martes, 30 de diciembre de 2008

A los padres de la vida

este es un escrito que los papas de Gaston, Edgardo y Gladys de
Renacer en las Diagonales. Desean compartir con todos los papas de
Renacer

A los padres de la vida

En estos días que se viven, días de fiestas, festejos, brindando por
una mejor prosperidad.
Viviendo un ritmo de vida como todos los días.
Pero hay muchos padres, que no sienten esa misma alegría.
Padres que sienten que le han quitado parte de su vida.
Que les es igual el día, la noche, el verano, el invierno.
Buscando respuestas a tanto dolor.
Esas respuestas las encontramos solamente en nosotros mismos.
Somos los únicos que podemos darlas.
Desde lo mas profundo de nuestro ser, ¿qué queremos hacer?
En nuestra actitud esta la respuesta.
¿qué debemos hacer para transformar tanto dolor en amor?
¿cómo queremos recordar a nuestros hijos?
Nuestros hijos que fueron la fuente de nuestra alegría.
Si fueron fuente de alegría, amor en cada día.
Nosotros los papas orgullosos de ellos.
Si fueron fuente de alimentación.
¿por qué recordarlos con tanta tristeza?
La partida de nuestros hijos, si nos cambia la vida.
Nos enseña a vivir de otra manera, a pensar y actuar distinto de lo
esperado.
Ver y saber que a pesar de.......... ....
Somos padres y madres que seguimos viviendo
Que tenemos que ser la presencia permanente de nuestros hijos cada
día
Aprende a caminar con ellos
Que sabemos que nunca se separan, que ven a través de nuestros ojos.
Por eso queridos padres que el dolor no nos derrumbe
Que el amor este por encima de toda tristeza
De todo dolor, bronca e impotencia
Y que cada uno brinde por su hijo a su manera, como lo sientan,
aunque hayan transcurrido días, meses o años. Ellos lo merecen.
El amor de un padre nunca muere por un hijo
Que todos los padres sientan que nos estaremos acompañando,
En cada momento el uno al otro,
Y que tengamos bien claro que,
La memoria de nuestros hijos es lo que nos impulsa
A seguir viviendo día a día a pesar de todo
Gracias por enseñarnos el camino de la vida, el amor y la humildad.
Queridos padres tengan el corazón y la mente abierta para nuestros
hermanos de la vida,
Que en cada lugar que haya un papa doliente debemos estar junto a el.
Eso es darle un sentido a la partida de nuestro hijo.

RENACER: es darle un sentido
a la falta de sentido

Gladys y Edgardo
Papas de Gastón

lunes, 22 de diciembre de 2008

Carta de Navidad

Esta va a ser la segunda Navidad sin la presencia física de nuestro hijo Juan Pablo, el año pasado para esta fecha estábamos ciegos por el dolor, la desesperanza, el egoísmo, la impotencia y los sentimientos de culpa. Y la navidad fue solamente un día más, a pesar de eso, esa noche buena brindamos mirando a una estrella en el cielo donde ubicamos a nuestro hijo.

Doce meses después, ya un poco más diluidos nuestros sufrimientos, gracias a la contención de nuestros familiares y amigos y principalmente al haber compartido nuestro dolor con aquellos padres en nuestra misma situación y que hoy son parte de nuestra familia, sí de esa Gran Familia que es RENACER (en nuestro caso Renacer – Rosario) podemos ver esta Navidad que se acerca con otra mirada.

La ausencia física de nuestro Juan Pablo nos sigue pegando dolorosamente, porque el deseo de poder tenerlo para abrazarlo, besarlo, acariciarlo y volver a todas aquellas cosas que vivíamos antes de su partida es algo que nunca va a borrarse de nuestras mentes. Pero sabemos y comprendemos que eso es algo que ya no va a volver a pasar, que hoy estamos aprendiendo a realizar todas esas acciones en nuestros corazones, porque es ahí donde vive nuestro hijo, donde se radicó definitivamente hasta el día glorioso en que nuestras almas, espíritus, energías, como quieran llamarles se vuelvan a encontrar, para desde ahí continuar eternamente unidos en un lugar donde no exista el odio, la envidia, el sufrimiento; donde solamente reine el “amor”.

Esta Navidad Silvia sintió como Juan Pablo le pedía en su corazón que como todos los años armara el arbolito y como señal de que estaba contento al ser complacido por su mamá, hizo que ella encontrara en una cajita olvidada una pequeña fotografía de él cuando era bebe (creo que tendría un año), con unos hermosos ojazos negros y brillosos y una sonrisa de alegría y felicidad que nos iluminó el alma.

Hoy mirando ese arbolito al que veía como algo nada más que decorativo y conmemorativo le encontré lo que representa en mi vida. En su tronco y ramas nos encontramos Silvia y yo, porque nacimos del amor, porque fuimos creciendo con la comprensión y el afecto, porque supimos superar firmes y de pie los avatares de la vida, porque dimos y criamos un fruto tan bueno, hermoso y sano que Dios no resistió la tentación de llevarlo a su paraíso.

En las borlas decorativas, ahí veo a nuestros familiares y amigos, que rodean y embellecen nuestra vida, algunas más otras menos, según el tamaño, pero están ahí pegados a nosotros, En la punta y estrella está Dios, vigilando y observando todo con su omnipotencia.

Y rodeando todo esto están las luces de colores, luces que representan la energía de los que hoy ya no están físicamente con nosotros pero que le dan vida al árbol navideño, que hacen que mis ojos se deleiten con su bailar luminoso, que hacen que me sienta más cerca de ellos porque los veo felices, contagiándonos su alegría, sin penas ni dolor, irradiando amor, puro amor.

Hoy mi árbol de navidad tiene sentido, tiene hermosos adornos, algunos que vienen desde años y otros nuevos que relucen con más intensidad. Y sus luces, que al apagarse en el árbol seguirán brillando en mi corazón.

Esta Noche buena, levantaremos nuestras copas para brindar frente a mi árbol, porque estaremos brindando con todas aquellas personas que embellecen nuestra vida, sin olvidarnos de nadie y principalmente con la luz de nuestro hijo que brillará mucho más fuerte y por siempre.-

A todos mis amigos, a todos los papis de RENACER, quiero pedirles que también esta noche buena brinden frente a su árbol o frente a una estrella, pidiendo que la “LUZ DE NUESTROS HIJOS NO DEJE DE BRILLAR NUNCA E ILUMINEN NUESTRO CAMINO HACIA ELLOS”

Un fuerte abrazo para todos de parte de Silvia y Pedro papás de Juan Pablo (Grupo Renacer Rosario)

jueves, 18 de diciembre de 2008

Navidad



Fecha de momentos difíciles, encuentro con seres queridos
Ausencias con sus recuerdos, que al encontrarse aumentan
Lagrimas y emociones se encuentran, sentimientos compartidos
Silencios que dicen todo, solo miradas, las palabras no cuentan,

Ojos que buscan por la casa, hurgando sin olvidar la historia
Del ser que ha partido, queriéndolo encontrar por donde ha pasado
Ausencia que abren lagrimas, al recordar toda la gloria
Con honor, todo el agradecimiento que a nuestro hogar aya llegado,

Navidad, será igual que todas, nosotros la hallaremos distinta
El bullicio de nuestros chicos, el pensamiento ira cambiando
Por que no estamos solos, ellos nos regalan alegría infinita
Nos ha quedado la vida, con risas y cantos lo están demostrando,

Navidad, reunidos en una mesa familiar, que ayer estuviera completa
Faltara su presencia, pero estará lo mas bello, todos sus recuerdos
En la vela encendida en su honor, su llama no estará quieta
Nada se ira, nos queda en la memoria, sus buenos momentos.

