, cosa que no quería hacer en casa porque nos quedaba una hija y yo quería que en casa tuviéramos una vida lo más normal posible.

No quería que nuestra hija Luciana viera a su padre vencido por la vida, porque ese iba a ser el ejemplo que le iba a quedar a ella de por vida; si ante una crisis severa, su padre se doblegaba y le llegaba a tocar en adelante una crisis a ella, el único ejemplo que tendría sería que un hombre se quiebra por una crisis y eso no lo quería para ella.

Esa tarde yo iba caminando y de pronto digo: “Bueno Nicolás, hasta aquí llegamos juntos, yo hubiera querido que vos me acompañaras toda mi vida, pero vos has tomado otro camino; yo te doy permiso y mi bendición para esta nueva vida que vas a comenzar” y lo dejé… y a partir de esa noche yo dormí muy bien.  

Entonces me di cuenta que es un paso necesario.” 

Alicia: “Si dejamos que el sufrimiento nos derrotara, entonces significaba que Nicolás también estaba siendo nuestro verdugo.” 

“En la situación límite que nos ha tocado vivir de la que “parece” que no hay salida, que no hay manera de vivir la vida plenamente, puedo sentir, sin embargo, esperanza que no es escaparme, que no es ilusionarme; lo que estoy afirmando, al sentir esperanza, es que tras este dolor, tras esta situación, hoy de tanto dolor, no se agota todo lo que esta situación puede ofrecer.” 

“Por entonces, no había nada para los padres que habían perdido hijos, no había nada, el papá que era religioso y lograba volcarse o brindarse a su religión, quizá le traía mucho consuelo, pero la mayoría no era eso lo que encontraba, faltaba algo que era una necesidad de la vida y, de alguna manera, por alguna razón, cuando Nicolás partió nosotros sentimos la necesidad de hacer algo con esto que nos había pasado.

Yo estaba convencida que Nicolás no podía irse de nuestra vida y dejarnos como legado solamente dolor.”

“En un determinado momento, aparecieron en nuestras vidas muchos papás y mamás que habían perdido hijos, muchos, pero muchísimos.”  

Gustavo: “Yo soy médico en mi ciudad y venía mucha gente a mi consultorio y uno, al cabo de los años, aprende que después de todos los interrogatorios en que la persona cuenta todo lo que le molesta, si después que la reviso le pregunto "¿cómo está usted anímicamente?", en ese momento, cuando la persona ya ha manifestado todas sus quejas, sus molestias, se siente relajado y muchas veces aparecen, salen a luz, los malestares anímicos, que antes no se habían manifestado.

Entonces, cuando yo empezaba a preguntar, la gente empezaba a decir: "estoy muy mal, como quiere que esté con lo que me ha pasado", yo ya sabía que esa persona había perdido un hijo, entonces, no obstante le preguntaba: "¿qué le ha pasado?" y dicen "lo peor que le puede pasar a un ser humano: he perdido un hijo!".

Entonces, a mí me empezó a llamar la atención ver tanta gente que había perdido hijos que venía a mi consultorio, pero no venían porque yo había perdido un hijo, venían por otras razones.

Y a Alicia le pasaba lo mismo en su tarea.

Un día decidimos viajar a Córdoba donde vive una hermana mía, a más de doscientos kilómetros de Río Cuarto, a pasar un domingo tranquilos alejados un poco de todo lo nuestro.”

(Continúa) 

lunes, 18 de mayo de 2009

Fechas nada mas

No pienso en tu

cumpleaños y se que es el numero veinte,

Se que te fuiste a los

quince, los demás para que recordarlos,

Me harían mucho mal,

además solo son fechas 

Me gusta recordarte

como cuando te despedí, aquel feo día,

Así tal cual eras, tan

bonita, con tu cabellito corto,

Con tu sonrisa

simpática, con tu andar tranquilo sin apuro,

No quiero pensar como

serias hoy con veinte años,

Seria torturarme, para

que, y no lo quiero hacer,

Amo esta mi historia,

no estoy loco, que mas puedo hacer,

Se que no hay retorno,

nada vuelve atrás, la vida sigue, 

Y si estoy bien, te

recordare bien, con orgullo,

Agradeciendo por que

te pude disfrutar, porque te conocí,

Porque también pienso,

que pude no hacerlo,

Pero fue así,

estuviste junto a mi quince maravillosos años,

Puedo recordar, lo

mejor de ti, y reírme cuando lo hago, 

Gritar a los vientos

fui tu papa, gracias por hacerme tan feliz.