Abelardo 09/12/08

Primeras Fiestas sin Noelia

Nuestra coordinadora nos pregunto que significaba para nosotros la Navidad, no me había hecho esa pregunta, pero si se que es lo que personalmente significa o significaba para mi.

Reunión en familia (somos muy familieros), amor, alegría, felicidad, emoción, abrazos, besos, deseos que lo que venga sea mejor, agradecimiento por lo vivido y dirían mis hijos regalos.
PERO AHORA QUE????.

Nos paso un huracán por encima, el mas temible de todos, ahora que representa…..? Vacío…….mucho vacío….., conmoción …Diciendo a cada instante “no lo puedo creer” “esto es una pesadilla”.

Nuestra “Peque” no va a estar físicamente, como podemos soportar su ausencia?

Pero si yo pregunto, sentimos a Noelia??

Obvio, la sentimos todos, cada uno desde su lugar, el que le toco, en la vida de ella.

Desde mi lugar de mamá no puedo describirlo en palabras, es algo que invade mi cuerpo, mi corazón, mi mente, todo mi ser.

Entonces yo mamá me dije “ Noelia las Navidades las vivía y disfrutaba muchísimo, ayudaba en todo, no protestaba por ordenar, barrer, o lavar, ese día para “Popi” era perfecto, ponía cumbia a full o temas del chileno Leandro Martínez …...soñaba, su carita estaba radiante, no peleaban entre los hermanos, era una comunión de acuerdos entre ellos”.

Como hacemos para remontar esta gran falta.

Estando todos juntos en familia, unidos como siempre, sabiendo que Noelia esta en forma espiritual en el corazón de cada uno de nosotros, en cada lugar de la reunión, en el aire, en las estrellas, con su sonrisa pícara, en ese amor maravilloso que nos supo regalar a todos.

Abrazándonos los que la amamos, de esa forma estaremos abrazándola.

De niña escuche un tema de Nino Bravo, dije “así se va a llamar mi hija”, nunca creí que iba a ser tan feliz, tan dichosa, que iba a tocar el cielo con las manos con esa extraordinaria personita que tanto extraño y amo.

Hay una chica que es igual pero distinta a las demás
La veo todas las noches… por la playa pasear
Y no se de donde viene…. y no se a donde va….
Hace tiempo que sueño con ella
Y solo se que se llama Noelia
Hace tiempo que vivo por ella
Solo se que se llama Noelia
Noelia….., Noelia……, Noelia…….
Yo quiero hablarle de mi amor
Pero ella da la espalda y se va….
Parece que……. me va a llamar… y luego huye sin hablar
Hace tiempo que sueño con ella… y solo que se llama Noelia
Hace tiempo que vivo por ella…. y solo se que se llama Noelia
Noelia……, Noelia……., Noelia……..
Hace tiempo que no he vuelto a verla….
Y ya no se que será de Noelia
Por la noche la busco en la playa
Y en el silencio yo grito……….NOELIA…!!!!!!!!!!!!!!!!
No se que hará,……ni si vendrá…………….MAS YO LA ESPERO!!!!!!!!

TE AMAMOS NOELIA.


Noemí mamá de Noelia (Grupo Renacer Rosario)

martes, 16 de diciembre de 2008

Fin de año – Carlos J. Bianchi

A mis compañeros de Renacer, muy especialmente a aquellos padres que afrontaran su primer 31 de diciembre sin la presencia física de sus hijos...

La calle tiene un clima distinto, la gente se atarea preparando las celebraciones. Papa Noel esta plantado en las vidrieras, cerca de un árbol navideño, al lado de un turrón, junto a un rollo de papeles para envolver regalos y las tarjetas que auguran felicidad a sus destinatarios. Se escucha un villancico, la vida continua....

Que sucede? Ignoran nuestro dolor? No conocen la existencia de Renacer? No saben que este año ( y muchos de ellos son nuestros amigos, nuestros parientes) no hay nada que celebrar?

No te enojes, no te sientas impotente, no te montes en tu bronca, simplemente ellos tienen la fortuna de no conocer la dolorosa experiencia que vos y yo compartimos. Respetan nuestra pena, pero no saben a ciencia cierta que hacer para ayudarnos, somos nosotros, entonces los que debemos comprenderlos.

El camino del duelo esta poblado de primeras veces, y en vísperas de este primer fin de año debes tomar una difícil decisión, como y con quien pasarlo.

Tal vez tu impulso inicial sea aislarte, meterte en un pozo buscar pastillas que te permitan dormir las fiestas y despertar en enero. Eso (y la experiencia de los que tienen duelos mas lejanos lo pueden corroborar) no le ha servido a nadie.

Debes afrontar. Como? Con valores de actitud como propone la logoterapia. Que son los valores de actitud?, simplemente las actitudes positivas, las que apuntan a la vida. Tratar de superar tu dolor egoísta y solitario, levantar la mirada hacia los seres queridos que felizmente están a tu lado. Ellos necesitan de tu presencia para compartir contigo su nostalgia y su dolor, no quieren una fiesta, desde ya, pero si quieren estrechar filas para poder afrontar juntos estas fechas.

Si no lo haces, no podrás dejar atrás esta primera vez, y el almanaque, implacable, en doce meses volverá a plantearte esta difícil pregunta. No postergues, alguna vez, deberás dejar el pozo y salir de el para poder decirle si a la vida, a pesar de todo.

No desaproveches esta oportunidad, no te dejes manejar por tu ansiedad anticipatoria, ese sentimiento que nos invade en las vísperas de los acontecimientos difíciles llenándonos de expectativas catastróficas, estoy convencido de que si logras mostrarte con actitudes positivas el hecho será menos doloroso de lo que imaginas.

Otra sugerencia que me permito hacerte es que intentes compartir el momento, además de con tus seres queridos, con algunos integrantes de la familia Renacer. Son ellos, y sobre todo al iniciar el camino del duelo, quienes mejor acompañan nuestras vivencias, venimos del mismo lugar, no necesitamos explicarnos nada, y es con ellos, con quien podemos compartir una copa, una lágrima o una sonrisa.

Hace cuatro años, Cuando tal vez tu preparabas con alegría tus fiestas , yo afrontaba mi primer fin de año sin Martín.. estaba en un pozo similar al tuyo, o el mismo pozo, me hubiera gustado recibir una carta, me hubiera servido. Por eso es que hoy te escribo.

Tal vez el año próximo, cuando saliendo de tu protagonismo aflore tu necesidad de dar, te surja el impulso de escribir una carta similar para nuevos compañeros que lamentablemente conoceremos, compañeros que hoy estarán quizás preparando alegremente sus fiestas.

Ya lo ves, la vida continua, y en este tiempo circular los ciclos se repiten.

Ya comienza la ajena algarabía, alzo mi copa, te miro a los ojos, brindo contigo,

En silencio, brindemos por ellos.

Una importante noticia

Gustavo y Alicia Berti han recibido la siguiente noticia:

“Se les ha conferido un premio especial "VIKTOR FRANKL FOUNDATION PROMOTIONAL AWARD"otorgado por la Fundacion Viktor Frankl de la ciudad de Viena. Premio que se otorga anualmente


¦ FOR OUTSTANDING ACHIEVEMENTS IN THE FIELD OF
MEANING-ORIENTED HUMANISTIC PSYCHOTHERAPY
(POR LOGROS SOBRESALIENTES EN EL CAMPO DE LA PSICOTERAPIA HUMANISTA CENTRADA EN EL SENTIDO)


Por la tarea desarrollada por los grupos Renacer.

Para ellos significa un reconocimiento a la tarea cumplida con perseverancia en el marco de un modelo epistemológico existente en el mundo.



Y para todos quienes han asimilado los conceptos vertidos por Alicia y Gustavo, incorporándolos a sus propias vidas, es un privilegio participar de esta revolución cultural inspirada en el amor a nuestros hijos, que al decir de Alicia es un desafío:

“El desafío para nosotros, no es lamentar lo perdido, sino encontrar los nuevos caminos que se abren a partir de esa pérdida; nuevos caminos de esperanza, de amor, de solidaridad, de compasión, de tratar de ser mejores. Ese es el desafío al que nos enfrentamos todos los días de nuestra vida.”

sábado, 13 de diciembre de 2008

Las Perlas


Qué hermosas son las perlas... aún así debemos saber que son producto del dolor.

Toda perla es la consecuencia de una ostra que ha sido herida por un grano de arena que ha entrado en su interior. Una ostra que no ha sido herida no puede producir perlas...

En la parte interna de la ostra se encuentra una sustancia llamada "nácar" y cuando un grano de arena penetra en la ostra, ésta lo recubre con capas de nácar para protegerse. Como resultado, se va formando una hermosa y brillante perla.

¿Te has sentido herido por las palabras, o actitudes de alguien?
¿Has sido acusado de decir cosas que nunca has dicho?
¿Han sido tus ideas rechazadas o ridiculizadas?
¿Te han culpado de haber hecho algo que jamás hiciste?
¿Tu actitud frente a ciertas situaciones, se malinterpreta?
¿Has sufrido alguna vez los golpes de la indiferencia?
¿Te han herido precisamente aquellas personas que menos esperabas?
¿No te valoran como realmente lo mereces?

Entonces, perdona y haz de tu herida una perla. Cubre tus heridas con varias capas de amor, recuerda que cuanto más cubierta esté tu herida, menos dolor sentirás.

Por el contrario, si no la cubres de amor, esa herida permanecerá abierta, te dolerá más y más cada día, se infectará con el resentimiento y la amargura y peor aún, nunca cicatrizará.

En nuestra sociedad, podemos ver muchas "ostras vacias" no porque no hayan sido heridas, sino porque no supieron perdonar, comprender y transformar el dolor en una perla.

"Una perla es... una herida sanada por el amor"

viernes, 12 de diciembre de 2008

LA HUMILDAD

Para ser humildes solo hace falta SER. Dar sin esperar nada a cambio, hacerlo con alegría. Es una virtud innata en todos, pero que suele estar adormecida.

La humildad es una elección que tiene que ver con el autorespeto y la autoestima, es dar y darse en un equilibrio permanente. Es intentar equilibrarnos desde los valores, tratando de tener una vibración alta, buscando que es lo que nos hace felices y que nos ayuda a ser fieles a nosotros mismos. Sin querer imponer nada a nadie, ser capaces de enseñar y compartir todo lo aprendido.

La arrogancia y el complejo de inferioridad son dos caras de una misma moneda. A través del autoconocimiento podemos estar atentos a que es lo que refuerza nuestra arrogancia y que nuestra baja autoestima. Lo que se activa en ambos casos es lo que pienso de mí, lo cual incluye al mismo tiempo toda nuestra historia y vivencias. Vivimos con una idea de nosotros, que podemos enriquecer con lo espiritual, para así poder elegir que pensar, hacer o sentir. Es desde este lugar que podemos dar respuesta a "quien soy yo". En general no somos concientes todo el tiempo de nuestros valores, por eso no los llevamos a la práctica.

Con el autoconocimiento podemos hacernos cargo para ser más libres y responsables. Responsables como posibilidad de responder. Porque podemos declamar muchas cosas, pero el tema son nuestras acciones, ellas tendrán más fuerza que todo lo que digamos. En las acciones podemos vernos como y donde estamos parados en nuestro proceso personal. Cuando nos "sintonizamos bien con nosotros mismos podemos estar bien "sintonizados con los demás".

Nos será muy facilitado conectarnos con la humildad si podemos tener una actitud de sentirnos "administradores" de nuestros talentos o dones, más que verlos como posesiones desde "yo" y mío". Mío como sentido de pertenencia, que nos lleva más a la arrogancia, al control, al compararnos permanentemente. Si creo que soy talentoso por mérito propio no me será tan fácil ser humilde, es diferente si siento que estoy "administrando" algo "dado". Ayuda tener presente que siempre tenemos de donde "nutrirnos" y que no vamos a quedar "vacíos", porque nos podrán sacar todo lo que tenemos pero nunca lo que somos.

SUPERIORIDAD:
Es sentirse mejor que..., sentirse lleno de virtudes o importante y considerar a los demás como incompetentes o llenos de defectos.
A nivel conciente diremos: "yo soy...", "tengo ..."
Estado mental: es de euforia por la superioridad.
Actitud hacia el mundo: "yo soy mejor los demás son incompetentes"
Visión: estoy atento a los defectos de los demás
Acción: euforia de superioridad al hacer.
Resultado: Si hay éxito se refuerza la ilusión de superioridad. Si hay fracaso la culpa es depositada en los otros.