Abelardo 18/04/09

viernes, 15 de mayo de 2009

PACTO DE ÁNGELES

Había una vez un Angel, que sabía que era todo Luz, que era un Ser Divino. 
Siempre estaba rodeado por el infinito amor de Dios. Todos los seres que
estaban con él, eran grandiosos y magníficos. 
Cada uno era una parte luminosa y vibrante del Todo. 
Nuestro Angel vivía en el Absoluto, fuera de la dualidad, de lo relativo.
Todo a su alrededor era paz y armonía, belleza y bienestar. Vibraba en la más alta esfera del Puro Amor. 
Así, nuestro pequeño Angel, era como una vela encendida en el sol.. En medio de la más grandiosa luz (de la que formaba parte), no podía verse ni experimentarse a sí mismo. No podía sentir Quien y qué Realmente Era. 
Por eso, Dios con su sabiduría se le acercó y le dijo: 
- ¿Sabes querido Angel, qué deberías hacer para satisfacer ese anhelo tuyo? 
- ¿Qué, Dios Mío, dime qué debo hacer?- preguntó el Angelito. 
- Debes separarte del resto de nosotros- respondió Dios- y luego debes surgir por ti mismo en 
La Oscuridad. 
- ¿Qué es la Oscuridad, Padre?- preguntó otra vez el Angelito. 
- Lo que tú No Eres- respondió Dios. 
- ¿Pero, cómo haré para experimentarla? - nuevamente preguntó el Angel. 
- Deberás viajar al mundo de la materia, y ahí experimentarás envidia, egoísmo, traición, dolor, y muchas emociones más de esa índole.
Serás lo que no eres, pero dentro tuyo siempre habrá un impulso para volver a Mi.  En ese camino experimentarás la Oscuridad, deseando siempre volver a la Luz. 
Y Yo como vivo en ti, disfrutaré de tu viaje, recreando y recorriendo una vez más la Gloria de MI SER a través tuyo. 

Tú voluntad será la Mía, pues ejercerás el libre albedrío, y experimentarás muchas y variadas emociones. Recuerda que nunca Mi voluntad será la tuya, tú deberás elegir, manifestarte y crear, tú podrás sentir la maravillosa sensación de Vivir. Serás Divinidad Absoluta experimentándose a sí misma. Y al final del camino te estaré esperando como siempre.- Contestó Dios, amorosamente. 

El Angel escuchaba maravillado. Nacía en él un intenso deseo de comenzar el Viaje. El Viaje Infinito hacia la Luz. 
- ¿Qué aspecto de la Oscuridad deseas experimentar primero?- preguntó Dios. 
- ¿Puedo elegir uno?- respondió el Angel. 
- El que desees- afirmó Dios. 
- Entonces elijo el Dolor. Experimentar el dolor más intenso en todo mi Ser. 

Esto lógicamente provocó un pequeño problema, pues para que nuestro Angel experimentara el dolor debería por lo menos haber otro Angelito, otro Ser Divino que se lo causara. Y todo lo creado por Dios es perfección y amor. 
El Angel miró a su alrededor, y no había nadie capaz de hacer tal cosa. No había ningún Alma menos perfecta, menos maravillosa que él. 
Sin embargo, entre los muchos Angelitos que escuchaban esta conversación, uno se acercó sonriente y le dijo: 
- Yo te ayudaré a que sientas el dolor más profundo que pueda experimentar tú Ser. 
- ¿Por qué deseas hacer esto?- preguntó nuestro Angel, que no podía comprender como un ser tan perfecto, deseaba disminuir su vibración al nivel de causar dolor, una emoción de la Oscuridad. 
- Muy simple – dijo el Angel Bondadoso- lo haré porque te amo.
Además, tú has hecho lo mismo por mí. 
- ¿Lo hice?- preguntó el Angel. 
- Por supuesto. ¿No lo recuerdas?. Hemos sido Todo de Eso, tú y yo. Hemos sido el Arriba y el Abajo y la Izquierda y la Derecha. Hemos sido el Aquí y el Allí, el Ahora y el Entonces. Hemos sido lo Grande y lo Pequeño, el Hombre y la Mujer. Todos hemos sido el Todo de Eso. Lo hicimos
por acuerdo, para que cada uno de nosotros pudiera experimentarse a sí mismo como La Parte Suprema de Dios, porque comprendimos que... 
- “En ausencia de eso que No Eres (la oscuridad), Eso Que Eres (la Luz), No es.” 
- “En ausencia del frío no puedes sentir calor. En ausencia del dolor no puedes ser feliz, sin eso que llaman mal, la experiencia que llaman bien no puede existir.” 