INFERIORIDAD:
Es considerarse a sí mismo incapaz y sin cualidades y considerar a los demás virtuosos. (estar atentos para no confundir inferioridad con humildad).
A nivel conciente diremos: "yo soy débil", "no tengo valor", "soy incapaz".
Estado mental: de temor y timidez.
Actitud mental: "yo no conseguiré hacer esta tarea de la mejor manera".
Visión: "los demás son mejores que yo".
Acción: Hecha sin confianza y dependiendo de otros.
Resultado: Si hay fracaso el sentimiento de inferioridad se ve fortalecido. Si hay éxito, este es atribuido a los demás.

AUTORESPETO:
Es ver las propias virtudes y aprender de las virtudes de los demás.
Conciencia: "soy un ser con valores. Tengo varios roles para desempeñar en la vida".
Estado mental: de serenidad y responsabilidad.
Actitud mental: confianza genuina.
Visión: los demás también son seres con valores que están desempeñando sus roles. Hay respeto y misericordia.
Acción: Realizada con amor, calma y seguridad.
Resultado: Si hay éxito, alegría y espíritu de cooperación son compartidos con todos. Si hay fracaso no lleva al desánimo, persiste la voluntad de aprender y crecer con la experiencia.


- Poder actuar con amor, calma y seguridad tiene que ver con el autorespeto y la autoestima.
- Es importante no comparar ni compararnos, estar atentos a la intención y a los sentimientos que nos llevan a una acción, lo cual requiere un entrenamiento.
- Recordar que lo que decimos son como semillas.
- Estar atentos a no equilibrar la inferioridad desvalorizando al otro.
- "No me importa cuanto sabés, me importas vos". "Como puedo ayudarte a hacer tu trabajo mejor"
- Aprender a diferenciar entre conducta y ser. Aceptamos que el otro ES cuando nosotros SOMOS.
- El autorespeto y la humildad se refuerzan con el autoreconocimiento, no comparándonos, podemos aprender de la naturaleza donde en un jardín cada cosa es diferente pero conviven en armonía y hacen al todo.
- La comparación nos refuerza la arrogancia o la inferioridad.
- Desde la humildad no se tiene que demostrar nada ni invalidar nada.
- Con humildad también reconocemos que hay leyes externas que hacen que haya muchas cosas que no podemos cambiar ni controlar.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Carta a mi Juan Pablo

Hoy quiero decirte que te amo cada vez más, que los días son muy tristes sin tus sonrisas, sin tus bromas, sin tus abrazos y besos, son días grises que deseo que alguna vez vuelvan a iluminarse.

Pero te siento dentro de mi corazón, desde donde nadie podrá arrancarte y donde permanecerás hasta el momento en que volvamos a encontrarnos.

Te estraño mucho.-

Papá

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Antiguo relato chino

Del libro “Cuando la gente buena sufre” de Harold Kushner.

Hay un antiguo relato chino acerca de una mujer cuyo único hijo muere. Presa del dolor, va a ver al hombre sabio y le dice:
_ ¿Qué oraciones, qué encantamientos mágicos conoces para devolverle la vida a mi hijo?
En lugar de echarla o tratar de razonar con ella, el sabio le dice:
_ Tráeme una semilla de mostaza de un hogar que no haya tenido jamás una pena. La usaremos para alejar la pena de tu vida.
La mujer partió de inmediato en busca de la semilla de mostaza mágica. Primero llegó a una espléndida mansión, llamó a la puerta y dijo: -Estoy buscando un hogar que no haya tenido jamás una pena. ¿Podría ser esta casa? Es muy importante para mí.

Le respondieron:
-Has venido a un mal lugar -y comenzaron a relatarle todas las cosas trágicas que les habían sucedido.
La mujer pensó: “¿Quién mejor que yo que he tenido una desgracia, para ayudar a estos pobres desafortunados?” Se quedó con ellos y los consoló y después siguió su búsqueda de un hogar donde jamás hubo una pena. Pero dondequiera que fuera, en chozas y en palacios, encontró un relato tras otro de tristezas e infortunios. Finalmente, se dedicó con tanto empeño a consolar el dolor ajeno que olvidó su búsqueda de la semilla de mostaza mágica, sin comprender jamás que, en realidad, había alejado la pena de su vida.

martes, 9 de diciembre de 2008

ES HORA DE MARCHAR

Si es verdad que hay algo más
yo te esperaré
necesito descansar
tu amor me llevaré.

Me voy hacia un lugar
donde el tiempo es una ilusión
la brisa es de color,
la voz música, y el sol es de algodón.

Atravesaré la luz
en forma de eternidad
mi voz se silenciará
mi cuerpo será el ayer.

En gotas de alma voy
navegando hacia el final
no dudes que al mirar
hacia tu interior, me podrás hallar… me podrás hallar
me hallarás.

Cuando tu tiempo se va
es hora de marchar
prepara tu viaje bien
no tengas miedo y ve.

No llores más por mí
siempre estoy cerca de ti
te esperaré en la luz
allí donde no, no existe el dolor



Autor: Mago de Oz

sábado, 6 de diciembre de 2008

Las fiestas

No esperamos las fiestas pero llegan ,con sus arbolitos y regalos,
Corridas de aquí para aya ,vidrieras y comercios mostrándolos,
Las calles y veredas con luces multicoloreres adornadas,
No sabemos que hacer, nuestra mente esta desordenada,

Alguien conocido nos pregunta, como y con quien las pasaras?
Una respuesta en silencio responde, sin pronunciar palabras,
Nosotros si sabemos lo que nos pasa, ellos van al ritmo de la vida,
Claro que saben, el dolor es nuestro, con la ausencia y la nostalgia,

En casa habrá una mesa, que su silla no estará ocupada,
Como pensar en las fiestas, si estamos con el alma mutilada,
Por que brindar? Si la vida no se detuvo, falta un cuerpo,
Con su sonrisa, creemos que sin su presencia hemos muerto,

Pero no es así, si falta su cuerpo, con todas sus cosas lindas,
También es verdad que lo tuvimos, que la vida no termina,
Que hay un porque para brindar, pensar que estamos vivos,
Que estuvo junto a nosotros, y fue nuestro, es un buen motivo,

Levantar nuestra copa, pensando en los recuerdos bellos,
Que en un lugar distinto, están mirándonos todos ellos,
Por nuestros hijos, por ellos que partieron primero,
Por ellos, levantemos nuestras copas, en su honor
por lo que nos dieron,

Abelardo 05/12/08

viernes, 5 de diciembre de 2008

Hoy se cumplen los 20 Años de Renacer

El siguiente video fue presentado en el encuentro de Huerta Grande el 27 de Septiembre de 2008, conmemorando los 20 años del primer grupo (Río Cuarto)