- Si eliges ser una cosa, algo o alguien opuesto a eso tiene que mostrarse en algún lugar en tu universo para hacerlo posible.A eso le llaman Dualidad. 

Este ciclo lo hemos hecho y lo estaremos haciendo eternamente. Pero nunca será igual. Similar quizá. Siempre estaremos recreándonos junto al Padre. Ahora, que has nacido nuevamente a un nuevo ciclo de Vida, lo has olvidado todo, para poder disfrutar una vez más de la Eterna Verdad.-
comentaba cariñosamente el Angel Bondadoso. 
Nuestro Angelito lo escuchaba sorprendido y ansioso, sin entender demasiado - Pero antes te pediré una cosa a cambio.- dijo el Angel Bondadoso. 
- ¡Cualquier cosa! ¡Cualquier cosa!- respondió nuestro Angel, entusiasmado al saber, que pronto podría experimentar el dolor. 
- En el momento en que Yo te produzca el dolor más intenso que haya sentido tu Ser, por favor recuerda Quien Soy Yo Realmente y Quien Eres Tú.- solicitó amorosamente el Angel Bondadoso. 
- ¡Oh, no lo olvidaré!- prometió nuestro Angel- Te veré en la Perfección Divina en la que te tengo ahora, y recordaré Quien Soy.. Siempre tendré presente este pacto de Angeles. Nunca olvidaré que la única forma de recrear la Luz es experimentando primero la Oscuridad. Gracias querido Angel por tú servicio. 
- ¡Qué así sea!- afirmó el Angel Bondadoso. 

Y así fue. En un planeta y en un tiempo, en el mundo de la materia, nuestro Angelito se convirtió en madre y el Angel Bondadoso en su hijo. 
Ambos se amaban profundamente, casi como recordando su esencia Divina. La vida era hermosa para ellos. Su relación era un canto al Amor. Pasaron los años, ambos se comprendían y ayudaban, hasta que un día, un oscuro día, ese hijo (nuestro Angel Bondadoso) repentinamente murió. Feliz por haber cumplido con la promesa, se desprendió de su cuerpo físico volviendo a
desplegar sus alas. 
Mientras tanto, nuestro Angelito (la mamá ahora), experimentaba el dolor más intenso que había soportado su ser. 
Expectante, el hijo desde el cielo esperaba que su mamá recordara el pacto que habían hecho. Pero no. El tiempo pasaba y la mamá sufría intensamente.
Su cuerpo y su espíritu estaban desgarrados. Su dolor era profundo y persistente. No tenía consuelo. No recordaba el Pacto de Angeles.  

Fue así, como el Angel Bondadoso, no soportando más el calvario del Angelito, decidió comunicarse con otro Angel que estaba en ese mismo planeta y le pidió que escribiera una historia. –Esta Historia- . Donde narrara toda la verdad de lo sucedido, y luego se la leyera a su mamá, para ayudarla a recordar Quien era Ella y porque sentía dolor. 

Y eso es lo que estoy haciendo ahora. Y lo que seguiré haciendo hasta que todos aquellos que han olvidado, recuerden los pactos que han hecho. 