Sin mi hijo, pero la vida continúa...- Florencia Serra

Mi hijo se murió sólo tres días después de nacer. Y eso irremediable y definitivamente me cambió la vida. En el primer instante en que supe que vivía dentro mío, en ese único e irrepetible instante de felicidad para los padres, sentí que tocaba el cielo con las manos... sentí por primera vez la felicidad total, la plenitud en el alma y en el cuerpo... Con el paso de las semanas comencé a sentir la verdadera responsabilidad que necesitaba desarrollar: llevaba una vida en mi vientre, la más esperada, la más deseada. Y con los pequeños movimientos de Thiago, se me llenaba el corazón de un amor que jamás pensé sería capaz de sentir y dar... ese amor que surge de las entrañas mismas, que todo da sin esperar nada a cambio... Ahí fue cuando empezó a cambiar mi vida. La vida es eso: cambio. La vida misma, esa vida infinita y tan pequeña, tan vulnerable y protegida a la vez, fue el mayor cambio. Y ahí empecé a vivir realmente. Todo cambio supone una adaptación; el reconocimiento de la existencia de ese cambio, y la decisión consiguiente de cómo afrontarlo. Eso es vivir. Y la forma en que afrontamos los cambios constantes de los que está formada la vida, es lo que marca nuestra manera de vivir: es lo que nos define como personas. En ese momento, cuando el gran cambio de la maternidad, aún en mi vientre, llegó a mi mundo, comprendí que tenía todo por delante y que cada una de mis acciones y omisiones tendría, para siempre, un efecto trascendental en otra vida, en la de mi hijo, la vida más importante. Comprendí que jamás volvería a sentirme sola. Comprendí que la vida es maravillosa y vale la pena ser vivida. Comprendí que la inmensidad de la felicidad de mi marido llenaba mi alma y me daba esperanza e ilusión. Comprendí lo que sólo una madre puede comprender: a partir de ese momento, el amor y el dolor caminarían de la mano por mi vida, inundándolo todo. Con esa certeza, sin temor alguno, seguí caminando el camino de mi embarazo, disfrutando de cada pequeño paso, aún en los momentos de dolor físico, aún en los instantes en que todo parecía caerse por un mal diagnóstico o por un nuevo problema de salud. Disfruté de cada minuto de estar embarazada. Me sentía hermosa, todopoderosa. Caminaba orgullosa mostrando mi panza. Contándole a todo el mundo la gloria de sentir dentro de mí a mi hijo moviéndose con una canción o con un chocolate.

Pero un día mi cuerpo ya no pudo ser un dulce hogar para mi hijo. Y tuvo que nacer mucho antes de lo esperado. Aún no sé por qué, pero tampoco en esa situación sentí miedo. La certeza de la vida más fuerte que todo, me acompañó en la cesárea, durante la anestesia... y mucho más, luego, en la incubadora, viéndolo luchar por vivir, por seguir adelante, por respirar. Y de esa lucha, de esa agonía de mi hijo, hoy saco la mejor enseñanza: si él, tan chiquito, tan indefenso, luchó hasta el último minuto por su vida y por nuestra felicidad, cómo no hacerlo yo... cómo no hacerlo nosotros, aún hoy, llevando a cuestas tanto dolor y desilusión y desesperanza?! Hoy comprendo que en su último suspiro doloroso, nos dejó su corazón. Su sola existencia nos cambió para mejor. Y ese cambio, que se engendró junto con mi hijo durante los siete meses de embarazo, no podía esfumarse con su presencia física. Mi hijo es parte de mí, carne de mi carne, sangre de mi sangre. Y aunque se haya ido, y con él también por supuesto, parte de mí, de mi carne y de mi sangre, me dejó la felicidad de haberlo tenido, de haberlo conocido, de haberle hablado y cantado, de haber sentido sus pataditas cuando comía, de haberme agarrado el dedo y haberme abierto sus ojitos cuando llegaba a visitarlo, de haberme regalado sus quejidos y pequeños llantitos cuando le cambié el pañal. Aún cuando pude alzarlo y realmente abrazarlo, estando ya muerto, aún en ese momento me enseñó la eternidad de la vida. Aunque no pude comprenderlo en ese momento, hoy sé que fue en ese instante cuando supe que a pesar de su lejanía física, Thiago estaría para siempre conmigo y en mí. Y sí: me perdería toda su vida... darle la teta, sus primeros dientitos, sus primeros pasos, sus primeras palabras... el primer día de jardín, su primer dibujo... nuestros juegos y besos y abrazos... Pero me queda el consuelo de que nada malo le pasó. No sufrió. Nadie lo lastimó. Nadie le mintió. Nadie lo traicionó. Sólo nos conoció a nosotros, sus padres, que lo amamos desde el primer día, y hoy más aún. Sólo nos vio a nosotros, que lo cuidamos y le cantamos y que, aún con el mayor dolor a cuestas, supimos dejarlo ir, y le pedimos al oído que lo hiciera, cuando intuí en mi cuerpo que estaba sufriendo. Su existencia, aunque corta, aún dejándonos llenos de angustia, desilusión y desesperación, fue maravillosa, placentera, feliz, plena.

Con el tiempo comprendí que las palabras de los demás no sólo no ayudan, sino que muchas veces entorpecen. No debemos “ser fuertes” si sentimos que no podemos. Debemos darnos el momento justo para sentirnos débiles, vulnerables, necesitados, doloridos, solos, abandonados, destrozados. Y debemos expresarlo. Decirlo. Gritarlo. Escribirlo. Contarlo. Tantas veces como nos sea necesario. Debemos contar todo lo que hemos vivido y estamos sintiendo. Sólo de esa forma llegamos a aceptar la terrible pérdida que estamos sufriendo y a dar el primer paso de nuestra nueva vida: comprender que llevaremos un dolor inmenso con nosotros para siempre. Cuando realmente lleguemos a comprender que ese dolor no se irá, ni se desvanecerá, será cuando logremos internalizar que, a pesar de todo, la vida sigue y debemos vivirla. A mí no me consuela que me digan que mi hijo está en “un lugar mejor” o que “está con Dios”, porque no creo en ningún ser superior creador del destino de nadie. Pero sí creo que no somos sólo materia. Que las personas no somos sólo carne, huesos, sangre. Hay algo dentro nuestro, que algunos llaman “alma”, que nos hace como somos. Que nos hace humanos. Que nos hace pensantes y conscientes de nuestras emociones. Que nos hace ir formando nuestra memoria y en ella nuestra personalidad. Somos más que sólo carne. Y aunque mi hijo no haya tenido la fuerza suficiente que se necesita para resistir en este injusto mundo, cuando su cuerpito dejó de respirar, él no dejó de existir. Hoy lo sé. Mi hijo vivirá para siempre en mí y en el recuerdo de todos los que lo amamos. Un muerto ya no puede morir. Eso nos hace infinitos.

Y aunque todavía me queden muchas preguntas sin respuestas, muchas dudas y certezas por superar, mucha bronca e ira, sé que con el tiempo, lo feo pasará y lograré también de este cambio sacar algo bueno para la vida. Pero el tiempo solo no hace nada. Lo importante es qué hacemos nosotros con nuestro tiempo. Mi hijo querrá que dedique todo mi tiempo a llorar su ausencia? Querrá que dedique todo mi tiempo a gritar, a enojarme, a estar en la cama? Merezco permitir que mi tiempo transcurra sin hacer nada por estar mejor? La vida sigue. Sí, es cierto: para nosotros, padres sin nuestros hijos, sigue de una manera insospechablemente dolorosa. Pero sigue. Y debemos seguir viviéndola al máximo. Nosotros, ahora, más que nadie, sabemos que la vida física es muchísimo más efímera de lo que nos gustaría. Sabemos que en cualquier momento todo puede desvanecerse y dejarnos desamparados en medio del dolor. Pero debemos superarlo. No olvidar. Jamás olvidaremos. Pero debemos aprender a vivir nuevamente. Debemos aprender a adaptarnos a esta nueva vida que nos toca. Debemos aprender a disfrutar de las pequeñas cosas. A aprovechar cada instante con las personas que amamos. Debemos decirles cuánto los amamos. Debemos aprender nuevamente a amarnos a nosotros mismos. Debemos dejar atrás la culpa y el enojo. De nada sirven. Debemos aferrarnos a la vida y vivir en honor de nuestros hijos. Hablen con sus hijos (nos escuchan) y háganles mis preguntas anteriores. Sé que en su corazón algún día lograrán escuchar sus respuestas, y que éstas serán sanadoras y nos obligarán a aprender a vivir nuevamente. Ya nada puede sorprendernos. Ya nada puede lastimarnos más hondamente. Ya nada puede enojarnos tanto. Ya nada puede desilusionarnos tanto. Y no sé si está tan bueno vivir con las expectativas tan bajas... pero sin dudas, cuando esperamos poco, todo lo que recibimos nos parece mucho más. Siempre hay alguien o algo a quien aferrarse. Y esa es nuestra meta ahora: seguir viviendo a pesar de todo. Quizás tengamos otros hijos de quien ocuparnos, que no merecen perder a sus padres además de haber perdido a su hermano. Tal vez no, y tengamos a nuestra pareja, que está sufriendo igual que nosotros, y sólo nosotros podemos comprender la inmensidad de su sufrimiento. Tal vez no tengamos pareja, y tengamos amigos y familiares que nos brindan su amor y sufren con nuestro sufrimiento. Tal vez no tengamos amigos ni familiares, pero ese caso no es el fin: es otro comienzo más: nos tenemos a nosotros mismos para ocuparnos de nuestro propio corazón.

Nuestros hijos siguen con nosotros. Para siempre estarán con nosotros. Y debemos aprender a vivir nuevamente, ahora con su alma eternamente pura cuidándonos y a nuestro lado. Nadie puede estar más cerca de nosotros si lo llevamos en el alma. Cuando el amor es verdadero, profundo, real, maravilloso e interminable, cuando el amor se siente en el alma, sobrevive al dolor, al temor y a las distancias. Cuando el amor se lleva en el alma, no existen las distancias. Y a quién amamos más que a nuestros hijos? Por eso, quién está más cerca nuestro hoy, a pesar de todo? Nuestros hijos están dentro nuestro para siempre. Y con ese consuelo es que debemos seguir viviendo... y con el tiempo comprender que podemos permitirnos disfrutar, gozar... que no está mal hacerlo y que nuestra misión en la vida es, ahora, aprender a vivir con el corazón por la mitad... Pero se puede. Aunque todavía no lo he logrado, necesito aferrarme a la idea de que algún día podré volver a disfrutar de la vida... necesito aferrarme a la idea de que algún día volveré a caminar mi vida con entusiasmo y con esperanza y con ilusión. Antes de quedar embarazada de Thiago, había recibido muchos diagnósticos diciendo que jamás podría tener hijos. Bueno, no hay mejor ejemplo: Thiago me dejó esa esperanza, esa ilusión: la de algún día poder darle un hermanito o hermanita... y que entonces su vida también tenga un sentido, un motivo: algún día tendrá un hermanito a quien cuidar, a quien proteger, para siempre.

Así como ese primer instante de felicidad que me regaló mi hijo me hizo tocar el cielo con las manos, ahora todos los días que lo recuerdo, lo lloro o le hablo, toco el cielo con las manos para acariciarlo.

Cada momento que vivimos es un cambio en nuestro camino. Está en nosotros tomar la decisión que creemos correcta para darle al camino de nuestras vidas. Está en nosotros que esta pérdida sin nombre, nos enseñe una mejor manera de vivir.

El duelo es un camino largo y lleno de espinas. Es doloroso e inevitable. Es pasar por miles de sensaciones y emociones encontradas. Es caer y volver a levantarse, a veces sin fuerzas y sólo por obligación. El duelo es recordar y llorar y temer al olvido. El duelo de un hijo es el único trabajo que jamás pensamos que tendríamos que hacer. Pero lo estamos haciendo. Cada uno a su manera y a su tiempo. El duelo de nuestros hijos será difícil. Pero estamos vivos y nos debemos a nosotros mismos y a nuestros hijos seguir viviendo. Cuando podamos recordarlos con alegría; cuando podamos aferrarnos a los buenos recuerdos; cuando podamos comprender que muchas veces jamás encontraremos respuestas ni comprenderemos el por qué de nuestra pérdida, en ese momento empezaremos a sanar nuestros corazones. En ese momento entenderemos y haremos carne en nosotros, tal como fueron ellos, que el amor no se acaba con la muerte.

A pesar de todo lo que hemos perdido, debemos decidirnos a arriesgarnos a seguir viviendo. De un nuevo modo, sí. Pero viviendo. Qué más podemos perder?

Les dejo tres frases que me están ayudando mucho:

“que el dolor de haberte perdido no me quite la felicidad de haberte tenido”

“la muerte se lleva todo lo que no fue, pero nosotros nos quedamos con todo lo que tuvimos”

“lo que una vez disfrutamos, nunca lo perdemos. Todo lo que amamos profundamente se convierte en parte de nosotros mismos”

Ojalá mis palabras le hayan servido a alguna otra madre o padre que esté pasando por el mismo dolor... pero al menos me sirvieron a mí misma, para justamente poner en palabras tanto dolor... y sobre todo, para hablarle a mi hijo desde el amor.