Me cuentan las voces del futuro que después de leer muchas veces esta historia, todos los Angelitos que habían pactado sentir dolor, recordaron.
Pudieron almacenar en su memoria espiritual el dolor, y de esa forma disfrutar la felicidad y la alegría más plena del Amor. 
Nuestra mamá y su hijo, separados físicamente ahora, volvieron a sonreír y a sentirse bien. 
Cuentan además, que tras leer esta narración, muchos, muchos Angeles comenzaron a recordar todos los pactos que habían hecho entre ellos. Y en ese planeta, chiquito, cuyo nombre se me pierde, hubo más Perdón, Comprensión, Solidaridad, Compasión, Ayuda, Felicidad, Alegría.... en fin más AMOR, mucho, muchísimo más AMOR. 

ESTO ES VERDAD. LA VERDAD MÁS ABSOLUTA QUE HAYAS OIDO. 

RECUERDEN, SIMPLEMENTE RECUERDEN QUERIDOS ANGELES. PUES A MEDIDA QUE VAYAN RECORDANDO, SE UNIRAN E IRAN VOLVIENDO POCO A POCO A CASA. 
EL PADRE LOS ESPERA, COMO SIEMPRE, CON LOS BRAZOS ABIERTOS. 

Con Amor, ARTRON.

jueves, 14 de mayo de 2009

Cuando un amigo se va

Todavía me siento igual
Aunque todo haya cambiado
El dolor me cuesta ahora
Me siento perdida dentro de mi propio nombre
Pero sigo corriendo, estoy corriendo,

estoy corriendo,
Sigo viviendo por el día en que este contigo otra vez
El pasado ha dejado su huella
Ahora siento la pena
Yo me apoderaré del día,
y tú te llevas las cadenas del ayer,
Pero yo sigo corriendo, estoy corriendo
Sigo viviendo por el día en que este contigo otra vez
Y yo estoy esperando, Sigo esperando por el día que este contigo
Un nuevo día
El sol esta brillando
Parece que estoy mas cerca a encontrar
Que la vida es más que lo que ocultamos
De ninguna manera me voltearé ni caeré, mientras este sol siga calentando
Ahora parece que lo único que quiero eres tú.
Todavía me siento igual
Aunque todo haya cambiado
El dolor me cuesta ahora
Me siento perdida dentro de mi propio nombre,
Pero se q algún día volveremos a reír otra vez.


De tity amiga de Noelia

miércoles, 13 de mayo de 2009

LAGRIMAS EN EL CIELO

¿Sabrias mi nombre si te viera en el cielo?
¿Sería lo mismo si te viera en el cielo?
Debo ser fuerte y continuar,
Porque sé que no puedo estar aquí en el cielo.

¿Cogerías mi mano si te viera en el cielo?
¿Me ayudarías a recuperarme si te viera en el cielo?
Buscaré mi vía, de noche y día,
Porque sé que no puedo quedarme aquí en el cielo.

El tiempo puede echarte abajo,
puede doblar tus rodillas,
puede romperte el corazón,
tienes que estar aquí por favor,
estar aquí por favor

Después de la puerta,
seguro hay paz,y sé que no habrá más lágrimas en el cielo.
¿Sabrias mi nombre si te viera en el cielo?

¿Sería lo mismo si te viera en el cielo?
Debo ser fuerte y continuar,
Porque sé que no puedo estar aquí en el cielo.

Porque sé que no habrá más lágrimas en el cielo.

 

MENSAJE DE LOS ÁNGELES

Los chicos de acá arriba
les enviamos esta misiva,
para decirles que acá vivimos 
rodeados de amor y alegría.

Esta idea de escribirles surgió 
de los últimos que llegaron, 
porque ellos nos contaron
del padecer de nuestros padres,
más aún de nuestras propias madres.

Que ya no saben qué hacer, 
preguntan los por qué y para qué
pero nadie les sabe responder.

Nosotros todos los jueves viajamos
en una estrella de la empresa Renacer, 
ella estaciona justo arriba de ustedes, 
de allí los acompañamos, los escuchamos
y hasta los podemos ver.

Acá no hay edades ni condición
todos somos iguales ante Dios,
acá no hay nombres ni aniversarios
porque ya nadie cumple sus años.

Cuando terminamos la carta
la risa se apoderó de nosotros, 
ya nadie podía bajar 
porque no tenemos retorno.

En eso surcan en el cielo dos palomas, 
una se posó sobre nosotros y nos dijo:
yo trabajo en una mensajería
y con mucho gusto esa carta llevaría.

De vez en cuando, bajo a la tierra 
donde quedaron sus parientes,
con seguridad esa carta llegará
pero por favor pongan bien el remitente.

Para despedirnos les decimos
que nosotros quisiéramos bajar,
pero nos prohibe una ley y tenemos
que acatar.

Para ustedes está permitido subir
pero no por eso se apresuren en venir,
siempre hay lugar para el que llega
acá será bien recibido.

Mientras tanto en la tierra
disfruten y sean unidos,
mantengan las esperanzas
para nuestro encuentro definitivo.


Roberto Forales, papá de Silvina
Renacer, Grupo San Justo

miércoles, 6 de mayo de 2009

No sabía

 En mi lejana adolescencia de casas bajas, tardes apacibles y rojos malvones,

no sabía si alguna vez llegaría a enamorarme.

No sabía con quien compartiría mis días, mi cama y mis afanes.

No sabía si desearía tener hijos, y en tal caso...

No sabía si llegaría a tenerlos.

No sabía cuánto y cómo se quiere a un hijo.

No sabía que por ellos uno está dispuesto a postergarse indefinidamente.

No sabía que a uno de mis hijos lo aguardaba un destino trágico,

que acabaría con sus sueños, sus ganas de crecer y de vivir.

  Y así la vida fue trascurriendo, como cuando en el teatro acto tras acto

cambia la escenografía y aparecen nuevos personajes, o los mismos pero más viejos.

  No sabía que a partir de ese momento nada volvería a ser igual.

No sabía que el destino es quien decide y hace las preguntas.

No sabía que sólo nos cabe, como podamos, dar respuestas.

No sabía que a partir de la aciaga muerte, comienza el camino de un duelo sin final.

  En aquel lejano ayer no te imaginaba.

Después llegaste y no supe no quererte.

Hoy... hoy no sé olvidarte.

 

Olivos, Junio de 2004

Autor: Carlos Juan Bianchi

 

El Valor de las Palabras

Q tus palabras sean como aguas mansas
pero en constante movimiento, q con
paciencia se van abriendo camino.

Q sean una bendiciòn para los campos àridos
q sean dadores de vida para todas las plantas
q se nutran en tus palabras convertidas en agua.

Q con dulzura se instroduzcan en la vida
de los sedientos, q necesitan de un trago
para seguir viviendo,
no te fijes quien se aprovecho de ellos,
simplemente fluye.

Las palabras pueden ser una poesìa,
una frase cèlebre,
un consejo,
un cuento,
una felicitaciòn,
una reflexiòn,
incluso hasta un chiste
sin embargo deben seguir su cauce de
amor para q llegue a todos.

Pero tenè cuidado q tus palabras pueden
ser tambièn en un momento
como las aguas q bajan con fuerza.
Veloces, turbulentas
q a su paso
desbordan, ahogan.

Esta diferencia radica en los sentimientos
q nos embargan en el momento
q las emitimos,
transformandonos igual q el agua o
cuando nuestros pensamientos
no sean positivos q se conviertan en hielo
y queden estaticos.

Q cuando sean para compartir
se transformen en lìquido
para dar amor y crear vida.
Q sean vapor para llegar a las alturas
para q Dios las distribuya como lluvia
para todos por igual.

Benditas sean las palabras de amor
q de vos precedan
eso demuestra q tu corazòn
esta en buenas manos.

de la web

lunes, 4 de mayo de 2009

Edgardo aca tus amigas por siempre

amigooo!! bueno hoy es tu cumple numero 23!! como pasa el tiempo.. pensar q t conoci hace tantooooo!!bueno hoy no es un dia muy bueno porq no podemos tenerte al lado, disfrutar con vos, verte, reirnos juntos!!.....
Pero simplemente t escribo para que sepas lo mucho que te quiero y todo lo q t extrañoooooooooo!!!!!!
A veces esta situacion me supera.. pero trato de salir siemrpe adelante porque se q es lo q qeres para nosotros.. la gente q t amamos!
Todos los dias,, todoss.. no hay uno q no m acuerde de vos.. de las cosas q haciamos, de tus consejos, bardeadas, de absolutamente todo lo q haciamos juntoss... eramos inseparablesss!! q increible!!!!
No faltabas un dia a la noche en casa, desp del laburo, donde pasabas a saludarnos o simplemente a molestarrrrr!!!!!! :)
Nada.. no quiero tampoco escribir mucho mas.. porq todo lo q t tengo q decir lo hago todo los dias....!!Te amo amigo! y espero el dia q nos volvamos a ver asi festejamos muchos cumples juntoss!!!!!!chau mugrosooooo!!!!!!!!
Tu Pochis!******* siempre!