Démonos tiempo. Démonos permiso para sentir. Expresemos lo que sentimos. Aferrémonos a las buenas personas y a los buenos recuerdos. Hagamos. Hagamos. No dejemos de hacer. Lo que sea que nos guste y nos haga disfrutar al menos un instante. Démonos permiso para volver a disfrutar. No nos quedemos encerrados y mudos. Salgamos nuevamente al mundo, que lamentablemente no paró con la muerte de nuestros hijos y sigue andando y nos necesita para que cada día sea un poquito mejor. Hagamos. Hagamos. Utilicemos su tiempo en este mundo de manera positiva, para nosotros y para los demás. Pero primero para nosotros. Recuperemos la capacidad de disfrutar, de amar, de vivir. Se puede. Nadie va a pensar que los lloramos menos, que los recordamos menos, que los amamos menos. A nadie amamos ni amaremos más. Pero son parte nuestra. Así que amémonos a nosotros mismos y hagamos lo que necesitemos para estar mejor.

Busquen la paz del alma.

Florencia Serra

jueves, 4 de diciembre de 2008

POEMA A LOS AMIGO

No puedo darte soluciones para todos tus problemas de la Vida, no tengo respuestas para tus dudas o temores, pero puedo escucharte y compartirlos contigo.
No puedo evitar que tropieces. Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas. Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos. Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones que tomás en la vida. Me limito a apoyarte, a estimularte y a ayudarte si me lo pides.
No puedo trazarte límites dentro de los cuales debes actuar, pero sí te ofrezco el espacio necesario para crecer.
No puedo evitar tus sufrimientos cuanto alguna pena te parte el corazón, pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.
No puedo decirte quién eres ni quién deberías ser.
Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo. En estos días pensé en mis amigos y amigas, y entre ellos apareciste tú. No estabas arriba, ni abajo ni en medio. No encabezabas ni concluías la lista. No eras el número uno ni el número final. Y tampoco tengo la pretensión de ser el primero, el segundo o el tercero de tu lista.
Basta que me quieras como amigo.


AUTOR:BORGES

Este poema fue enviado por Noélia, en uno de sus comentarios, gracias por estar junto a nosotros.

NAVIDAD, REACCIONES DE ANIVERSARIO Y OTRAS FECHAS CONMEMORATIVAS DE LA WEB: DUELOS. DR. MONTOYA CARRASQUILLA

Nuestra vida está llena de días especiales, tanto en relación con otros como con las circunstancias que nos rodean, y que nos recuerdan o actualizan la pérdida de un ser querido de una forma aguda; estos días, colectivamente conocidos como "días festivos", incluyen el día del padre o de la madre, día de los novios o del amor, las fiestas nacionales, la pascua y la semana santa, las reuniones familiares anuales, los aniversarios, el día de las brujas, los cumpleaños, el día del trabajo, el cambio de estación, el día de los difuntos, día de la semana en que falleció, hora del fallecimiento, otros días conmemorativos y, muy particularmente, la navidad.


Nuestras tradiciones, rituales y aún la comida especial de ese día son un recuerdo constante de nuestra pérdida. Son épocas del año en donde los sentimientos de pérdida se ven siempre magnificados, si bien más en unos días que en otros según las propias tradiciones familiares. Algunas veces no somos conscientes de ello y del cómo nos afectan, incluida la aflicción anticipatoria: ante los días especiales, no es extraño que se anticipe el malestar unos días antes y se sienta uno mal antes de que ellos sucedan, durante y unos días después. Estamos más irritables, deprimidos y ansiosos y los niveles de energía disminuyen.


Cualquiera que sea nuestra edad o el tipo de pérdida, los días festivos sin la persona amada serán ciertamente muy difíciles. Las antiguas costumbres se han terminado y nunca se repetirán de la misma manera. La risa, antes tan fácil, fluida y natural, puede llegar a ser solo una mueca o perderse totalmente; dar regalos, alguna vez tan divertido, puede parecer vacío y triste, carente de sentido; las canciones familiares, a veces tan reconfortantes, pueden atragantarse y acompañarse de lágrimas y un intenso anhelo. En verdad, hay algo de dolor que cuelga de la alegría que otros sienten: es difícil estar sin la persona amada y tener que ajustarse a esa nueva tradición por obligación y sin quererlo. Todo esto suele acompañarse de una gran cantidad de angustiantes preguntas: ¿Qué es lo que me está pasando? ¿Si seré capaz de aguantar esto? ¿Realmente deseo sobrevivir a esto? ¿Lo que siento es normal? ¿Me estoy enloqueciendo? Además, los festivos añaden su propia carga de preguntas. Es importante reconocer que hay muy pocas respuestas que sean universalmente buenas o malas a estas preguntas; en realidad, pueden haber muchas, dependiendo en parte de factores únicos a la situación existencial particular de cada uno: quiénes somos como personas, qué es lo que a nuestra familia le gusta, quién era, cómo y dónde murió nuestro ser querido, cómo y cuál era nuestra relación con esa persona, papel que ella desempeñaba en la realización del ritual de la fiesta, etc. De hecho, no todas las preguntas tienen que ser contestadas de forma inmediata o tienen una respuesta rápida y clara.

Si las tradiciones de las fiestas le producen un dolor intolerable, recuerde que usted tiene el poder de modificar y confeccionar sus propias fiestas de forma que se vean cumplidas sus expectativas actuales. Coja lo que le guste y deje lo que no. Al hacerlo así, se sentirá menos abrumado y estresado, menos deprimido y más capaz de tener unas fiestas tranquilas. Cada uno de nosotros debe encontrar su propia zona de confort, zona que puede ser radicalmente diferente de año en año. Nuestra preocupación somos nosotros mismos y nuestra familia inmediata. Se trata de encontrar conjuntamente la mejor forma de pasar las fiestas con el menor dolor posible. Sin duda apreciamos al resto de la familia, a nuestros amigos y compañeros de trabajo, pero no necesitamos hacer nuestros planes alrededor de sus necesidades sino de las nuestras: esperamos que ellos entiendan esto.


Ciertamente nada puede remplazar al ser querido perdido, pero hay cosas que pueden hacer menos pesados y terribles estos días. Recuerde que muchas otras personas se han enfrentado con lo que usted está encarando ahora mismo, y ellos han aprendido que es posible pasar a través de estas fechas y sobrevivir, incluso crecer a través de esta experiencia. Lo que ellos han aprendido es algo que usted puede aprender ahora; la forma en que ellos lo han hecho son formas que usted también puede adoptar.

martes, 2 de diciembre de 2008

Carta a Fede - por Silvina Rey


Hoy más que nunca!
Querido hijo: El camino es largo y difícil, el desafío es grande,
la vida es corta y mi dolor es muy profundo.
Aún no entiendo qué debo aprender de todo esto, tal vez aún el
tiempo sea poco o mi mente no me lo permita.
No puedo mentirte, por momentos voy disfrutando, nuevamente,
de las pequeñas cosas.
La vida nos puso a prueba, y vaya prueba!!!!!
Aprendí que con el dolor uno puede seguir a pesar de todo.
Aprendí que sentirme víctima no construye.
Que la gente que nos rodea no tiene la culpa
de nuestras broncas, tristeza o desgano.
Aprendí que debo permitirme llorar….
pero también hay que saber parar.
Aprendí que mi dolor es egoísmo por no tenerte más.
Aprendí que dando amor y ayudando uno se siente mejor.
Aprendí que Lara y Morena están vivas y que mis lágrimas
no deben inundar sus corazones.
Aprendí que no fuiste solo hijo, sino amigo, sobrino, hermano,
primo, alumno, nieto y tus huellas trascendieron de tal forma
que es emocionante sentir lo que dejaste en tu paso.
Aprendí y aún me falta aprender mucho, porque
lo único que en mi vida quise ser…….es una buena madre, una
buena persona y ante todo que se sintieran dignos de ser mis hijos.
Por tí amor, por Lara y More que son dos soles, por tu bondad y
dulzura, por los años que me diste y por el amor que siempre te
tendré ….es que sigo aquí.
Mamá.
Felíz 15 años amor!!!!!!!

lunes, 1 de diciembre de 2008

TUS LÁGRIMAS – Envía Silvia Dobler

Cuentan que había una vez un señor que padecía lo peor que le puede pasar
a un ser humano: su hijo había muerto.

Desde la muerte y durante años no podía dormir. Lloraba y lloraba hasta que
amanecía.

Un día, aparece un ángel mientras dormía y le dice:
- Basta ya.
- Es que no puedo soportar la idea de no verlo nunca más.

El ángel le dice:
- ¿Lo quieres ver?.
El hombre lógicamente responde afirmativamente.
Entonces lo agarra de la mano y lo sube al cielo.
- Ahora lo vas a ver, quédate acá.
Por una acera enorme empiezan a pasar un montón de chicos, vestidos como
angelitos, con alitas blancas y una vela encendida entre las manos, como
uno se imagina el cielo con los angelitos.

El hombre dice:
- ¿Quiénes son?
Y el ángel le responde:
- Éstos son los chicos que han muerto en estos años y todos los días hacen
este paseo con nosotros, porque son puros...
- ¿Mi hijo está entre ellos?
- Sí, ahora lo vas a ver.
Y pasan cientos y cientos de niños.
- Ahí viene... avisa el ángel.
Y el hombre lo ve. ¡Radiante!, como lo recordaba.
Pero hay algo que lo conmueve: entre todos es el único chico que tiene la
vela apagada, y él siente una enorme pena y una terrible congoja por su
hijo.
En ese momento el chico lo ve, viene corriendo y se abraza a él.
Él lo abraza con fuerza y le dice:
- Hijo, ¿por qué tu vela no tiene luz? ¿no encienden tu vela como a los
demás?.
- Sí, claro papá, cada mañana encienden mi vela igual que la de todos,
pero... ¿sabes qué pasa?, cada noche tus lágrimas apagan la mía.—

Carta de un Hijo de Luz

Mamá, Papá, ya no estoy con ustedes como acostumbraban verme; su mirada no cruza más que el vacío y ya no me oyen reír, gritar y llorar. A veces sin embargo, todavía estoy aquí, cerca de lo que me era familiar, capaz de ir y venir como me da la gana, sigo siendo como me conocieron, con otra apariencia imperceptible para sus ojos, pero que es una realidad para mí.
Sigo estando vivo, con mi carácter, acordándome de todo lo que aprendí y siempre lleno de amor hacia ustedes, quizá más todavía, porque ahora es mi alma la que se expresa.
No les pido que no lloren, el llanto es como el aguacero que lava el alma; ahora vivo en otra parte y les pido pensar en mí de la misma forma en que me recordaban cuando nos separábamos por un corto tiempo, pues NOS VOLVEREMOS A ENCONTRAR, se los aseguro.
Mamá, Papá tengo muchísimos medios a mi disposición para hacerles saber y entender que ESTOY INTENSAMENTE VIVO; les puedo colocar índices en su camino para que puedan encontrar el libro que los iluminará o las personas que los ayudarán.
Puedo manifestarme en sus sueños o ponerles un perfume que les recuerde mi presencia; también puedo hacer ruido, desplazar objetos o jugar con la electricidad; hasta puedo provocar un soplo de aire que los acaricie. También me dijeron, los que me recibieron, que bajo ciertas circunstancias era posible acariciarlos directamente o hablarles y hasta hacerme visible en mi traje de luz.
Mamá, Papá solamente piensen en mí de la misma forma que antes de mi partida y sobre todo, estén atentos a las señales que intento enviarles.
Entonces ya verán, cuando la tormenta se calme en sus espíritus, cuando hayan entendido que la muerte no es un fin, cuando hayan aceptado mi partida y se hayan dado cuenta que sigo estando vivo con ustedes; el cielo se iluminará y nos llevarán a una maravillosa comunión en donde nuestras almas se juntarán para la eternidad.
Tu Hijo de Luz

Queda Prohibido - Pablo Neruda

Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber que hacer,
tener miedo a tus recuerdos...

Queda prohibido no sonreir a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños...

Queda prohibido no intentar comprender
a las personas,
pensar que sus vidas valen menos que la tuya,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha...

Queda prohibido no crear tu historia,
no tener un momento para la gente que te necesita,
no comprender que lo que la vida te da,
también te lo quita...

Queda prohibido, no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que, sin ti, este mundo no sería igual.

Encendido de velas - Los Amigos Compasivos

Como cada año el segundo domingo de diciembre, este año el 14 de diciembre, la ceremonia de Encendido Mundial de Velas de los Amigos Compasivos une a familias y amigos de todo el mundo al encender una vela durante una hora para honrar y recordar a los hijos que han muerto. Al encender las velas a las 7 p.m. hora local, cientos de miles de personas conmemoran y honran a sus hijos de una manera que trasciende los límites étnicos, culturales, religiosos y políticos.
Siendo el mayor encendido de velas masivo del mundo, el Encendido Mundial de Velas crea una ola virtual de luz de 24 horas al moverse entre husos horarios. Cientos de eventos de encendido de velas formales y miles informales se celebran en los hogares, donde las familias se reúnen y recuerdan a los hijos que han muerto, pero que nunca serán olvidados.
El Encendido Mundial de Velas se inició en los Estados Unidos en 1997 como un pequeño ritual en Internet pero desde entonces se ha extendido enormemente en todo el mundo. Durante el evento está disponible una pizarra de mensajes en el website de TCF, USA: www.compassionatefriends.org Se reciben anualmente cientos y cientos de mensajes desde todo Estados Unidos, así como de docenas de otros países, en distintos idiomas.
El Encendido Mundial de Velas le brinda a las familias en duelo la oportunidad para recordar a sus hijos ….. ¡Que su luz brille por siempre!