Para Edgardo Suarez

HOLA MI PRINCIPE HOY ES TU CUMPLEAÑOS ¡ EL CIELO ESTA DE FIESTA !..MI AMOR HACE 23 AÑOS FUI LA MUJER MAS FELIZ DEL MUNDO GRACIAS A VOS POR CONVERTIRME EN MAMA ERAS EL BEBE MAS HERMOSO DULCE Y CON ESA MIRADA TAN ESPECIAL , TODOS LOS DIA ME PREGUNTO COMO PUDO SEGUIR SIN TU AMOR SIN TU PRECENCIA CADA SEGUNDO TE EXTRAÑO MAS .MIL RECUERDOS ME INVADEN HICE DE TUS RETRATOS MI RINCON ESPECIAL PARA MIRARTE ..EL AMOR QUE SIENTO NO SE PUEDE EXPRESAR CON PALABRAS MI ANGEL TE FUISTE Y TE LLEVASTE MI CORAZON TE NECESITO TE AMO TU MAMI
GRACIAS ...POR ABSOLUTAMENTE TODO . CADA SONRISA CADA BESO .CADA ABRAZO CADA DETALLE CADA MOMENTO ...TE AMO






23 años y un lindo camino recorrido....

4/05/09

Te extraño más que nunca y no sé qué hacer.
Despierto y te recuerdo al amanecer.
Me espera otro día por vivir sin tí.
El espejo no miente, me veo tan diferente.
Me haces falta tú.
La gente pasa y pasa siempre tan igual.
El ritmo de la vida me parece mal.
Era tan diferente cuando estabas tú,sí que era diferente cuando estabas tú
.No hay nada más difícil que vivir sin tí.
Sufriendo en la espera de verte llegar.
El frío de mi cuerpo preguntá por tí,y no sé donde estás.......
Si no te hubieras ido sería tan feliz....

TE AMAMOS!!

TE AMARE POR SIEMPRE HIJO DE MI VIDA...........4/05/86



viernes, 1 de mayo de 2009

Nove

NOVE:
Es dificil escribir a alguien q no se puede ver, tocar o saber si va a leer esto, pero como el sentimiento es más fuerte que cualquier mirada o que un simple tacto, se me hace un poquito más fácil escribirte estas humildes pero sinceras palabras.

Miro cómo la luz del día brilla,
Más allá de las sombras esperando en los caminos
tiempo ha pasado ya, desde el tropiezo en el que te has ido
Estoy viva, pero decime, soy libre?
Tengo ojos, pero decime, puedo ver?
El cielo se está cayendo y nadie lo sabe
Bien, no debería ser difícil de creer
No debería ser así de difícil de aceptar,pero para mi lo es
El cielo se está cayendo y nadie lo sabevos me dejas esperando
Sólo para mantenerme respirando
Te tengo y a la vez no tengo nada
No me dejes sóla, aquí abajo
Conmigo misma y con todos mis miedos.

Duras palabras pero son las q salen cuando el dolor es muy fuerte; pasan los días y aunque no comprendo el porqué, ya voy teniendo otros pensamientos.

Cuesta y cuesta muchisimo pero suelo aliviar mi dolor recordando las infinitas discusiones porque eras una cabeza dura; las tardes eternas de mates, riendonos de los demas y de nosotras mismas; jugando hasta la madrugada con cualquier juego; de tus risitas de guacha cuando con la Meli nos asustaban los fantasmas; el hermoso viaje a Mendoza; todos cada uno de esos y de todos los momentos vividos juntas es lo que me hece felíz.
Se que nuestro labor como amigas estubo hecho y que el amor que te tenemos durará por y para siempre.

No me quedan más palabras que decir solo un simple GRACIAS, por dejarme ser parte de tu vida.

Tity amiga de Noelia